Haig afirma en Londres que la situaci¨®n es "tensa y muy dif¨ªcil"
Alexander Haig, secretario de Estado norteamericano, lleg¨® ayer tarde a Londres para intentar buscar lo que calific¨® de una "dif¨ªcil" soluci¨®n diplom¨¢tica a la crisis angloargentina sobre las islas Malvinas. "No estoy aqu¨ª para hacer juicios de valor en p¨²blico, la situaci¨®n es muy dif¨ªcil y tensa", se?al¨® Haig. Ayer, el ministro brit¨¢nico de Defensa, John Nott, declar¨® que "dispararemos los primeros" a partir del lunes, fecha en que como anunci¨® la v¨ªspera, entra en vigor la zona de guerra alrededor de las disputadas islas.Haig lleg¨® a Londres a las 17.00 horas, sin la corte de periodistas que le suele acompa?ar, lo cual indica que quiere hacer sus gestiones discretamente. Haig se entrevist¨® con "su viejo amigo Pym", el titular de Foreign Office, y con la primera ministra, Margaret Thatcher, en cuya residencia oficial se celebr¨® una cena de trabajo a la que asisti¨® Nott. Thatcher insisti¨® en que Haig llegaba "como un amigo y aliado" y no como un mediador. Nott, refiri¨¦ndose a Haig, se?al¨® que "no se puede ser imparcial entre un agresor y alguien que defiende su propio territorio".
El secretario de Estado norteamericano estaba en una dif¨ªcil posici¨®n en Londres, pues los brit¨¢nicos insisten en que no habr¨¢ negociaci¨®n hasta que se retiren las tropas argentinas de las Malvinas. El propio Haig declar¨® que "no tra¨ªa en el bolsillo ninguna soluci¨®n aprobada por los Estados Unidos", s¨®lo la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y no pensaba hacer ninguna declaraci¨®n concreta antes de partir esta ma?ana para Buenos Aires.
En el tiempo de interpelaciones por la ma?ana a la primera ministra, en una c¨¢mara de los Comunes en donde s¨®lo estaban presentes un 10% de los diputados, Margaret Thatcher volvi¨® a hablar de recuperar la "administraci¨®n" y no la "soberan¨ªa" brit¨¢nica de las Malvinas, asentando as¨ª la base de un compromiso que podr¨ªa resultar honorable para ambas partes. Pero, en medios diplom¨¢ticos brit¨¢nicos, cund¨ªa ayer el pesimismo sobre esta posibilidad.
La primera rninistra declar¨® asimismo que no reparar¨¢ en los gastos que ocasione la operaci¨®n militar, pues "est¨¢ en juego el futuro de la libertad y la reputaci¨®n de Gran Breta?a". Pero si es necesario dinero, Margaret Thatcher lo lograr¨¢ por "medios ortodoxos y no inflacionarios".
Thatcher revel¨® asimismo que ordenar¨¢ una investigaci¨®n sobre el comportamiento de la diplomacia brit¨¢nica en esta crisis que llev¨® a la dimisi¨®n de lord Carrington. El Parlamento brit¨¢nico comenz¨® ayer sus vacaciones, pero ser¨¢ convocado si es necesario. La primera ministra rechaz¨® por el momento la idea de movilizar a la reservas de las fuerzas armadas.
Seg¨²n informaciones de la BBC, el submarino de propulsi¨®n nuclear Superb y otro sumergible brit¨¢nico estar¨ªan ya amenazando al portaviones Veinticinco de mayo -buque insignia argentino- ante el puerto de Belgrano. Nott ha se?alado claramente que la primera intenci¨®n del destacamento naval brit¨¢nico en rumbo hacia las Malvinas ser¨¢ el impedir que las fuerzas militares argentinas refuercen desde el continente su posici¨®n en las islas.
Al final del debate parlamentario del mi¨¦rcoles, Nott revel¨® por primera vez la composici¨®n del destacamento naval. Aunque seguramente a¨²n incompleto, este destacamento es menor de lo que se esperaba. Contar¨¢ con quince grandes buques de guerra, entre los que figuran dos portaeronaves, un nav¨ªo de asalto, cinco destructores y siete fragatas. Contar¨¢, adem¨¢s, con doce buques auxiliares de suministros. El n¨²mero de submarinos no ha sido revelado, pero se entiende que son cuatro.
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