Homenaje del distrito de Moncloa a los fusilados el 3 de mayo de 1808
La Sociedad Filantr¨®pica de Milicianos Nacionales, una instituci¨®n que guarda su memoria, a punto de extinguirse. Los cuarenta y tres madrile?os fusilados por las tropas napole¨®nicas el 3 de mayo de 1808, tras la primera jornada de oposici¨®n popular a los invasores, e inmortalizados por Goya en "Los fusilamientos", ser¨¢n objeto ma?ana, domingo, de un homenaje en el mismo lugar en que reposan sus restos. El acto, al que ha sido invitado el rey don Juan Carlos, se celebrar¨¢ en el cementerio de San Antonio de la Florida, donde se encuentran sepultados los ejecutados en la madrugada del primer d¨ªa de represalias por el ej¨¦rcito franc¨¦s.
El homenaje consistir¨¢ en la inauguraci¨®n de una l¨¢pida de cer¨¢mica, colocada a la entrada del cementerio, en la que se ha representado la misma escena de los fusilamientos de Goya. La cer¨¢mica es una ofrenda del distrito de Moncloa, en nombre de los madrile?os.Los actos que tradicionalmente se celebran todos los segundos d¨ªas de cada mes de mayo en este cementerio, reservado a los 43 fusilados de entonces, se relacionan desde tiempo inmemorial con la Sociedad Filantr¨®pica de Milicianos Nacionales. Esta agrupaci¨®n, en la que actualmente s¨®lo se hallan encuadrados 16 veteranos, se fund¨® en 1840 con el fin de atender a los milicianos nacionales- cuerpos armados no militares encargados de velar por el orden p¨²blico- que se encontrasen en grave penuria econ¨®mica. La Sociedad se constituy¨® cuando unos milicianos, tras retirar en la calle de la Ruda el cad¨¢ver de un pobre, comprobaron que el mendigo era realmente un antiguo brigadier arruinado. Entonces concibieron el prop¨®sito de agruparse para socorrer a los indigentes provenientes de la milicia. Entre los antiguos presidentes de la Sociedad figura el general Espartero, que otorg¨® a la Sociedad un legado de tierras, cerca de la puerta de Alcal¨¢. El actual titular es el conde de Vallellano. Los milicianos nacionales defendieron la Constituci¨®n de C¨¢diz contra Fernando VII.
En el a?o 1917, otra instituci¨®n a punto entonces de extinguirse, los Hermanos de la Buena Dicha, confiaron a los milicianos el cuidado del cementerio de San Antonio de la Florida, lugar del ¨²ltimo reposo de los fusilados el 3 de mayo, entre los que se encontraba Clara del Rey, la hero¨ªna del cuartel de Montele¨®n. Los nuevos cuidadores lo han atendido hasta ahora, a pesar de los escasos fondos disponibles. A principios de siglo la Sociedad sufri¨® una absoluta descapitalizaci¨®n debido a la desaparici¨®n del legado del general Espartero. Se trataba de unos terrenos situados al comienzo del camino de la Fuente del Berro, cerca de la puerta de Alcal¨¢, y otorgados por el general para que en ellos se construyese un cementerio para los milicianos nacionales. Al aprobarse las obras del ensanche, los terrenos fueron expropiados y la Sociedad Filantr¨®pica recibi¨®, como indemnizaci¨®n, medio mill¨®n de pesetas. A pesar de la escasez de fondos, los milicianos nacionales dedicaban el 7 de julio de 1980 en Chamber¨ª una plaza a los fusilados de la Moncloa.
Carlos Canosa, de 74 a?os, uno de los ¨²ltimos 16 socios, lamenta que se vaya extinguiendo la Sociedad tras m¨¢s de un siglo de existencia. El a?o pasado fallecieron cinco socios y las edades de los supervivientes superan los setenta a?os. Para ellos existe una raz¨®n de ser: rendir permanente homenaje a los h¨¦roes del Dos de Mayo.
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