El C¨¢diz tambi¨¦n quiso levantar el animo del Madrid
Los rivales del Madrid se esforzaron el domingo por intentar aplacar la ira de la hinchada blanca. El C¨¢diz hizo lo m¨¢ximo para levantar el ¨¢nimo madridista. Su pobreza result¨® tan abrumadora como milagroso fue que s¨®lo encajara dos goles. El Madrid, abroncado fuertemente por su enojada afici¨®n, no es que jugara bien, mal o regular: simplemente, jug¨® en solitario la pachanga de los jueves trasladada al domingo. Su falta de acierto en el reinate le priv¨® de haber alcanzado una fuerte goleada El 2-0 sobre el d¨¦bil conjunto gaditano le sirvi¨® para aplacar hasta mejor ocasi¨®n el enfado de la grada, pero no para reconciliarse con su p¨²blico. Lo de Kaiserslautern s¨®lo podr¨¢ olvidarse este a?o si el Barcelona insiste en alentar la esperanza madridista.El Madrid necesitaba el domingo marcar un Gol con prontitud, y la zaga del C¨¢diz colabor¨® lo suyo en el tanto de Del Bosque. Al filo de los veinte minutos, Garc¨ªa Hern¨¢ndez coloc¨® el segundo y todo qued¨® reducido a esperar las restantes perforaciones del marco de Bocoya.
Pero el meta gaditano fue el ¨²nico que no quiso cooperar a las facilidades de su equipo, y desde ese momento cerr¨® su portal a todos los intentos madridistas.
Del Bosque volvi¨® a convertirse en el primer tiempo en el hombre de carrera lenta pero mente r¨¢pida. Sirvi¨® dos balones de oro a Juanito, cuyos remates los rechaz¨® Bocoya con apuros. Gallego arranc¨® la primera ovaci¨®n de la tarde, lo que ya es meritorio de por s¨ª, tal como estaban los ¨¢nimos, y puso a prueba tambi¨¦n al meta gaditano en un magn¨ªfico disparo. El C¨¢diz no es que sea un equipo de carnaval, pero dej¨® claro que en sus filas no cuenta con ning¨²n jugador alem¨¢n. Juan Jos¨¦, fichado ya por el Madrid, no pudo en ning¨²n momento con Juanito. El ahora media punta izquierda realiz¨® una buena actuaci¨®n, fue el ¨²nico hombre con ideas ofensivas, y s¨®lo le falt¨® fortuna, o acierto, para haber completado su buena tarde con tres o cuatro goles. Estrell¨® dos balones en los postes y hasta se permiti¨® el alarde de hacer de Santillana en alguna ocasi¨®n.
La lesi¨®n de Del Bosque rompi¨® en parte el juego del Madrid. Su sustituto, Cort¨¦s, fue recibido con las mismas muestras de simpat¨ªa que algunos de sus compa?eros, y se pas¨® todo el segundo tiempo con los silbidos del p¨²bico en cada una de sus acciones. Al menos no tuvo que aguantar los noventa minutos que soport¨® Agust¨ªn. El Madrid fue a menos en su juego; parad¨®gicamente cre¨® mayores oportunidades, pero Pineda no tuvo su tarde, e Ito, pues eso, tampoco. Hasta siete ocasiones claras tuvo el equipo blanco para haber aumentado sus guarismos. Incluso Isidro, que tambi¨¦n sali¨® avanzada la segunda parte, cre¨® las suyas con su conocido esp¨ªritu voluntaso.
El C¨¢diz es el ¨²nico equipo que no ha logrado un punto lejos del Carranza. Y, despu¨¦s de haberle visto en el Bernab¨¦u, uno no se explica c¨®mo ha podido sacar adelante partidos en su campo ante el propio Madrid, Barcelona, Real Sociedad o Athl¨¦tic de Bilbao. Ser¨ªa dif¨ªcil elegir al peor equipo que ha pasado por Madrid esta temporada, pero entre el cuadro de Milosevic y el desquiciado Castell¨®n se llevan todos los n¨²meros de la rifa. Algunas cosillas, pocas, de Mej¨ªas y Man¨¦, y las intervenciones de Bocoya, y pare usted de contar. Al C¨¢diz le cuadran varios t¨®picos alimenticios aplicados al f¨²tbol: es una perita en dulce y desde luego carne de descenso. ?Oz¨², qu¨¦ equipo!
No s¨¦ si de haber aprovechado las facilidades de su rival, el Madrid hubiese avanzado algo m¨¢s en su dificil y no conseguida reconquista de la hinchada. Qued¨® claro que la afici¨®n del Bernab¨¦u va a mirar hacia atr¨¢s, hacia lo de Kaiserlautern, con ira. Pero nadie podr¨¢ quejarse de los intentos de cooperaci¨®n de sus rivales, C¨¢diz al margen. Perdi¨® el Barcelona de N¨²?ez en Valencia, la Real de Arconada en Alicante y el Atl¨¦tico de Cabeza en Sevilla. Todos quisieron contribuir a que Boskov vuelva a echar cuentas.
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