El nuevo presidente finland¨¦s reafirma en Mosc¨² la continuidad de la pol¨ªtica exterior de Helsinki

El nuevo presidente finland¨¦s, Mauno Koivisto, inici¨® ayer su primera visita a la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Este es tambi¨¦n el primer viaje que Koivisto realiza fuera de su pa¨ªs desde que tuvo acceso a su actual cargo, en el que ha sucedido al veterano Urho Kekkonen, que se mantuvo en la presidencia m¨¢s de veinticinco a?os.

El hecho de que Mosc¨² -y no Estocolmo, como se podr¨ªa haber esperado- sea la primera capital que Koivisto visita como presidente ha dado lugar a abundantes comentarios en los c¨ªrculos occidentales de la capital sovi¨¦tica. Seg¨²n algunos observadores, Koivisto trata de tranquilizar al Kremlin, del que no era el favorito en el momento en que se comenz¨® a decidir la sucesi¨®n de Kekkonen.Posiblemente para evitar suspicacias, el viaje de Koivisto ha sido calificado de visita de trabajo, en vez de visita oficial. El programa del presidente finland¨¦s tiene, sin embargo, escasos huecos para las entrevistas, que comenzaron ayer tarde y finalizar¨¢n esta ma?ana. Posteriormente -este mediod¨ªa-, Koivisto volar¨¢ a Leningrado, desde donde ma?ana volver¨¢ de nuevo a Helsinki.

Finlandia y la URSS est¨¢n unidas por pactos de amistad desde 1948. El ¨²ltimo acuerdo de amistad, cooperaci¨®n y asistencia mutua fue renovado en 1970 y tiene vigencia hasta 1990. Al final de la segunda guerra mundial, Finlandia -pa¨ªs derrotado- se vio obligada a pagar indemnizaciones econ¨®micas a la URSS y a cederle el 12% de su territorio. Hasta 1955, el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico estuvo presente en Finlandia.

Actualmente, la Uni¨®n Sovi¨¦tica es el principal proveedor de Finlandia y el segundo de sus clientes, despu¨¦s de Suecia. El intercambio comercial entre ambos pa¨ªses ascendi¨®, en 1980 -¨²ltimo a?o del que se poseen datos- a m¨¢s de 3.888 millones de rublos (m¨¢s de 520.000 millones de pesetas). De la URSS procede cerca del 20% de las importaciones que realiza Finlanclia, y a ella va destinado casi el 1,4% de sus exportaciones.

La visita de Koivisto a Mosc¨² coincide tambi¨¦n con un mal momento en las relaciones entre la URSS y los dem¨¢s pa¨ªses n¨®rdicos europeos: Suecia ha marcado sus distancias con el Krerrilin despu¨¦s de que un submarino sovi¨¦tico embarrancara en su costa, muy cerca de una base naval, el pasado mes de noviembre, y Noruega ha comenzado ya los preparativos para construir en su territorio dep¨®sitos de armamento convencional estadounidense, lo que ha sido muy criticado por los sovi¨¦ticos.

Oferta sovi¨¦tica

Entre tanto, la URSS mantiene en pie su oferta para la desnuclearizaci¨®n del norte de Europa: promesa sovi¨¦tica de no utilizar armamento at¨®mico contra los pa¨ªses de la zona, a cambio de que ¨¦stos se comprometan a no almacenar ingenios nucleares en el interior de sus fronteras.En este proyecto, F inlandia ha de tener un papel clave a la hora de explicar a sus vecinos occidentales las posibles ventajas. La oferta, en cambio, no afecta pr¨¢cticamente al Gobierno de Helsinki, que, dadas sus especiales relaciones con Mosc¨², no estar¨ªa dispuesto en ning¨²n caso -al menos, en un prev¨ªsible futuro- a colaborar militarmente con Occidente.

Antes de que Koivisto viajara a Mosc¨², el Ministerio de Asuntos Exteriores finland¨¦s manifest¨® en un comunicado que esta visita revela la continuidad de la pol¨ªtica exterior de Finlandia, apoyada por todos los partidos pol¨ªticos.