La Orquesta de St. Martin in the Fields, excelente int¨¦rprete de Mozart

Un programa Mozart, interpretado por la Academia de St. Martin in the Fields, de Londres, es garant¨ªa de calidad y de gran ¨¦xito. Una y otro se han producido el mi¨¦rcoles con ocasi¨®n de la nueva visita de lona Brown y su grupo de instrumentistas (quince arcos, a los que se a?aden, cuando es necesario, dos oboes y dos trompas). El teatro Real registr¨® un lleno hasta la bandera, y la primera gran ovaci¨®n se produjo ya a la salida de la orquesta y su directora-solista.Luego pudimos escuchar una versi¨®n perfecta, por viva y bien ritmada, por calidad y cohesi¨®n sonoras, por la intenci¨®n de c¨¢ma ra que la anim¨®, de la m¨¢s que c¨¦ lebre, popular, Peque?a serenata en sol, verdadera s¨ªntesis del esp¨ªritu mozartiano m¨¢s galante y ligero de vuelo.

Muchos a?os antes, cuando no hab¨ªa cumplido los diez, compuso Mozart la primera sinfon¨ªa en mi bemol (1765), que todos los comentaristas sin excepci¨®n relacionan con las oberturas de Juan Christian Bach, y muchos autores, con el est¨ªlo sinf¨®nico-teatral predominante en buena parte de la obra instrumental del m¨²sico salzburgu¨¦s, En definitiva est¨¢ presente la influencia de la escuela de Manheim, con su rico juego de contrastes din¨¢micos. Con todo, y tratarse de una p¨¢gina juvenil, el genio de Mozart aparece con evidencia: t¨¦cnica como inspiraci¨®n, estilo de los temas, desarrollos breves pero magistrales, contraposici¨®n entre lo ligero y lo levemente dram¨¢tico.

En la otra sinfon¨ªa programada, la n¨²mero 29?, en la mayor, de 1774, el sinfonismo mozartiano remonta hacia la definitiva madurez, gracias a la riqueza de invenci¨®n, el juego contrapunt¨ªstico y la unidad ambiental determinada por el color de la orquesta y la escritura del autor de Las bodas de F¨ªgaro.

El Concierto n¨²mero 3, para viol¨ªn (1775) fue expuesto por la Brown con profunda elegancia desde un buen saber la t¨¦cnica y el estilo y desde un viv¨ªsimo sentido contrastante. El virtuosismo necesario para que la intenci¨®n del solista se convierta en realidad expresiva brill¨® en lona Brown, due?a de un sonido muy bello y de un temperamento c¨¢lido que la raz¨®n modera paso a paso, frase a frase.

Un gran concierto (incluidos los solicitados encores), que contin¨²a el Il Festival de Primavera (Iberm¨²sica), iniciado por la Orquesta de Washington, para continuar con el Coro y Colegium de Munich en la Misa en si menor, de Bach (16 de abril), y clausurarse por tres programas de la sinf¨®nica londinense dirigida por Claudio Abbado (21, 22 y 23 de mayo).