Francia juzga positivo el desarrollo comunitario

Francia considera positivo el primer cuarto de siglo de vida de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE), gracias, sobre todo, al desarrollo de la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n (PAC). "Pero ser¨¢ necesario que la Comunidad se adapte a las necesidades de la Europa de finales de siglo, es decir, que se realice en todos los terrenos que imaginaron sus fundadores. Ese es el deseo de los socialistas y por ah¨ª van sus esfuerzos desde que llegaron al poder", declar¨® a este corresponsal un portavoz gubernamental.

La historia de la CEE se confunde con la historia de la V Rep¨²blica, fundada por el general Charles de Gaulle en 1958. Un breve repaso de este cuarto de siglo de Francia desvela lo que ha sido para ella la evoluci¨®n de la Comunidad.De Gaulle, nacionalista a ultranza, no era precisamente un forofo de Europa, pero se pleg¨® ante un hecho consumado y a los tres principios que ya inspiraron el nacimiento de la CEE cuando, con anterioridad, se cre¨® la Comunidad Econ¨®mica del Carb¨®n y del Acero (CECA): una Europa pol¨ªtica, que integrara a la Rep¨²blica Federal de Alemania y garantizara la estabilidad y la paz en este espacio europeo; una Europa econ¨®mica, creadora de un gran mercado que se abriera al exterior, protegida por las estructuras del Mercado Com¨²n, y una federaci¨®n o confederaci¨®n de Estados que uno de los padres de Europa, Jean Monet, dec¨ªa "debe unir a los hombres".

A lo largo de la d¨¦cada de los a?os sesenta fue De Gaulle, tras la liquidaci¨®n de la ¨²ltima secuela colonial, Argelia, (quien realiz¨® el desarme aduanero y puso en pie la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n, llegando a practicar la pol¨ªtica de la silla vac¨ªa en 1955. As¨ª, Francia consegu¨ªa su ventaja mayor en la CEE. En los ¨²ltimos veinte a?os, la agricultura francesa se ha modernizado: los 130.000 tractores de entonces son ahora 1.500.000.

Otro tanto le ha ocurrido a la industria gala y a su comercio en general, que se han desarrollado y modernizado en el marco del espacio europeo. Para Francia y la Rep¨²blica Federal, y en escala menor los dem¨¢s miembros de la Comunidad, m¨¢s del 50% de sus intercambios son intraeuropeos. Por estas fechas, Europa ya se est¨¢ convirtiendo en el primer mercado mundial, superior al norteamericano y al sovi¨¦tico, cuando surge otro aspecto del desarrollo comunitario: la ampliaci¨®n.

La cuesti¨®n inglesa fue obstaculizada por De Gaulle, pero su sucesor, Georges Pompidou, en 1972, facilit¨® su entrada por entender que la construcci¨®n de una Europa pol¨ªtica no era posible sin el peso brit¨¢nico. A continuaci¨®n, las crisis sucesivas provocadas por la carest¨ªa del petr¨®leo han dificultado el crecimiento de la CEE.

Los nuevos dirigentes, socialistas, se dicen m¨¢s europeos que sus antecesores de la V Rep¨²blica. El presidente, Fran?ois Mitterrand, piensa que "Europa facilit¨® la reconciliaci¨®n francoalemana, sin la que nada hubiese sido posible".

A estas alturas de la construcci¨®n europea, Francia conviene, como los dem¨¢s, en que la CEE vive un momento cr¨ªtico. La estrategia de Par¨ªs cara al relanzamiento comunitario es la de los pasos cortos; que la agricultura no protagonice la vida comunitaria y, para ello, crear una pol¨ªtica industrial, energ¨¦tica y social.