La angustia de rendimiento determina la mayor¨ªa de las disfunciones sexuales en el hombre

Muchos de los participantes en la jornada sobre La sexualidad masculina en crisis, que se celebr¨® el pasado s¨¢bado en Madrid, salieron con la duda de si el t¨ªtulo de la sesi¨®n, organizada por la Sociedad Espa?ola de Ciencias Sexol¨®gicas, se ajustaba a la realidad. La mayor¨ªa de los ponentes neg¨® que hubiera tal crisis espec¨ªfica o la situaron dentro de la crisis de modelos actual. No falt¨® quien se?alara valientemente que "todos estamos en crisis, pero nosotros -los hombres- m¨¢s". En todo caso, la sexolog¨ªa, especialidad todav¨ªa en mantillas en Espa?a, hizo una de sus primeras apariciones p¨²blicas, lo que sirvi¨® para justificar el inter¨¦s suscitado por la jornada.

Gilbert Tordjinan, presidente de la Sociedad Mundial de Sexolog¨ªa, fue uno de los que negaron que ahora hubiera mayor n¨²mero de problemas sexuales que antes. "Lo que ha cambiado han sido las normas socioculturales. Ahora, en vez de confiar en el amigo o en el sacerdote, se acude a la consulta del especialista sexual, a quien se le piden nuevas normas de actuaci¨®n, porque ya no sirven las tradicionales".El sex¨®logo, seg¨²n el doctor Tordjinan -franc¨¦s, catalizador de la sexolog¨ªa europea y nexo de uni¨®n con la norteamericana-, no debe nunca dar recetas. "Una informaci¨®n excesiva y no controlada en los medios de comunicaci¨®n hace m¨¢s mal que bien. La gente lee que debe efectuar el coito tantas veces por semana, que debe sentir ciertas sensaciones en el orgasmo. Todo esto crea dificultades artificiales. El sex¨®logo debe educar al individuo de forma que pueda ¨¦l mismo hallar su ecuaci¨®n personal en el comportamiento sexual".

En el hombre, la llamada angustia de rendimiento, el miedo a no poder cumplir el papel que se espera del macho, es la causa del mayor n¨²mero de trastornos sexuales cuando no existe causa fisiol¨®gica. "En los a?os setenta se dec¨ªa que todas las disfunciones sexuales ten¨ªan una causa psicol¨®gica, pero yo he encontrado que en el 50% de los casos la causa es m¨¦dica", afirm¨® Tordjman. Volviendo a la angustia de rendimiento, el sex¨®logo franc¨¦s la relacion¨® con la imposibilidad de mantener el mito de la virilidad frente a la mujer que toma la iniciativa. "La sexualidad siempre ser¨¢ conflictiva, pero la situaci¨®n actual, de intercambiabilidad en los papeles del hombre y la mujer, ha agudizado el conflicto".

Hasta hace veinte a?os se desconoc¨ªa totalmente la fisiolog¨ªa sexual. Kinsey, y posteriomente Masters y Johnson, pusieron las primeras piedras. Por tanto, la sexolog¨ªa es una ciencia muy reciente, que ha introducido cambios radicales. Para los sex¨®logos, por ejemplo, la masturbaci¨®n es una etapa necesaria en la maduraci¨®n psicoafectiva y sexual. "Todo conlleva aprendizaje, y la sexualidad, tambi¨¦n", se?al¨® Tordjman. "Con la masturbaci¨®n se imagina lo que va a ser la vida sexual, y est¨¢ demostrado que lo que se resuelve en el imaginario luego resulta m¨¢s f¨¢cil. Los que no han atravesado esta etapa tienen dificultades sexuales cuando empiezan la vida genital".

Para Eugenio Amez¨²a, presidente de la Sociedad Espa?ola de Ciencias Sexol¨®gicas, s¨ª existe la crisis. La llamada liberaci¨®n de la mujer ha influido positivamente en el sentido de que el hombre ha debido replantearse valores que antes no se consideraban masculinos, como la ternura, y negativamente porque a veces el hombre se siente atacado por la mujer en el aspecto sexual. En cuanto a la realidad de las disfunciones sexuales, "a la hora de la verdad, en la consulta, los hombres demuestran tener tantos problemas como sus parejas".

El doctor Oriol-Bosch, decano de la facultad de Medicina de la Universidad Complutense, se?al¨® en torno a la educaci¨®n sexual que el problema debe empezar a resolverse por la formaci¨®n de sex¨®logos. Pero "los m¨¦dicos espa?oles no s¨®lo tienen un desconocimiento total de la sexolog¨ªa", afirm¨®, "sino que adem¨¢s ignoran que lo tienen porque aprenden obstetricia y ginecolog¨ªa, lo que no tiene nada que ver". La sexolog¨ªa se concibe como ciencia interdisciplinaria, y para Tordjman es fundamental una buena base biol¨®gica o m¨¦dica, complementada con conocimientos psicol¨®gicos, de terapia de pareja y familiar, y dos cualidades esenciales: la disponibilidad para escuchar y la total tolerancia. "El sex¨®logo no puede nunca imponer su sistema de valores".