Atentado a la Telef¨®nica

El atentado de ETA contra Telef¨®nica no se reduce a los 700.000 tel¨¦fonos averiados, al calvario de los que empiezan con 8 ni al atasco de las l¨ªneas no destruidas al discurrir el resto de la circulaci¨®n por ellas. Ha colapsado la vida mercantil de gran parte de la naci¨®n. No se han podido conformar talones librados sobre plazas distintas, produci¨¦ndose impagos y perjudic¨¢ndose efectos mercantiles; y hasta los bancos, que tienen centralizados sus servicios, no han podido comprobar si quienes dispon¨ªan de sus cuentas contaban con saldo suficiente. Lo que equivale a un caos.De esto no es responsable el se?or Ros¨®n. Puede serlo si se empe?a en transferir responsabilidades y las exige a quien abri¨® la puerta sin deber hacerlo. Porque R¨ªos Rosas ten¨ªa que estar tan protegido como la c¨¢rcel de Carabanchel, Quienes no pod¨ªan ignorar las consecuencias y debieron exigir esta protecci¨®n eran los directivos de Telef¨®nica, y, en especial, su presidente, que, a diferencia del se?or Allende, que era licenciado en Derecho, es ingeniero de Caminos. Y al que le ocurri¨® lo de Los Alfaques, por lo que no deb¨ªa dormirse, si no quer¨ªa ser testigo, como lo fue, de otra voladura. El delegado del Gobierno en la compa?¨ªa no est¨¢ para eso. Pero, en todo caso, su negligencia ser¨ªa subsidiaria.

Dicen ustedes en EL PAIS del 22 de abril que el se?or S¨¢nchez Ter¨¢n es diputado y vive en Madrid. Pero ese es el inconveniente. Porque si en tiempo de calma electoral apenas se le ve por la provincia que representa, cuando huele a urnas, y lleva tiempo oliendo, no sale de ella. Moviendo sus peones para sus fines. Si al se?or S¨¢nchez Ter¨¢n es la pol¨ªtica del compadreo la que le interesa, ?por qu¨¦ no abandona Telef¨®nica? Y si es al reves, ?por qu¨¦ no hace lo contrario? / . Empresario. .