Estados Unidos suaviza el tono en materia de relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica
Por vez primera desde su llegada a la presidencia de Estados Unidos, Ronald Reagan cambi¨® de tono en su di¨¢logo con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, al proponer la reducci¨®n, en dos fases, de un tercio del arsenal nuclear sovi¨¦tico-norteamericano.
Reagan propone la fecha de finales de junio para iniciar las nuevas negociaciones de reducci¨®n de armas nucleares estrat¨¦gicas (START), iniciativa que ir¨¢ acompa?ada de una cumbre Reagan-Breznev antes de finales de a?o. A pesar del significado pol¨ªtico de la propuesta, ex miembros de la Administraci¨®n Carter y el senador Edward Kennedy critican las ideas lanzadas por el presidente, porque, dicen, esconde la continuidad d¨¦ la carrera de armamento nuclear en EE UU."?Por qu¨¦ no podemos reducir el n¨²mero de tan horrible armamento?", se pregunt¨® el veterano presidente ante un auditorio de 2.000 personas en el Eureka College, en el Estado de Illinois, el mismo centro docente donde Ronald Reagan se gradu¨® hace cincuenta a?os.
Con tono conciliador, recordando las lecciones del pasado, seg¨²n las cuales las negociaciones de reducci¨®n de armas s¨®lo sirvieron para que la URSS potenciara su arsenal, Ronald Reagan defini¨® su plan en dos etapas.
Primero, una reducci¨®n de cabezas nucleares a 5.000 unidades de las 7.500 actuales que se calcula tienen cada una de las dos superpotencias. En una segunda parte, la reducci¨®n incluir¨¢ el n¨²mero de misiles, reduciendo hasta 850 unidades por cada lado de los 2.400 que se calcula tienen los sovi¨¦ticos y los 1.700 con que cuentan los norteamericanos.
El presidente Reagan confirm¨® que envi¨® una carta al presidente Breznev, el pasado viernes, con las propuestas detalladas de la nueva pol¨ªtica de desarme estadounidense.
A pesar del indudable cambio de estrategia pol¨ªtica en materia de armas nucleares, el discurso de Ronald Reagan recibe serias cr¨ªticas en su propio pa¨ªs. Edmund Muskie, ex secretario de Estado durante la Administraci¨®n Carter, considera que Reagan deber¨ªa proponer una congelaci¨®n total del arsenal nuclear como paso previo a una reducci¨®n.
El senador dem¨®crata Edward Kennedy, coautor de una iniciativa parlamentaria destinada a solicitar la congelaci¨®n de armas nucleares, se declar¨® satisfecho de que al fin el presidente cambiara de lenguaje en el cap¨ªtulo de armamento at¨®mico. Pero, seg¨²n Kennedy, la ausencia de todo concepto de congelaci¨®n de armamento at¨®mico no impide que EE UU contin¨²e fabricando nuevas generaciones de armas nucleares.
Sin embargo, a pesar de las cr¨ªticas, es evidente que los estrategas de la Casa Blanca logran con el discurso de Reagan dar un giro considerable a la pol¨¦mica nuclear. Reagan pas¨® la pelota al campo de los sovi¨¦ticos, mostr¨¢ndose ante la opini¨®n p¨²blica occidental como un presidente conciliador que desea la paz y est¨¢ dispuesto a reducir el armamento at¨®mico.
A nivel de pol¨ªtica exterior, Reagan demuestra tambi¨¦n a los norteamericanos que no es insensible a la preocupaci¨®n popular ante el riesgo de una guerra at¨®mica.
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