El control ha superado a la participaci¨®n en la transici¨®n pol¨ªtica en Espa?a, seg¨²n el an¨¢lisis de Vidal Beneyto
Una fuerte carga de corporativismo y una concepci¨®n de la democracia como sistema de control m¨¢s que de participaci¨®n son dos de los rasgos m¨¢s acusados de la democracia formal, que se observan en la etapa de la transici¨®n, a juicio de Jos¨¦ Vidal Beneyto, uno de los ponentes en la primera de las Jornadas de Educaci¨®n para la Democracia, que organiza la Liga Madrile?a de la Ense?anza y la Cultura Popular.
La primera de las cinco mesas redondas previstas, que tuvo lugar el pasado martes en el Centro Cultural de la Villa, estuvo dedicada al an¨¢lisis de la cultura pol¨ªtica ciudadana. En el coloquio, moderado por Valeriano Bozal, participaron los profesores Miguel Mart¨ªnez Cuadrado, Carlos Par¨ªs y Jos¨¦ Vidal Beneyto.Miguel Mart¨ªnez Cuadrado traz¨® el perfil del sexenio democr¨¢tico (1976-1981), del cual destac¨®, como aspectos m¨¢s positivos en el terreno pol¨ªtico, la recuperaci¨®n de las libertades p¨²blicas y el ejercicio de la democracia pol¨ªtica, y, en el ¨¢mbito social, la reforma de las instituciones, lo que le condujo a afirmar que se trataba de algo mucho m¨¢s profundo que una simple modernizaci¨®n. En este sentido no cabr¨ªa hablar del desencanto, al que de una u otra forma aludieron todos los participantes.
Por su parte, Carlos Par¨ªs se centr¨® en el papel de los intelectuales ante la situaci¨®n pol¨ªtica, y caracteriz¨® a los espa?oles como un tipo de intelectuales que "sustituyen la participaci¨®n activa en la vida pol¨ªtica por la direcci¨®n y la ejemplaridad ¨¦ticas" hasta llegar a considerar el compromiso pol¨ªtico como una "claudicaci¨®n". Semejante actitud podr¨ªa tener, y de hecho ha tenido, consecuencias profundamente negativas: "la marginaci¨®n del intelectual respecto de la pol¨ªtica y la separaci¨®n entre los intelectuales y el movimiento obrero".
El papel jugado en estos a?os por los "poderes f¨¢cticos" -jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica, empresariado, ej¨¦rcito y fuerzas de seguridad- y los cuerpos de funcionarios del Estado; la forma con que los partidos han hecho su pol¨ªtica -criptopol¨ªtica, en muchas ocasiones, seg¨²n Carlos Par¨ªs-, y el car¨¢cter del proceso de transici¨®n, "sin ruptura ni continuidad" son, a su juicio, los elementos determinantes de esa situaci¨®n actual de apat¨ªa pol¨ªtica a la que ser¨ªa preciso combatir con una fuerte movilizaci¨®n.
En este punto coincidi¨® Jos¨¦ Vidal Beneyto: la "presencia en la calle" y la "reflexi¨®n cr¨ªtica en los ¨¢mbitos propios de actividad" son dos exigencias inexcusables y urgentes. "La izquierda", indic¨® Vidal Beneyto, dando a este t¨¦rmino su sentido m¨¢s amplio, "no puede dejar la calle y mucho menos, legitimar su dejaci¨®n, tal y como sucede hoy d¨ªa, como revelan actos y situaciones como el 20-N.
En su opini¨®n, la democracia formal opera en Espa?a sobre modalidades de comportamiento social diferentes a las de Europa. Una fuerte carga de corporativismo y una concepci¨®n de la democracia como "sistema de control m¨¢s que de participaci¨®n" son dos de sus rasgos m¨¢s acusados.
Ello ha determinado una "fuerte interiorizaci¨®n de la vida pol¨ªtica", con una consecuencia decisiva, y es que el conflicto social se ha integrado en el aparato del Estado, y el Parlamento se convierte en instrumento legitimador m¨¢s que en verdadero ¨®rgano legislativo.
Destac¨®, asimismo, el papel de los medios de comunicaci¨®n social, a quienes la din¨¢mica social parece empujar m¨¢s a hacer propuestas espec¨ªficas de realidad que a incorporar los m¨²ltiples datos que en la misma intervienen".
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