Espa?a no apoyar¨¢ la moratoria de caza de ballenas, seg¨²n el representante en la CBI
"Espa?a ejerce un control absoluto y verdaderamente ejemplar sobre la caza de las ballenas", ha declarado a Efe Juan Prat, director general de Relaciones Pesqueras Internacionales y comisario espa?ol ante la Comisi¨®n Ballenera Internacional (CBI). Con estas palabras, el representante oficial sale al paso de las acusaciones de la Asociaci¨®n Espa?ola para la Defensa y Estudio de la Naturaleza (AEPDEN), organizaci¨®n ecologista seg¨²n la cual la Administraci¨®n incumple la proposici¨®n no de ley aprobada en el Congreso de los Diputados sobre la protecci¨®n de estos cet¨¢ceos.
La misma asociaci¨®n hab¨ªa se?alado que "resulta lamentable que las autoridades pesqueras espa?olas permitan la reanudaci¨®n de la caza del cachalote, despu¨¦s de haberse comprometido en la CBI a no hacerlo". Juan Prat asegura que s¨®lo se permitir¨¢ la caza de los cachalotes excedentes del cupo del pasado a?o, "porque si no lo hacemos nosotros los van a cazar otros, lo que es una forma tonta de perder dinero", y a?ade que "si nadie los fuera a cazar nosotros no lo har¨ªamos tampoco".El representante ante la Comisi¨®n Ballenera Internacional anuncio que Espa?a no apoyar¨¢ en este organismo una moratoria para la caza de todas las especies, porque tal actitud ir¨ªa en perjuicio de las propias ballenas. "No somos en absoluto antag¨®nicos a las posturas de los ecologistas, pero sostenemos que hay que proteger a las ballenas, como cualquier otro recurso natural, no por el hecho idealista de hacerlo, sino para facilitar un aprovechamiento humano racional", declar¨® Prat.
Seg¨²n el director general de Relaciones Pesqueras Internacionales, a¨²n cuando la caza de ballenas no resultara rentable quiz¨¢ fuera conveniente realizarla, porque compiten con muchas especies que son importantes para el hombre. "Esto tendr¨¢ que ser decidido a la luz de los estudios que se est¨¢n preparando", afirm¨® Prat, "pero lo que no vamos a hacer es suspender la caza sin antes tener en nuestras manos esos estudios".
El manique¨ªsmo de la CBI
El criterio de los bi¨®logos espa?oles en la CBI es que se hace necesario establecer el n¨²mero de ballenas que exist¨ªan antes de que comenzara su caza industrial, para dictar normas que permitan la recuperaci¨®n de las especies en un nivel ligeramente inferior a su densidad m¨¢xima. De lo contrario, podr¨ªa producirse una explosi¨®n demogr¨¢fica o una degeneraci¨®n de las especies.
Juan Prat considera que la CBI est¨¢ dominada por el manique¨ªsmo, que divide a los pa¨ªses en dos bloques, el de los buenos, que pretenden aprobar de inmediato la moratoria para la caza de ballenas, y luego analizar los estudios cient¨ªficos, y el de los malos, que practican la caza. Esta situaci¨®n "impide que Espa?a ayude eficazmente a la protecci¨®n de las especies, lo que es nuestra intenci¨®n y podr¨ªamos hacer". Siguiendo sus cr¨ªticas a la CBI, el comisario espa?ol asegura que los ecologistas han conseguido que se establezca una distinci¨®n previa al establecimiento de medidas conservacionistas, entre la caza realizada por abor¨ªgenes y la efectuada con fines comerciales. Esta diferencia tiene por objeto, seg¨²n Prat, permitir que los esquimales de Alaska contin¨²en cazando la ballena conocida, como rorcual. Esta especie se encuentra en grave peligro de extinci¨®n, agravado por el m¨¦todo de cazarlas con arpones lanzados a mano, que provoca heridas graves en dos o tres ejemplares por cada uno que se cobra. La situaci¨®n, que puede parecer parad¨®jica, se explica porque permite, siempre seg¨²n Juan Prat, que los Estados Unidos se desentiendan de la poblaci¨®n esquimal.
Juan Prat califica tambi¨¦n de rid¨ªcula la pretensi¨®n de los ecologistas de que s¨®lo se emplee en la caza de ballenas el arp¨®n caliente, con explosivo, que acorta la agon¨ªa de los cet¨¢ceos, "porque Espa?a s¨®lo caza ballenas fynn, que no pertenecen al grupo de las de gran tama?o, y por lo tanto un arp¨®n caliente las destroza y las hace inservibles".
El director general ha explicado que los efectos de la poluci¨®n marina son mucho mas peligrosos para la ballenas que la caza de estos animales. La poluci¨®n qu¨ªmica del mar ataca al alimento fundamental. de las ballenas y la poluci¨®n sonora (ruidos de barcos y perforadoras petrol¨ªferas, a lo que habr¨ªa que a?adir las experiencias armament¨ªsticas submarinas) provocan posiblemente una serie de trastornos que aun est¨¢n muy poco estudiados pero que, segun el se?or Prat, podr¨ªan alterar el comportamiento individual y social de los cetaceos. Desde esta perspectiva, que aun no deja de ser una pura especulaci¨®n, habr¨ªa que explicar extra?os fen¨®menos como suicidios masivos que se producen entre la poblaci¨®n de las ballenas. Es relativamente frecuente que estos animales se queden voluntariamente varados en las playas.
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