Aumenta la violencia en Colombia en v¨ªsperas de las elecciones

Viene de la p¨¢gina primera

El mismo mi¨¦rcoles por la ma?ana era asesinado en Santander el secretario departamental de educaci¨®n, Gerardo Ortiz, al ser ametrallado a bocajarro desde una moto cuando su coche estaba detenido. Guerrilleros del M-19, que ocupaban en la regi¨®n suroccidental del Putumayo, lindante con Ecuador, la peque?a localidad petrolera de Orito (2.000 habitantes), armados de lanzagranadas y fusiles ametralladores, atacaron la zona de los pozos y el cuartel local de polic¨ªa, donde dieron muerte a un agente e hirieron a dos m¨¢s.

El Gobierno decret¨® ese mismo d¨ªa el toque de queda y la ley seca en todo el departamento del Putumayo, como respuesta a esta acci¨®n gerrillera. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa informaba que en el departamento del Caquet¨¢ fuerzas del Ej¨¦rcito hab¨ªan abatido a unos veinticinco efectivos del M-19, como fruto del amplio operativo militar efectuado en los ¨²ltimos siete d¨ªas en torno a la localidad de Almaguer, que el viernes pasado hab¨ªa sido ocupada por la guerrilla.

Para ensombrecer a¨²n m¨¢s el panorama preelectoral, el martes era asesinado en el centro de Bogot¨¢ el abogado Enrique Cipagauta. Todas las sospechas apuntan al grupo clandestino MAS (Muerte A los Secuestradores) que desde su reciente aparici¨®n p¨²blica ha dado muerte a varios dirigentes sindicales y profesores.

Observadores bien informados temen que el MAS pueda ejecutar nuevos asesinatos estos d¨ªas, iniciando as¨ª una espiral que tendr¨ªa enorme similitud con situaciones ya vividas por algunos pa¨ªses centroamericanos, como El Salvador y Guatemala.

El atentado contra la casa presidencial tuvo lugar a las 20.05 horas del mi¨¦rcoles (dos de la madrugada de ayer en Madrid). Dos j¨®venes aparcaron un Renault 12 en la esquina de la calle octava con la carrera octava, justamente frente al palacio presidencial. Los ocupantes salieron corriendo, lo que motiv¨® que los soldados de guardia les dieran primero el alto y comenzaran a disparar despu¨¦s.

En ese momento se produjo la explosi¨®n, que alcanz¨® a tres militares que trataban de perseguir a los dos fugitivos y a nueve civiles. La guardia presidencial se lanz¨® al suelo en actitud de combate. El coche qued¨® convertido en un mont¨®n de chatarra.

Varias oficinas presidenciales, la sede central del banco nacional y el fondo cultural cafetero sufrieron da?os en sus locales mientras la residencia del presidente permanec¨ªa intacta.

Fuerzas del Ej¨¦rcito han ocupado materialmente el centro de la capital en previsi¨®n de nuevas acciones violentas.

Los l¨ªderes de los partidos, incluido el candidato presidencial del partido comunista, Gerardo Molina, han hecho un llamamiento a la guerrilla para que no obstaculice el proceso electoral, que permite una expresi¨®n de la disidencia pol¨ªtica.