Unanimidad contra la exigencia del carn¨¦, en el primer debate

Reconocer al Estado o a cualquier otra instancia la facultad de autorizar el ejercicio de la profesi¨®n period¨ªstica equivale a poner en sus manos una posibilidad de control interesado, que atentar¨ªa contra el derecho a la libre expresi¨®n. Tal fue la conclusi¨®n un¨¢nime del primer debate celebrado en el marco de la 31 asamblea general del IPI, con la ¨²nica salvedad de Luis Mar¨ªa Ans¨®n, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones de la Prensa y del consejo de administraci¨®n de la agencia Efe, que actu¨® de moderador.El primer ponente, Juan Luis Cebri¨¢n, director de EL PAIS, afirm¨® que la libertad de expresi¨®n es una derecho reconocido por la Constituci¨®n espa?ola a todos los ciudadanos, y no s¨®lo a una casta, gremio o profesi¨®n. Al recordar que la exigencia de un carn¨¦ oficial fue un medio de control del r¨¦gimen anterior sobre la Prensa, se mostr¨® convencido de que la democracia hace imposible su continuaci¨®n. Pedro Crespo de Lara, secretario de la Asociaci¨®n Espa?ola de Editores de Diarios, apuntar¨ªa m¨¢s tarde que la funci¨®n del periodista consiste en "hacer ejercicio profesional del derecho natural a la libertad de expresi¨®n", y por ello no cabe admitir otra limitaci¨®n que el talento de qui¨¦n aspira a acceder a ella.

Los otros dos ponentes, el surafricano Donald Woods, exiliado en Londres, y el holand¨¦s Max Snijders, del Utrechts Nieuwsblad, que intervino en ausencia de Sean McBride, autor de un controvertido informe sobre la situaci¨®n de la Prensa en el mundo, coincidieron en la inconveniencia de que el Estado o los propios profesionales autoricen el ejercicio del periodismo, mediante un carn¨¦ o la exigencia de una determinada titulaci¨®n. Woods relacion¨® el registro oficial de periodistas con la represi¨®n a la libertad de prensa en su pa¨ªs, "donde cualquier ministro puede impedir personalmente a un profesional que escriba en los peri¨®dicos, como me sucedi¨® a m¨ª". Con anterioridad, Snijders hab¨ªa arrancado los primeros aplausos de la asamblea al terminar su an¨¢lisis de las razones que podr¨ªan abonar la exigencia de una titulaci¨®n o licencia espec¨ªfica, con resultado negativo, diciendo que ni siquiera a cambio de una especial protecci¨®n deben los periodistas admitir que alguien les otorge un carn¨¦.

Ans¨®n, discrepante

En el turno de intervenciones, los participantes abundaron.en los mismos argumentos. Entre otros, tomaron la palabra Juan Tom¨¢s de Salas, presidente del Grupo 16; Pedro J . Ramirez, director de Diario 16; Arturo Salazar, de La Prensa, de Lima (Per¨²); Joergen Schleimann, de Radio Dinamarca, y Horacio Aguirre, director de Diario de las Am¨¦ricas, de Miami (USA), qui¨¦n dijo que hablaba en nombre de la Sociedad Interamericana de Prensa, que agrupa a 1.100 peri¨®dicos, y record¨® que "con el derecho a hablar y a escribir se nace, y no con el derecho a practicar intervenciones quir¨²rgicas".

Luis Mar¨ªa Ans¨®n consider¨® la exigencia de titulaci¨®n espec¨ªfica cuesti¨®n dependiente de la situaci¨®n de cada pa¨ªs, y se mostr¨® partidario del reconocimiento de la condici¨®n profesional mediante un t¨ªtulo universitario, ya que de lo contrario quedar¨¢ al arbitrio de las empresas o, peor a¨²n, de los sindicatos.