Profesor sin contrato

Escribo estas l¨ªneas indignado e impotente. Soy un profesor de religi¨®n de Formaci¨®n Profesional (FP) solicitado por el director del Instituto de Formaci¨®n Profesional de Moratalaz y propuesto por la Delegaci¨®n Diocesana de Ense?anza en este curso. Llevo dando clases desde noviembre. Y a estas alturas del curso me entero que, cara a la Administraci¨®n, no existo: no s¨®lo no he percibido absolutamente ninguna remuneraci¨®n, sino que tampoco estoy contratado. S¨®lo la Administraci¨®n puede cometer esas injusticias, justific¨¢ndolas diciendo que el Ministerio de Hacienda no quiere pagar m¨¢s horas de clase de formaci¨®n religiosa en FP que las que se daban el a?o pasado. ?Acaso est¨¢ cegato el Ministerio para no comprender que si aumenta el n¨²mero de alumnos de un centro la demanda de profesores es consecuencia l¨®gica de ello? ?Y de los centros de nueva creaci¨®n? Sea quien sea el causante de semejante injusticia, lo cierto es que las clases est¨¢n d¨¢ndose y que alguien, poco me importa qui¨¦n, retiene lo que en justicia me pertenece. Y est¨¢ provocado en m¨ª, como en tantos otros profesores repartidos por todo el territorio nacional, una situaci¨®n econ¨®micamente angustiosa. Esto, por una parte. Y por otra, que pienso que si UCD defiende, al igual que todos los espa?oles por Constituci¨®n (art¨ªculoPasa a la p¨¢gina 12