Felipe Gonz¨¢lez convenci¨® ayer a los mineros de Cala para que abandonaran la huelga de hambre y recibieran al m¨¦dico

Felipe Gonz¨¢lez llev¨® ayer a Cala, a los mineros encerrados en la mina desde hace veintinueve d¨ªas, a sus mujeres y a su hijos, un soplo de calma. Su presencia, a t¨ªtulo particular, en la galer¨ªa de la mina, sirvi¨® para que los mineros abandonasen la huelga de hambre que mantienen desde hace tres jornadas, el aislamiento con el mundo exterior y la, negativa a recibir al m¨¦dico del pueblo. Sus esposas e hijos influyeron en su actitud al querer encerrarse con ellos. Los mineros, sin embargo, mantendr¨¢n el encierro hasta que el Gobierno no fije la fecha de iniciaci¨®n de las obras de la planta de pellets en Fregenal de la Sierra. Hoy se celebrar¨¢ una concentraci¨®n de extreme?os en esta ¨²ltima localidad.

Felipe Gonz¨¢lez lleg¨® a la Casa del Pueblo de Cala, (Huelva), a las 11.30 horas de la ma?ana acompa?ado de su mujer. Tras informarse de las condiciones que rodean a los mineros encerrados, se traslad¨® al interior de la galer¨ªa, donde permaneci¨® por espacio de una hora. Los mineros encerrados sometieron al secretario general del PSOE a un bombardeo de preguntas y comentarios. Felipe Gonz¨¢lez plante¨® que eran ellos quienes deb¨ªan tomar sus propias decisiones, pero insisti¨® en que abandonaran la huelga de hambre y admitieran la presencia del m¨¦dico. El l¨ªder socialista razon¨® que bajo ning¨²n concepto se pod¨ªan permitir que el encierro se cobrara una vida humana. Al abandonar la galer¨ªa, declin¨® toda invitaci¨®n para realizar declaraciones.Felipe Gonz¨¢lez se dirigi¨® a continuaci¨®n al viejo teleclub, donde fue recibido por los hijos de los mineros encerrados. All¨ª se interes¨® por sus edades y estudios y firm¨® aut¨®grafos dedicados a cada uno de ellos. En la casa consistor¨ªal, donde permanecen encerradas las mujeres, hubo flores, sonr¨ªsas y l¨¢grimas. Algunas mujeres no pudieron evitar que el llanto aflorase a sus ojos. Felipe Gonz¨¢lez les pidi¨® calma. "Mantened la calma", dijo "porque es la manera de tranquilizar a vuestros maridos". Cuando le preguntaron por el futuro de la planta de pellets respondi¨® que para aquella regi¨®n es un "problema de conciencia social".El PSOE, a favor de la planta

Felipe Gonz¨¢lez insisti¨® ayer en la necesidad de levantar la planta de pellets. "El PSOE, con los datos que tiene, cree necesario realizar el proyecto de pellets aunque haya que hacer frente a unos cientos de millones de pesetas de subvenci¨®n. En Extremadura, adem¨¢s, no hay ninguna empresa p¨²blica". A continuaci¨®n critic¨® al Gobierno por el intento de tratar de hacer creer que "nosotros, el PSOE, criticaremos el proyecto si no es rentable No es as¨ª y ya se lo dijimos en varias oportunidades". Antes de partir adelant¨® que la pr¨®xima semana volver¨¢ y, quiz¨¢, con mejores noticias.

La presencia de Felipe Gonz¨¢lez en la mina de Cala sirvi¨® para sacar a uno de los hombres all¨ª encerrado. Manuel Bernaldez de 51 a?os de edad, apareci¨® en la boca del t¨²nel enfundado en una manta, con los ojos enrojecidos y poblada barba. No salud¨® a nadie ni conoci¨® a nadie. Algunos familiares suyos estaban all¨ª Fue trasladado a Sevilla en la ambulancia de la empresa. Ofrec¨ªa s¨ªntomas de agotamiento.

A primera hora de la tarde de ayer los veintiseis mineros encerrados aceptaron la presencia en el t¨²nel de un grupo de periodistas y fot¨®grafos, por primera vez desde que comenzara la huelga de hambre. En la b¨®veda que les acoge, a un kil¨®metro de la entrada del t¨²nel, los mineros, dirigidos por Jos¨¦ Antonio Saavedra, secretario general de la Federaci¨®n Estatal Minera de UGT, mantuvieron un profundo silencio. No quisieron hacer ninguna declaraci¨®n. Se remitieron a su ¨²ltimo comunicado, en el que entre otras cosas, piden a sus mujeres e hijos que no intenten entrar en la mina.

La entrada en el t¨²nel de la mina es una puerta a un infierno. Las luces de la furgoneta que acerca a las visitas hasta la b¨®veda donde viven los mineros no alumbra m¨¢s all¨¢ de diez metros. Tal es la cantidad de humo y gases all¨ª concentrados. Los mineros se encuentran en una ancha y redonda bifuircaci¨®n del t¨²nel. Disponen de literas soportadas por estructuras de madera y mantienen encendidas d¨ªa y noche una hoguera de gruesos troncos. Un par ele mesas aguantan una l¨¢mpara de gas. Al fondo se oye el rumor de un riachuelo de agua. Hay humedad.

Sobre una de las mesas hay varias botellas de zuma de naranja. Los mineros permanecen callados. Quien m¨¢s quien menos trata de descansar sobre las literas, con el mono puesto y los ojos enrojecidos por el humo. Los falses de los fot¨®grafos les molestan. Se resp¨ªra una tensa atm¨®sfera. Alguien se acerca al fondo de la b¨®veda y un minero, con voz seca, ordena que se pare. All¨ª, dice, hay dinamita. La dinamita, seg¨²n aseguran, tambi¨¦n est¨¢ colocada y listas las conexiones para activarla y cerrar la boca del tunel. Los mineros temen que la Guardia Civil entre en la galer¨ªa. Por ello tienen preparados los barrenos.

Ma?ana hace un a?o que varios miembros del Gobierno anunciaron en Fregenal de la Sierra (Badajoz), entre repiques de campanas la puesta en marcha del proyecto PRESUR. Hoy, Fregenal de la Sierra ser¨¢ el escenario de una concentraci¨®n de extreme?os. Responsables de la convocatoria esperan contar con la presencia de treinta mil personas a las doce de la ma?ana en la plaza mayor del pueblo.