El Atl¨¦tico, candidato al descenso por su nula capacidad ofensiva

ENVIADO ESPECIALDurante el mes de febrero, el Atl¨¦tico de Madrid s¨®lo ha marcado un gol. Fueron seis partidos, 540 minutos de juego o, lo que es lo mismo, nueve horas, en los que el Atl¨¦tico, adem¨¢s de haber sido eliminado en la Copa, se ha situado en la zona de deseenso en la Liga. El domingo, en Santander, se vi¨® a un equipo que a¨²n se mueve ¨²nicamente por la profesionalidad de sus jugadores, pero que es incapaz de hacer una jugada en profundidad. El gesto de Arteche cuando fue sustituido -arroj¨® la camiseta- supone un nuevo problema en el Atl¨¦tico: la falta de entendimiento entre el entrenador y la plantilla.

El d¨ªa 3 del pasado mes inici¨® el Atl¨¦tico de Madrid su andadura futbol¨ªstica a traves de febrero. Se hab¨ªa eliminado al Barcelona en la Copa, y en la Liga, aunque medianamente clasificado, a¨²n hab¨ªa po sibilidades de disputar la Copa de la UEFA. Y con un resultado apa rentemente bueno, el Atl¨¦tico co menz¨® su naufragio: Real Madrid, 0; Atl¨¦tico, 0 (Copa). Atl¨¦tico, 1; Sp¨®rting, 1. Castell¨®n, 3; Atl¨¦tico, 0. Atl¨¦tico, 0; Real Madrid, 1 (Copa). Atl¨¦tico, 0; Barcelona, 1 R¨¢cing, 1; Atl¨¦tico, 0. Esta serie de resultados coincidi¨® con la lesi¨®n de Hugo S¨¢nchez, un jugador al que se le quiso dar de baja apenas hace tres meses. Ahora suspiran por ¨¦l, porque no hay nadie capaz de profundizar en el ¨¢rea. Y esta baja se ha hecho notar.

Hay que llegar a la conclusi¨® de que la plantilla del Atl¨¦tico no vale. O que no se entiende con Garc¨ªa Traid -espu¨¦sde que volviera como salvador-, como dej¨® bien patente Arteche el domingo, cuando fue- sustituido. Hay jugadores que act¨²an en posiciones donde no pueden rendir todo lo que pueden individualmente. El entrenador prefiere la labor de conjunto, y el domingo fue sacrificando progresivamente a Clemente, Pedro Pablo, Marian y M¨ªn guez para que hubiera equipo fren te al R¨¢cing. Otros, como Leal Rub¨¦n Cano y Cabrera, han demostrado su escasa rentabilidad actual. Y queda el caso de la figura, Marcos, cuatro goles en toda la temporada y, seg¨²n pasa el tiem po, m¨¢s incapacitado para la culminaci¨®n de las jugadas.

El Atl¨¦tico, en Santander, volvi¨® a mostrar los mismos fallos que en partidos anteriores. Cuando se trata de estirar el equipo hacla el campo contrario, se acaban las ideas. Todo va bien mientras se defiende un resultado, pero cuando hay compromiso de marcar goles para evitar la derrota, Dirceu se cansa de mandar en el juego, porque no tiene a nadie que aproveche sus servicios.

El partido del domingo hubiera podido dar un cambio radical si Pedro Pablo hubiese acertado a marcar cuando se encontr¨® solo ante Pereira a los dos minutos de juego. Este fallo oblig¨® al Atl¨¦tico a seguir intentando el juego de creaci¨®n, pero sin nadie en condiciones de pisar el ¨¢rea con peligro. Y tras el gol, enga?oso dominio del Atl¨¦tico en el campo y mejores oportunidades para el R¨¢cing de marcar -Cid¨®n dispar¨® al poste-, por tener enfrente un rival que, seg¨²n pasaban los minutos, se desorientaba m¨¢s. Bast¨® que Cid¨®n se fijara en la banda para que, primero, Clemente actuase como figura decorativa y, despu¨¦s, Pedro Pablo, Ruiz y M¨ªnguez fueran pasando a encargarse de su marcaje, seg¨²n iban teniendo entrada en el campo otros compa?eros.