Unas elecciones sin censo y con la mitad del espectro politico autoexcluida
Ni el Ej¨¦rcito ni el Gobierno ocultan que en El Salvador ha habido tantos fraudes electorales como elecciones. La de hoy, dicen, va a ser la primera votaci¨®n limpia en su historia dom¨¦stica. S¨®lo faltan unas horas para comprobarlo, pero las condiciones de partida no pueden ser peores: no hay censo de votantes, la mitad del espectro pol¨ªtico ha quedado fuera del proceso, los seis partidos contendientes han desarollado una campa?a m¨¢s de insultos que de argumentos pol¨ªticos, medio pa¨ªs est¨¢ sometido a los sobresaltos de la guerra, las garant¨ªas individuales siguen suspendidas y los cuerpos de seguridad a?aden cada d¨ªa nuevos nombres a la ya larga lista de muertos.El Gobierno se sentir¨¢ satisfecho con que vote medio mill¨®n de salvadore?os, 300.000 menos de los que votaron hace diez a?os. Como se trata de reducir a toda costa el ¨ªndice de abstenci¨®n, que puede ser tomado como un apoyo impl¨ªcito a la guerrilla, el Consejo Central ha pasado a dar por bueno un censo de 1,2 millones de posibles votantes, los mismos que hace diez a?os. Y esto en un pa¨ªs que duplica su poblaci¨®n cada veinte.
Fraude electoral
El ¨²nico requisito para votar es presentar la c¨¦dula de identificaci¨®n en alguna de las 5.000 urnas instaladas en trescientos colegios electorales. "La situaci¨®n de violencia ha aconsejado que se deje votar en cualquier lugar, sin que haya que desplazarse al pueblo en el que uno est¨¦ censado", afirma Jorge Bustamente, m¨¢ximo responsable de este proceso electoral
Para impedir el voto doble se sellar¨¢ la c¨¦dula y se marcar¨¢ con la huella digital del votante con tinta s¨®lo visible a la Iuz de una l¨¢mpara ultravioleta.
El Partido Dem¨®crata Cristiano, actualmente en el poder, necesita a todo trance ganar estos comicios para mantener el programa reformista del actual Gobierno. Tiene su electorado b¨¢sico en las clases medias urbanas.
Los democristianos han sido virtuales ganadores de las elecciones de 1972 y 1977, aunque en ambas ocasiones les negaran el triunfo. Pero de aquella Uni¨®n Opositora, en la que estaba el actual presidente del Frente Democr¨¢tico Revolucionario, a esta DC media un abismo. Antes Duarte era materialmente asediado. Hoy es ¨¦l quien tiene que adelantar su mano para que alguien se le acerque.
Contra la Democracia Cristiana se han centrado todos los ataques. El l¨ªder de la ultraderechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), el ex comandante Roberto D'Aubuisson, no ha cesado de llamarles corruptos, democretinos, traidores y marxistas disfrazados. "Como las sand¨ªas: verdes por fuera y rojos por dentro", ha sido su frase preferida para referirse a ellos.
Violencia organizada
Arena es el partido de la violencia organizada. Junto con los democristianos, es el ¨²nico que puede aspirar a la victoria. En San Salvador circula un chiste seg¨²n el cual Napole¨®n Duarte est¨¢ tuerto porque se le ha metido Arena en un ojo.
Una guerra sin limitaciones es lo que promete para pacificar el pa¨ªs. "No he pensado en el napaIm, pero en la guerra todo es l¨ªcito", dice con aplomo, corrigiendo anteriores declaraciones, en su despacho de Mac and Ericsson, la mayor agencia publicitaria del mundo, que se ha encargado de maquillar su imagen con notable acierto. De otro modo, ser¨ªa inexplicable que se pensase incluso en la posibilidad de victoria de un hombre acusado de ser al autor intelectual del asesinato de monse?or Romero, se?alado por el coronel Majano como el instigiador de un golpe militar de signo reaccionario en marzo de 1980, y considerado como el creador de las bandas pararnilitares.
El tercero en discordia es el Partido de Conciliaci¨®n Nacional, que estuvo en el poder, mediante elecciones fraudulentas, desde 1961 hasta 1979. Si se al¨ªa con Arena podr¨ªa formar un bloque de extrema derecha sumamente inquietante para la Democracia Cristiana.
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