Peligros del Instituto de Fomento a la Exportaci¨®n
El Consejo de Ministros del pasado 2 de abril aprob¨® un decreto-ley por el que se crea el Instituto Nacional de Fomento a la Exportaci¨®n (INFE).Los rumores que han precedido a la creaci¨®n del Instituto, las propuestas del PSOE para que se creara, las ideas de la CEOE de llevar a cabo un instituto privado y, en fin, la propia rese?a del Consejo de Ministros nos permiten ver las l¨ªneas maestras de lo que va a ser la nueva entidad que, queda claro, depende del Ministerio de Econom¨ªa y Comercio, del que "hereda" la parte de promoci¨®n de exportaciones de la Direcci¨®n General de Exportaci¨®n.
Pr¨®ximamente deber¨¢n nombrarse el presidente, los siete representantes del sector p¨²blico y los siete del privado que deber¨¢n componer el consejo del Instituto.
El tema de la creaci¨®n de un Instituto de Fomento a la Exportaci¨®n no puede considerarse nuevo, ni mucho menos. Ya en el primer plan de desarrollo, 1964-1967, el legislador manifest¨® que se iba a crear un instituto de tal tipo para promocionar las exportaciones, siguiendo los modelos de otras instituciones extranjeras similares, y desde entonces la idea ha ido reapareciendo de cuando en cuando entre el arsenal de las medidas posibles para que la exportaci¨®n reciba una ayuda aut¨¦nticamente estimulante.
Una serie de pa¨ªses ofrecen ejemplos m¨¢s o menos exitosos, que han sido muchas veces invocados como antecedente a seguir: el JETRO japon¨¦s, el ICE italiano, el CNCE franc¨¦s, la OBCE belga, el IMCE mexicano, la OSEC suiza figuran entre los mismos, aunque el estatuto de dichas entidades difiera de forma notable de unos casos a otros, tanto si nos fijamos en su estatuto m¨¢s o menos p¨²blico como en el n¨²mero de funcionarios que emplean o en sus relaciones con los ministerios de Asuntos Exteriores o de Comercio de cada pa¨ªs.
El panorama mundial de Institutos de Fomento es, en consecuencia, tan amplio que hay abundantes posibilidades de elegir la v¨ªa que pueda resultar m¨¢s adecuada para impulsar la exportaci¨®n de acuerdo con las realidades actuales de nuestro comercio exterior y la realidad del funcionamiento de la maquinaria espa?ola de apoyo a la actividad exportadora tanto de fronteras para dentro como de fronteras para fuera.
Un primer peligro que es necesario evitar en la pr¨®xima vida del INFE es el de la excesiva burocratizaci¨®n. En tal problema han incurrido los organismos de promoci¨®n de algunos pa¨ªses que han creado oficinas fuera del pa¨ªs, que actualmente est¨¢n duplicando, triplicando o hasta cuadruplicando las actividades que tradicionalmente cubren las embajadas, las oficinas comerciales de las embajadas o las c¨¢maras de comercio nacionales en el extranjero.
Un segundo peligro a evitar, y que he podido comprobar en mis trabajos de asesoramiento de promoci¨®n de exportaciones como consultor del Centro de Comercio Internacional UNCTAD/GATT, ha sido el de los antagonismos
que se producen, en el caso de ciertos pa¨ªses, entre los funcionarios de los diferentes niveles que no se coordinan entre s¨ª o est¨¢n, incluso, claramente enfrentados por cualquier tipo de consideraciones, lo cual resta eficacia a una utilizaci¨®n eficiente de los recursos p¨²blicos o p¨²blico-privados empleados en la promoci¨®n de exportaciones.
Experiencia positiva en otros pa¨ªses
He podido ver en otros casos, y este es un tercer peligro, que la creaci¨®n de un organismo central de promoci¨®n de exportaciones pone en guardia en su contra a los organismos antes activos en este campo, que a partir de la creaci¨®n ven disminuir sus posibilidades de acci¨®n al tomarlo todo o casi todo en mano el nuevo organismo aglutinador, con lo cual, adem¨¢s, quedan subempleados recursos antes utilizados a mayor rendimiento en la tarea promocional.
En otros pa¨ªses, en cambio, la experiencia de un organismo central de promoci¨®n de exportaciones est¨¢ resultando positiva y adaptada a la demanda de servicios y ayudas por parte de los sectores exportadores o con posibilidad de serlo. En la confianza, precisamente, de llegar a tal eficaicia, muchos pa¨ªses han creado organismos de este tipo, y hay que confiar en que el nuevo Instituto espa?ol siga m¨¢s por esta senda de eficacia que por las de los peligros que antes apuntaba.
En los ¨²ltimos a?os la exportaci¨®n espa?ola ha dado avances significativos por la convergencia de una serie de factores y de esfuerzos. La exportaci¨®n espa?ola es hoy una exportaci¨®n diversificada y compleja, hecha en parte por el sector privado nacional, en parte por el sector privado multinacional y en parte por el sector p¨²blico. Desde el Ministerio de Comercio -ahora de Econom¨ªa y Comercio- se han planteado abanicos de acciones en favor de la exportaci¨®n que en ocasiones han tenido gran eficacia y que en muchos casos han tenido un coste reducido. No hay, por ejemplo, m¨¢s que traer al recuerdo el ejemplo del CEDIN para darse cuenta de lo mucho que se ha avanzado para dar a conocer mejor los mercados exteriores a los exportadores potenciales, y todo ello, a un coste perfectamente proporcionado con los resultados obtenidos. Desde otras entidades, c¨¢maras de comercio, agrupaciones sectoriales o zonales, etc¨¦tera, se han llevado tambi¨¦n a cabo experiencias m¨¢s o menos modestas de apoyo.
En el exterior, las embajddas, las oficinas comerciales y las c¨¢maras de comercio han desarrollado acciones m¨¢s o menos coordinadas y m¨¢s o menos eficaces, pero que, en todo caso, suponen ya un acervo de innegable valor.
En la Espa?a de las autonom¨ªas, y contando con las limitaiciones constitucionales, algunos Gobiernos aut¨®nomos est¨¢n desarrollando acciones de potenciaci¨®n de la base exportadora.
Con todo este panorama promocional actual, la puesta en marcha del Instituto Nacional de Fomento a la Exportaci¨®n debe tratar de aglutinar y potenciar todos los esfuerzos existentes y debe tratar de evitar los peligros que, como antes dec¨ªa, han hecho caer a organismos similares de determinados pa¨ªses en cotas muy bajas de la relaci¨®n eficacia/coste.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.