Ricardo Strauss mira hacia el barroco
En diversas ocasiones volvi¨® Ricardo Strauss su mirada hac¨ªa sus queridos antepasados barrocos, tanto en la ¨®pera como en la m¨²sica instrumental. No tendr¨ªa, entonces, validez considerar su Concierto para oboe y orquesta (1946) como gesto de anciano nost¨¢lgico, por m¨¢s que se trate de una de sus ¨²ltimas partituras, seguida tan s¨®lo por el D¨²o para clarinete, fagot y orquesta de cuerda con arpa (1947) y los Cuatro lieder con orquesta (1948).Por otra parte, no estamos ante ning¨²n neobarroquismo, sino frente a la nueva consideraci¨®n de fen¨®menos pret¨¦ritos. Lo barroco funciona como lejano modelo o punto de partida; el poder creativo de Strauss act¨²a despu¨¦s, con la seguridad de pensamiento y la firmeza artesanal que caracterizan su larga producci¨®n.
Concierto para oboe, de R
Strauss.Obras de Mozart Y Beethoven. Orquesta Nacional de Espa?a. Director: Jerzy Semkov. Solista: Rafael Tamarit (oboe). Teatro Real. 5, 6 y 7 de marzo.
Quiz¨¢ impulsado por el timbre del instrumento solista y condicionado por su circunstancia vital, el compositor nos habla en tono melanc¨®lico, a la vez que sabe explotar las posibilidades del oboe hasta el extremo, dentro de la t¨¦cnica de ejecuci¨®n tradicional.
Los pentagramas straussianos sirvieron para demostrar lo ya sabido: la calidad de un instrumentista como Rafael Tamarit, siempre afinado y due?o de un sonido bello e igual. Pudo parecer la versi¨®n un poco plana, pero como todo el concierto dirigido por Jarzy Semkov adoleci¨® del mismo defecto, no cabe achacar la limitaci¨®n a nuestro brillante solista, que escuch¨® muchos aplausos.
El maestro polaco luci¨® dominio, firmeza r¨ªtmica, sobriedad y larga experiencia, tanto en la Sinfon¨ªa 34, de Mozart, como en la Octava, de Beethoven. Pero su trabajo, de nivel muy considerable, pareci¨® rutinario y de relativo poder de comunicaci¨®n. Ha de recordarse, una y otra vez, lo que es el r¨¦gimen de los directores itinerantes: una orquesta nueva cada d¨ªa y menos ensayos de los que desear¨ªa, con lo que suelen caer -y quiz¨¢ sea lo mejor- en un posibilismo sin mayor brillantez. Importa subrayarlo en este caso porque, en otras ocasiones y otros ¨¢mbitos, he asistido a conciertos dirigidos por Semkov con resultados de superior categor¨ªa.
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