Siete presidentes latinoamericanos denuncian "este resto de colonialismo"

Siete presidentes y jefes de Gobierno de Am¨¦rica Latina (Venezuela, Colombia, Panam¨¢, Costa Rica, Honduras, Nicaragua y Belice) firmaron el s¨¢bado en San Jos¨¦ una declaraci¨®n conjunta en la que expresan su deseo de que terminen pronto las hostilidades en las Malvinas, a fin de dar paso a negociaciones entre las partes para liquidar este resto de colonialismo.En opini¨®n de los siete mandatarios, la crisis del Atl¨¢ntico sur debe ser resuelta por medios pac¨ªficos, con fundamento en los principios y mecanismos establecidos por las Naciones Unidas y la Organizaci¨®n de Estados Americanos. En este sentido expresaron su apoyo a los esfuerzos pacificadores que realiza el secretario general de la ONU.

De una reuni¨®n en la que tomaba parte el primer ministro de Belice, Georges, Price, que ha tomado partido inequ¨ªvocamente por el Reino Unido, de cuyo Ej¨¦rcito depende para defenderse de Guatemala, no cab¨ªa esperar un documento m¨¢s expl¨ªcito. En todo caso, ya es bastante que se aluda a las Malvinas como a un caso de colonialismo, aunque sin mencionar expl¨ªcitamente los derechos argentinos de soberan¨ªa.

El conflicto de las Malvinas fue tambi¨¦n el eje de todas las conversaciones bilaterales que mantuvo el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, que en el curso del d¨ªa se reuni¨® con todos los presidentes asistentes al traspaso de poderes en Costa Rica.

Mediaci¨®n del Rey

La mediaci¨®n ofrecida por el rey Juan Carlos ha sido acogida con satisfacci¨®n un¨¢nime. El jefe de la delegaci¨®n argentina, Lucas Lennon, manifest¨® que su pa¨ªs ha aceptado la oferta real.

Uno de los efectos de la guerra de las Malvinas ha sido el certificado de defunci¨®n del Tratado Interamericano de Asistencia Rec¨ªproca (TIAR). As¨ª lo declar¨® indirectamente el nuevo presidente de Costa Rica, Luis Alberto Monge, al se?alar en su discurso de toma de posesi¨®n que su pa¨ªs propondr¨¢ a la OEA que establezca una f¨®rmula que permita garantizar la integridad territorial de Costa Rica ante cualquier amenaza, sin renunciar por ello a la decisi¨®n nacional de no tener ej¨¦rcito.

Esta declaraci¨®n tiene gran importancia porque precisamente Costa Rica ha sido tal vez el ¨²nico pa¨ªs al que el TIAR salv¨® en su d¨ªa de una invasi¨®n exterior nicarag¨¹ense instrumentada por Somoza. El propio Monge declar¨® en febrero a EL PAIS que el TIAR deb¨ªa ser reformado y reforzado, pero en ning¨²n caso desechado. El comportamiento seguido en el caso de las Malvinas parece haberle convencido de que el TIAR ya no constituye una garant¨ªa suficiente para la pol¨ªtica antimilitarista y de rigurosa neutralidad que Monge ha prometido.

La crisis centroamericana pas¨® a segundo t¨¦rmino en las m¨²ltiples conversaciones bilaterales, pero ocup¨® por el contrario gran parte del comunicado final de la cumbre de presidentes. Los siete condenaron todo recurso a la violencia y estimaron indispensable que se adopten reformas pol¨ªticas y econ¨®micas para eliminar el actual clima de tensi¨®n.