El Salvador: soluci¨®n pol¨ªtica o expansi¨®n de la guerra
En El Salvador, opina la oposici¨®n, hay dos alternativas para resolver la crisis por la que atraviesa esta rep¨²blica centroamericana: la primera es la salida militar que impulsa el Gobierno Reagan, y la segunda es la salida pol¨ªtica por la que lucha el Frente Democr¨¢tico Revolucionario (FDR) y el Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN). El representante en Espa?a de ambas organizaciones expone en este art¨ªculo las razones por las cuales las recientes elecciones no servir¨¢n para acabar con la guerra.
Las recientes elecciones se inscriben dentro del marco de la salida militar; ante ellas no estamos, en modo alguno, frente a ninguna salida pol¨ªtica, como lo ha pretendido presentar Reagan y sus portavoces autorizados. Las elecciones son, en esencia, parte de la salida militar concebida por la Administraci¨®n norteamericana y la Junta para resolver la crisis.Conforme a este plan militar, ellos calculan derrotarnos militarmente a la altura de los meses de julio y agosto del a?o pasado, de tal manera que las fechas de las elecciones vendr¨ªa a ser la culminaci¨®n del proceso de pacificaci¨®n, realizado sobre la base de nuestro aniquilamiento por el Ej¨¦rcito salvadore?o. Este era el plan, eso no result¨® as¨ª y muy por el contrario, en los, meses de julio y agosto, el FMLN desat¨® una reactivaci¨®n de sus operaciones militares que pusieron al Ej¨¦rcito en una situaci¨®n muy dif¨ªcil e hicieron fracasar ese plan, pero las elecciones continuaron, siendo presentadas como la ¨²nica salida pol¨ªtica.
Ahora, las elecciones tienen otro sentido: cumplen el papel de legalizar la agresi¨®n militar del Gobierno de Estados Unidos a partir del establecimiento en El Salvador, de un Gobierno surgido de unas elecciones como ¨¦stas. Estando el pa¨ªs en guerra, en medio de la represi¨®n m¨¢s salvaje y feroz contra el movimiento popular y el pueblo, en su conjunto; estando una serie de regiones del pa¨ªs controladas militarmente por las fuerzas insurgentes, se realizan estas elecciones, pero, independientemente de las condiciones en que se realizan, ¨¦stas dan lugar a un Gobierno. Este Gobierno pide ayuda a otro Gobierno amigo, en este caso el de Reagan, y ¨¦l le presta ayuda militar. Tenemos, entonces, la creaci¨®n de un marco legal para la agresi¨®n y es ¨¦ste el objetivo con el cual ellos est¨¢n trabajando en este momento. Se trata entonces de elecciones celebradas en el marco de la guerra, una guerra muy cruel y muy sanguinaria, que afecta a toda la poblaci¨®n; pr¨¢cticamente en El Salvador no hay ni una sola familia que no est¨¦, directa o indirectamente, afectada por ella. Esas elecciones, en esas condiciones, no son ninguna soluci¨®n. El FMLN frente a esas elecciones ha establecido su posici¨®n: 1. Las elecciones no son la soluci¨®n a la crisis. 2. Las elecciones no van a traer la paz al pa¨ªs. 3. Las elecciones no terminan con la guerra.
Nosotros no planteamos que impedir¨ªamos las elecciones, tampoco hablamos que ir¨ªamos a boicotearlas, no hemos sostenido una lucha en contra de las elecciones en el terreno electoral. Lo que nosotros sostenemos es que estas elecciones no traen la paz, no son la soluci¨®n a la crisis y a la guerra que contin¨²a. Frente a estas elecciones, el FDR y el FMLN desarrollan su trabajo pol¨ªtico y militar en todo el pa¨ªs, de tal manera que, tengan valor poco significativo, a tal punto que se nulifique su efecto. Esta es nuestra conducta frente a las elecciones.
Propuesta pol¨ªtica
Desde hace cierto tiempo hemos manifestado en diversos foros internacionales, la necesidad de encontrar una salida pol¨ªtica a la crisis, partiendo de nuestro inter¨¦s de reducir el coste social, ya enorme, del proceso pol¨ªtico revolucionario que se desarrolla en nuestro pa¨ªs. El camino es arribar a una soluci¨®n negociada en base al di¨¢logo, entre las fuerzas que estamos luchando. En las Naciones Unidas hemos dado a conocer esta posici¨®n y ahora tenemos una propuesta completa sobre la pol¨ªtica de negociaci¨®n.
Estamos presentando a la opini¨®n p¨²blica internacional esta propuesta de negociaci¨®n, y creemos que adem¨¢s, ¨¦sta va al encuentro de la exigencia de Gobiernos amigos y democr¨¢ticos, incluso de Gobiernos amigos de Estados Unidos, exigencia que se expresa en la necesidad de encontrar una soluci¨®n negociada a la crisis. Pero para encontrarla no hay otro camino m¨¢s que el de conversar con el FDR y el FMLN. Sin ellos no puede haber una soluci¨®n en el pa¨ªs. Nosotros creemos que en la propuesta actual se contienen los elementos y los problemas centrales que preocupan a las partes involucradas, incluyendo al propio Gobierno de Estados Unidos. No estamos interesados en levantarle un altar a la violencia y a la guerra. Hemos ido a la guerra y estamos desarrollando la guerra porque as¨ª nos ha sido impuesto.
Tenemos en El Salvador una experiencia variada de participaci¨®n electoral, hemos llevado a las elecciones candidatos presidenciales civiles, candidatos presidenciales militares, pero hoy hacemos la guerra porque al pueblo salvadore?o le cerraron todos los caminos para conquistar la libertad y la paz, y as¨ª le impusieron la guerra y estamos dispuestos a llevarla a los niveles de profundidad y extensi¨®n que sea necesaria para conquistar esa paz y esa libertad, pero no le levantamos un altar a la guerra, de ah¨ª nuestra disposici¨®n a entablar negociaciones.
El Gobierno norteamericano y la Junta no han dado muestras, hasta ahora, de tener voluntad alguna de negociar y, muy por el contrario, se apresta a agredirnos militarmente, tenemos conocimiento de operativos que est¨¢n realizando bas¨¢ndose en fuerzas aerotransportadas situadas en las bases de Fort Brag, en Carolina del Norte, calculando incluso el empleo de portaaviones de la flota del Pac¨ªfico y de las unidades navales dispersadas en la zona del Caribe, concretamente, el portaaviones Kennedy y el Eisenhower. Fuerzas militares muy grandes, con un gran poder de fuego y de movimiento para invadir nuestro pa¨ªs. Hasta ahora se han detenido, pero ellos son los que tienen la palabra. No queremos que nos agredan y no estamos interesados en que nos invadan, pero tampoco vamos a aceptar ninguna pol¨ªtica de chantaje, ni de presi¨®n, si ¨¦sta se presenta como condici¨®n para que se rindan las fuerzas o claudiquen. La guerra se desarrolla, pero levantamos la bandera del di¨¢logo y la negociaci¨®n.
Ofensiva revolucionaria
En el campo militar, el fen¨®meno m¨¢s importante, es el que el Ej¨¦rcito democristiano ha perdido la iniciativa y ¨¦sta es la caracter¨ªstica central del desarrollo de la guerra: p¨¦rdida de la iniciativa por parte del enemigo. A partir de la ¨²ltima ofensiva que ellos desataron en contra de Moraz¨¢n, que ten¨ªa como objetivos: por un lado impedir que el FMLN llegara a tener condiciones para una nueva ofensiva militar a trav¨¦s del desgaste de nuestra log¨ªstica. No pensaban ellos en una campa?a de aniquilamiento, era una campa?a de desgaste. Por otro lado, el segundo objetivo espec¨ªfico era la destrucci¨®n de Radio Venceremos. No lograron ni lo uno, ni lo otro. Es m¨¢s, el ahora general Jos¨¦ Guillermo Garc¨ªa, ministro de Defensa, anunci¨® la destrucci¨®n de la radio, pero a la semana siguiente estaba Radio Venceremos transmitiendo y en mejor forma.
El objetivo del desgaste log¨ªstico del FMLN tampoco se logr¨®. A partir de all¨ª, la iniciativa pas¨® a nuestras manos, y el FMLN golpe¨® al enemigo en la zona de oriente, tom¨® localidades: Sociedad, Sensembra, Osicala, Usulut¨¢n, San Fernando, Chalatenango; se reactivaron las operaciones militares en la zona occidental del pa¨ªs, se golpea en la zona central, San Vicente, la zona del volc¨¢n Chinchontepeque, es decir, toda una reactivaci¨®n militar del FMLN, y el ej¨¦rcito enemigo pierde su iniciativa en la guerra. La operaci¨®n militar de Usulut¨¢n es importante porque el enemigo hab¨ªa desplegado sus fuerzas en la ciudad y los alrededores, pese a eso el FMLN tom¨¦ la ciudad y se arrincon¨® al enemigo en los cuarteles, se les caus¨® muchas bajas, se aniquilaron las unidades militares que en auxilio venian de oriente, de la ciudad de San Miguel. San Salvador, la capital del pa¨ªs ya no es aquella ciudad que la Junta presentaba a la opini¨®n p¨²blica internacional como la muestra de que hab¨ªa tranquilidad en el pa¨ªs, en la capital, el enemigo pasa d¨ªa y noche amenazado por nuestras fuerzas. El importante y contundente golpe contra la base a¨¦rea de Ilopango, muestra claramente las caracter¨ªsticas de la guerra y la audacia, desarrollo y experiencia de las unidades militares del FMLN.
La guerra profundiza y el Ej¨¦rcito ha perdido la iniciativa por dos razones: 1. Porque el FMLN ha desarrollado una enorme capacidad militar; 2. Porque el Ej¨¦rcito est¨¢ averiado por sus mismas contradicciones internas.
En el ascenso de los coroneles Jos¨¦ Guillermo Garc¨ªa, Eugenio Vides Casanova y Jaime Abdul Guti¨¦rrez. al grado de generales y en la afirmaci¨®n de Garc¨ªa corno jefe del Ej¨¦rcito, se expresa toda una lucha interna en la instituci¨®n, que en un determinado momento amenaz¨® con provocar la renuncia de la Junta de Gobierno de Abdul Guti¨¦rrez. Tambi¨¦n el marco de estas contradicciones situ¨® a Napole¨®n Duarte en una situacion casi al borde de su sustituci¨®n, en un nudo de contradicciones cada d¨ªa m¨¢s evidente, que el Ej¨¦rcito no puede derrotarnos y que les estamos derrotando, y esto acerca la posibilidad de la agresi¨®n directa o indirecta de EE UU.
Este es el peligro que ahora pende sobre el pueblo salvadore?o, la l¨®gica de la pol¨ªtica trazada por Reagan no indica otra cosa m¨¢s que eso. Si est¨¢ ayudando al Ej¨¦rcito salvadore?o y est¨¢ envi¨¢ndole asesores; si repone de inmediato los helic¨®pteros y aviones destruidos por nuestras fuerzas en el ataque del 28 de enero contra la base militar de Ilopango, si le env¨ªa r¨¢pidamente, aun a pesar de la oposici¨®n del Congreso, otros aviones m¨¢s sofisticados, si est¨¢ entrenando 490 oficiales y mil soldados en Fort Benning, si despu¨¦s de todo esto no derrota al pueblo salvadore?o alzado en armas, lo l¨®gico es pensar que acaricia y se siente tentado a ordenar la intervenci¨®n en cualquiera de las modalidades -directa o indirectamente- que ya tiene planificadas.
La amenaza inmediata que se cierne sobre nuestra patria es la agresi¨®n norteamericana, aunque ¨¦sta no sea hecha con la propia mano, sino utilizando una de sus modalidades, como la de la intervenci¨®n de los Ej¨¦rcitos de Argentina, Chile, Colombia y/o Venezuela. Sostenemos que cualquier intervenci¨®n extranjera conducir¨¢, a la inmediata regionalizaci¨®n del conflicto, afectando as¨ª a Centroam¨¦rica y al Caribe, pensamos adem¨¢s que ello podr¨ªa derivar hacia un conflicto internacional de mayores y m¨¢s graves proporciones, con el que se amenace incluso la paz en el mundo. Es por ello que los Gobiernos democr¨¢ticos y la solidaridad de los pueblos, en sus distintas expresiones, deben exigir el reconocimiento de la representatividad del FDR-FMLN, su rechazo a la pol¨ªtica militarista de Reagan y la importancia de celebrar las conversaciones de paz.
es representante del FDR-FMLN en Espa?a y Portugal.
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