Los aficionados a la ¨®pera se someten a un "pase de lista" constante para adquirir localidades
Los "amigos de la ¨®pera" no organizados en la correspondiente entidad oficial madrile?a se ven obligados a los mayores sacrificios personales para lograr una localidad de patio o de tribuna en competencia con Ios de la asociaci¨®n". Es una especie de "lucha de clases" ante las taquillas cuando se aproxima la temporada oper¨ªstica.
A cualquier persona aficionada que desee presenciar una sesi¨®n de ¨®pera en el teatro de la Zarzuela de Madrid se le ofrecen tres posibilidades: ingresar en la citada Asociaci¨®n de Amigos de la Opera, y para ello deber¨¢ comprar previamente un abono que le permitir¨¢ presenciar todas las ¨®peras de la temporada, o trasladarse a cualquier provincia e ingresar en una de las asociaciones que van proliferando en la periferia, o acudir puntualmente al pase de lista, que incluso puede producirse a altas horas de la noche o en la madrugada.El abono resulta excesivamente caro. Jos¨¦ Manuel Gasc¨®n, un aficionado dispuesto a los mayores sacrificios, dice que no todos est¨¢n en condiciones de gastar un m¨ªnimo de 8.400 pesetas por un abono para doce representaciones, a raz¨®n de setecientas pesetas la entrada m¨¢s econ¨®mica. Si el aficionado desea ocupar una butaca, el abono se le pone por las 40.000. Adem¨¢s, si cualquier adscrito a la Asociaci¨®n de Amigos de la Opera omitiese adquirir una sola entrada de las correspondientes al programa de la temporada, o no participase una sola temporada, perder¨ªa todos sus derechos.
Si los de la Asociaci¨®n lo llevan as¨ª de serio, los que van por libre no se quedan atr¨¢s. "Nuestro punto de reuni¨®n es la cola", dice en tono entre quejumbroso y heroico Jos¨¦ Manuel Gasc¨®n, qu¨¦ ha logrado, junto con otros dos buenos mel¨®manos, organizar en cierta medida a los que son capaces de formar largas horas con la mirada fija en las taquillas, para tener acceso a las escasas localidades disponibles. Han conseguido reunir un primer lote de firmas, m¨¢s de doscientas, para pedir al director general de la M¨²sica que les garantice una sesi¨®n, como hasta hace dos a?os.
Hasta ese momento cada ¨®pera se representaba en Madrid tres veces: dos para los Amigos de la Opera y una para los aficionados no organizados.
El reducido aforo del teatro de la Zarzuela, unas 1.200 localidades, no permite de por s¨ª una plena satisfacci¨®n de la demanda. Sobre todo, si, como sospechan los incondicionales de la cola ante las taquillas, el propio Ministerio de Cultura "se incauta" de varias decenas de localidades del cupo reservado al p¨²blico. Desde febrero, los abonados tienen ya sus localidades en el bolsillo y empiezan las filtraciones sobre las entradas disponibles.
Hasta hace dos a?os los aficionados contaban con una sesi¨®n para ellos solos, y a pesar de esto no era f¨¢cil encontrar localidades. Por ello se organizaron: dos o tres d¨ªas antes de que comenzara la temporada iban anot¨¢ndose en una lista, que se le¨ªa en voz alta frente a las taquillas del teatro de la Zarzuela, a las horas m¨¢s intempestivas. "Era terrible ir y venir a todas las horas, y encima muchas veces se quedaba uno sin localidad", rememora Jos¨¦ Manuel Gasc¨®n.
Ahora, con la introducci¨®n de una cuarta representaci¨®n, las cosas han empeorado todav¨ªa m¨¢s. Los amigos de la ¨®pera de la asociaci¨®n madrile?a no han perdido posibilidades. Pero s¨ª los no organizados, porque todas las representaciones han quedado disponibles para los asociados de toda Espa?a. "Para conseguir una entrada, ahora la soluci¨®n ideal es marcharse a Avila, formar con unos amigos una asociaci¨®n paralela y reservar una Fila por tel¨¦fono", dice Jos¨¦ Manuel Gasc¨®n. Al proliferar las asociaciones por todo el pa¨ªs ocurre que muchos aficionados de otras provincias acuden a Madrid para presenciar una ¨®pera, y en cambio no ocurre lo mismo con algunos teatros de ¨®pera de estas ciudades, como Barcelona y Bilbao, que est¨¢n habitualmente copados por los abonos. A finales de marzo se reemprende la temporada en Madrid y los aficionados de a pie prev¨¦n una dura competencia. Para ello han establecido cinco momentos para pasar lista: a las 7 de la ma?ana, a las 12, 4, 7 de la tarde y 12 de la madrugada.
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