ENASA busca una soluci¨®n de recambio tras la salida de International Harvester

La Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA), fabricante de los camiones Pegaso, se encuentra analizando las opciones que le quedan de cara a su futuro a medio plazo, despu¨¦s que haya quedado bien patente la salida accionarial de la sociedad de la multinacional norteamericana International Harvester (IH), cuyos problemas financieros la han forzado este mes a abandonar tambi¨¦n su participaci¨®n en la firma japonesa Kimco. Precisamente, ENASA busca ahora, en un socio japon¨¦s o en un grupo europeo integrado, la soluci¨®n de recambio para IH, aunque altos directivos de la empresa espa?ola han preferido, por el momento, mantener un cauto silencio al respecto.

Sin embargo, las opciones que el Instituto Nacional de Industria (INI), socio mayoritario de la sociedad, estar¨ªa contemplando para paliar los efectos que la estampida de IH tendr¨¢ sobre la empresa son muy concretos y, a la vez, muy reducidos, seg¨²n han informado a este peri¨®dico fuentes del sector.Estas opciones van desde la simple integraci¨®n en un grupo europeo de automoci¨®n pesada (por ejemplo, IVECO) hasta la resurrecci¨®n del viejo proyecto de fusi¨®n con Motor Ib¨¦rica, SA, la firma privada con base en Barcelona cuyo proceso interno de reestructuraci¨®n se encuentra muy avanzado con la entrada en la compa?¨ªa de la japonesa Nissan Motors Co.

Pese al apoyo tecnol¨®gico que IH ha prometido prestar a ENASA, como compensaci¨®n de la ruptura unilateral del contrato, el futuro de la sociedad espa?ola no estar¨¢ "firmemente atado" hasta que haya unido sus esfuerzos a una multinacional del sector.

En este sentido, los expertos del sector conceden un plazo no superior a tres a?os para que ENASA resuelva su dif¨ªcil dilema, habida cuenta que la eventual integraci¨®n en la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) puede ser el golpe definitivo que acabe con el horizonte de la empresa.

La definitiva salida de IH-confirmada el jueves sin tapujos por el propio ministro de Industria, Ignacio Bay¨®n, ante el Congreso de los Diputados- se ha aceptado en ENASA con una explicable resignaci¨®n.

Las deudas de la multinacional norteamericana, que superan los 4.500 millones de d¨®lares, y un mercado deprimido en Estados Unidos sin esperanzas inmeditas de recuperaci¨®n, la han forzado a abrazar un paultino proceso de ventas de activos, tanto dentro como fuera de Estados Unidos, con el fin de garantizar un m¨ªnima liquidez.

International Harvester abandona Jap¨®n

La ¨²ltima fuga de IH se ha producido en Jap¨®n. La compa?¨ªa de Chicago ha vendido su participaci¨®n, que se elevaba al 50%, en la joint venture que bajo el nombre de Kimco hab¨ªa iniciado con Kornasutu Ltd. no hace mucho, en un ambicioso proyecto de fabricaci¨®n de tractores y material mec¨¢nico de carga y construcci¨®n.El comprador de su partcipaci¨®n ha sido la propia Komasutu, que ha pagado 51 millones de d¨®lares en efectivo. Seg¨²n fuentes pr¨®ximas a IH, la compa?¨ªa tiene el mandato de los bancos acreedores para desinvertir el m¨¢ximo dinero posible en todos los proyectos en los que se ha montado en su fase de expansi¨®n.

Algunos sospechan, incluso, que IH terminar¨¢ desgaj¨¢ndose, con sus diferentes departamentos siendo vendidos al mejor postor.

En lo que respecta a ENASA, IH no s¨®lo ha dejado de participar en sus obligaciones financieras con la sociedad espa?ola sino que, seg¨²n algunas fuentes, trata ahora de recuperar parte del dinero invertido, especialmente el que ha puesto en la adquisici¨®n en Estados Unidos de los bienes de equipo con destino a la planta de fabricaci¨®n de motores de Torrej¨®n.

Al parecer, los directivos-Iiquidadores de IH andan a la b¨²squeda de un comprador en Europa para este material, adquirido a nombre de EIMSA -la joint venture de IH y EI-JASA en Espa?a- a un costo de unos setenta millones de d¨®lares.

Opciones para la supervivencia de ENASA

Tras la salida definitiva de IH, las opciones que tiene ENASA en sus manos para garantizar la supervivencia a medio plazo de la empresa se reducen a dos, seg¨²n fuentes del sector. La primera pasa por la apertura de conversaciones con alg¨²n gran grupo europeo, como IVECO, que preste a la firma espa?ola la asistencia t¨¦cnica y comercial que necesita.La segunda va en funci¨®n de los inconvenientes de la primera y se reduce a la llegada a un acuerdo con una firma japonesa, posiblemente con Nissan Motors.

La integraci¨®n en un gran grupo europeo ofrece serias dificultades, seg¨²n las fuentes consultadas. En principio, la aceptaci¨®n de una disciplina impuesta por un grupo grande limitar¨ªa la expansi¨®n de la empresa espa?ola, no s¨®lo en Espa?a, sino en los mercados exteriores.

Pr¨¢cticamente todos los grandes grupos europeos de automoci¨®n pesada compiten en los mismos mercados que ENASA y un acuerdo de colaboraci¨®n con esto llevar¨ªa impl¨ªcitas unas exigencias de autocontrol en vol¨²menes de producci¨®n y en distribuci¨®n comercial de dificil aceptaci¨®n por la firma espa?ola.

En este sentido, algunos expertos ven la posibilidad de llegar a otros tipos de acuerdo con empresas independientes, tales como la DAF, por citar un ejemplo, que adem¨¢s de no ser competencia directa podr¨ªan sumar esfuerzos.

Muy parecida a esta soluci¨®n es la posible concertaci¨®n de estrategia con una firma japonesa, que carezca de base en los mercados occidentales y que, sin embargo, se siente atra¨ªda por ellos.

Tal es el caso de Nissan Motors Co., con la que ya se mantuvieron conversaciones con anterioridad a la entrada de IH en ENASA y que, finalmente, decidi¨® integrarse en la empresa Motor Ib¨¦rica,SA, por ajustarse m¨¢s ¨¦sta a sus prop¨®sitos.

Seg¨²n algunos medios, la soluci¨®n Nissan-Motor Ib¨¦rica ofrecer¨ªa la posibilidad de crear una gran empresa espa?ola que abarque todo el campo de la automoci¨®n, tanto la ligera como la pesada.

A este respecto, las dos empresas no tienen una gama de productos directamente competitiva sino complementaria. La ¨²nica excepci¨®n ser¨ªa la serie de furgonetas, donde, sin embargo, ENASA est¨¢ en una fase muy particular que no supondr¨ªa un gran obst¨¢culo.

Pero fuentes consultadas ven problemas de corte personal en r la posibilidad de un acuerdo a ENASA-Motor Ib¨¦rica. Estos problemas se remontan a las conversaciones iniciales.