La guerrilla salvadore?a volvi¨® a esfumarse tras concluir la batalla de Guazapa
La batalla de Guazapa ya ha terminado. Despu¨¦s de ocho d¨ªas de combates, la guerrilla se esfum¨®, como ya hizo en anteriores ocasiones. S¨®lo que esta vez ha dejado muchos muertos rezagados por los campos. El Ej¨¦rcito dice que m¨¢s de cien. Los periodistas vieron diecinueve en una sola fosa, y hay algunas otras por la monta?a. En poco m¨¢s de un a?o, es ¨¦sta la novena operaci¨®n que el coronel Edmundo Palacios dirige contra los campamentos guerrilleros de Guazapa. El sabe que tendr¨¢ que volver.
El martes no hubo combates directos en la zona. S¨®lo alg¨²n disparo espor¨¢dico y una emboscada en la que result¨® herido un soldado. El Ej¨¦rcito retir¨® a sus bases a m¨¢s de 2.000 soldados. En Suchitoto, cuartel general del comando, la euforia de la vuelta a casa se notaba en el consumo de alcohol.En Guazapa quedaban a¨²n cerca de mil soldados, mayormente quemando el monte. Las laderas del volc¨¢n, largamente dormido, aparecen desoladas, como si un r¨ªo de lava hubiera arrasado la jungla tropical.
La ruta hacia Suchitoto (48 kil¨®metros desde San Salvador) discurre normal hasta el puente de Las Guaras, destruido por la guerrilla hace seis meses y ahora fuertemente custodiado por el Ej¨¦rcito. Un ret¨¦n militar, provisto de radio, avisa al cuartel general para ver si puede dejar paso a dos periodistas.
El jefe de la escuadra dice que la carretera est¨¢ tranquila. "Ha habido unos disparos hacia el oriente, pero nada serio".
Suchitoto es un pueblo ocupado militarmente. Antes ten¨ªa unos 15.000 habitantes. Muchos se fueron a la capital o fuera del pa¨ªs. Han sido sustituidos con creces por 7.000 refugiados de los alrededores.
El comandante en jefe ocupa una casita de dos plantas que alg¨²n d¨ªa fue la farmacia Leiva. Desde su fachada a¨²n se anuncia Tiamin vitaminado, un tranquilizante para todo uso. En la azotea, una antena de radio y varios soldados. En la fachada, muchos impactos de bala.
Un soldado no puede reprimir su alegr¨ªa por la vuelta al cuartel. El es de los que se van. Huele a alcohol fuerte. Ha estado cuatro d¨ªas disparando sin parar en Guazapa, "sin saber a qui¨¦n". El no ha visto a nadie y s¨®lo el s¨¢bado gast¨® 72 cartuchos.
El coronel Edmundo Palacios lleva barba de varios d¨ªas y reconoce que ha dormido muy poco los ¨²ltimos ocho d¨ªas. Es un salvadore?o at¨ªpico: rubio, ojos claros, 1,75 de estatura. Habla un correcto ingl¨¦s, aprendido en Fort Benning (Georgia, Estados Unidos). Es coronel desde hace dos a?os y est¨¢ al mando de la primera brigada de infanter¨ªa, con sede permanente en San Salvador.
"Esto ya acab¨®"
"Esto ya acab¨®", dice. "Ha quedado s¨®lo una tercera parte de los efectivos, que est¨¢n reconociendo el ¨¢rea. A¨²n hay alg¨²n enfrentamiento ocasional, como el que hemos tenido esta ma?ana y en el que nos han herido a un soldado"."La guerrilla ten¨ªa mucho que perder aqu¨ª. Ten¨ªan una estaci¨®n transmisora de radio y una escuela de explosivos y readiestramiento". Muestra un manual para morteros de sesenta milimetros, editado por el Ej¨¦rcito americano, que se ha encontrado en uno de los campamentos. Asegura que son muchas las armas ocupadas: lanzacohetes RPG-5 de fabricaci¨®n china, fuisiles belgas FAL, metralletas norteamericanas AR-15 (versi¨®n comercial del M-16), un ca?¨®n sin retroceso de 57 mil¨ªmetros, cinco rockets antitanque de 68 mil¨ªmetros, tambi¨¦n de f¨¢bricaci¨®n estadounidense, y accesorios de mortero de sesenta millmetros.
Seg¨²n el coronel Palacios, el Ej¨¦rcito ha sufrido menos bajas de las temidas. "La mayor¨ªa no son heridos de bala, sino por las minas Claymore, de fabricaci¨®n casera, que hay por todas partes.
El ministro de Defensa, gerteral Jos¨¦ Guillermo Garc¨ªa, asegur¨® el lunes que hab¨ªan capturado varios prisioneros. El coronel Palacios dice que no hay prisio!neros. "En este tipo de guerras nadie se rinde", afirma. "Cuando se ven perdidos arrojan el fusil y huyen".
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