Las contradicciones pol¨ªticas

( ... ) El presidente del Gobierno, se?or Calvo Sotelo, ha declarado en Sevilla que el Rey est¨¢ por encima de cualquier salpicadura" y que se ha atenuado la campa?a de descalificaci¨®n contra su persona. Casi al mismo tiempo, el capit¨¢n Alvarez Arenas, que mandaba la Polic¨ªa Militar de la DAC invasora del Congreso de los Diputados en las jornadas golpistas de febrero de 1981, provocaba en el Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito, donde se celebra el juicio militar, el primer incidente del que se intenta deducir testimonio, por si el indicado oficial hubiese incurrido en responsabilidad. En efecto, explicando su actitud del d¨ªa 23 de febrero, el capit¨¢n Alvarez Arenas ha declarado que fue al Congreso "para arropar a la Guardia Civil, porque cre¨ª que hab¨ªa sido traicionada, ya que los jefes de la operaci¨®n la hab¨ªan dejado tirada en el Congreso, y se me confirm¨® esta traici¨®n con el mensaje regio, que no se hac¨ªa extensivo a la Guardia Civil".Naturalmente, el capit¨¢n, instado por su letrado, se apresur¨® a manifestar que en modo alguno hab¨ªa querido indicar que el Rey traicion¨® a la Benem¨¦rita.

Puede tener raz¨®n el presidente del Gobierno cuando asegura que las "salpicaduras" del juicio no afectan al monarca, en la medida en que su gesto antigolpista de aquellas horas neutraliza las suspicacias. Pero se excede en optimismo cuando piensa que la campa?a contra don Juan Carlos ha remitido.

Se observan en esta dif¨ªcil actualidad bastantes contradicciones. As¨ª, por ejemplo, en punto a situaci¨®n de seguridad, sorprende que el delegado general del Gobierno en el Pa¨ªs Vasco, Marcelino Oreja, sostenga que "el terrorismo en estos momentos est¨¢ siendo aislado", lo cual supone una idea de contenci¨®n, cuando al mismo tiempo se pone en marcha un nuevo conjunto de medidas antiterroristas ante hechos que hacen prever un incremento de la violencia. El propio ministro del Interior, pese a su reciente intervenci¨®n quir¨²rgica, se precipita a su despacho, y la Uni¨®n Sindical de Polic¨ªas incluye en la relaci¨®n de sus ¨²ltimas reivindicaciones la necesidad de una determinada pol¨ªtica que incremente la seguridad de los agentes en el Pa¨ªs Vasco o, por lo menos, diluya su tiempo de exposici¨®n a los riesgos que la funci¨®n lleva consigo. ( ... )

, 30 de marzo