Protestas por los da?os causados por las grullas en Gallocanta

Los agricultores de la localidad de Bello, pueblo ribere?o de la laguna de Gallocanta, situada entre las provincias de Zaragoza y Teruel, han dirigido un escrito a las autoridades del Icona en Zaragoza, en el que expresan su malestar por los da?os que las grullas ocasionan en sus cultivos durante el tiempo que se quedan en la zona invernando.La laguna de Gallocanta, clasificada por el Icona como zona de caza controlada, ha visto aumentar en los ¨²ltimos a?os su poblaci¨®n de patos, fochas y otras aves acu¨¢ticas, gracias a una eficaz gesti¨®n del responsable de este espacio natural, Emilio P¨¦rez, ingeniero del Icona en Zaragoza, seg¨²n inform¨® a EL PA?S el bi¨®logo Santiago Dom¨ªnguez, vecino de uno de los pueblos situados en las m¨¢rgenes de la laguna. "Sin embargo", a?ade, "el r¨¦gimen de caza controlada bajo el que se encuentra Gallocanta, que finalizar¨¢ en 1983, empieza a resultar una medida insuficiente de protecci¨®n para esta especie natural, ya que no se cuenta con ninguna dotaci¨®n econ¨®mica que permita afrontar los problemas.

Los campesinos han pedido que se les indemnice por los granos de cereales que comen las grullas en los campos reci¨¦n sembrados. Estos granos suelen estar tratados qu¨ªmicamente y seleccionados, por lo que su costo es muy alto. Por otra parte, las grullas se contaminan de forma peligrosa al comer estas semillas.