Ni pena ni gloria en el fin de fiesta
Finalizaron las fiestas y con ella, la programaci¨®n de jazz. Una programaci¨®n en la que destacaron el ¨¦xito en el ocaso de Lionel Hampton, la entra?able y a?osa presencia de los Dirty Old Men la, estupenda actuaci¨®n que ofrecieron los espa?oles Guadalquivir, la siempre agradecible presencia del blues, el concierto del saxofonista Bennie Wallace y el que cerr¨® plaza con la cantante Betty Carter.El p¨²blico, que el a?o pasado llen¨® casi todas las sesiones en la carpa del cuartel de Conde Duque, no acudi¨® este a?o con la misma entrega y s¨®lo consigui¨® llenar las Salesas cuando el anunciado fue Lionel Haffipton. Este mero hecho y¨¢ denuncia bien a las; claras el mediocre atractivo de la programaci¨®n. Los organizadores contraargumentan afirmando que no hay jazz mediocre a priori, pero lo cierto es que, en esto, el jazz se asemeja al f¨²tbol. Es posible que un encuentro de segunda divisi¨®n resulte finalmente apasionante y bello, mientras que uno entre las selecciones de la Rep¨²blica Federal de Alemania y Brasil aburra a las ovejas. Es posible, pero improbable y as¨ª lo entiende la gente a la hora de acudir, pagar una entrada y llenar un recinto.
Otra explicaci¨®n que ofrecen los organizadores es que no hay m¨¢s cera que la que arde, que no hay otros jazzmen norteamericanos de gira por Europa, pero esta justificaci¨®n no parece de recibo.
Fechas y disponibilidades
Por lo que sabemos, la organizaci¨®n (que, por otra parte y junto al Club de M¨²sica del San Juan Evangelista, son de los pocos que han hecho algo por el jazz en Madrid) tiene por costumbre dirigirse a un par de promotores internacionales que organizan giras continentales de jazz, intentando acopiar luego fechas y disponibilidades.Este proceder puede ser perfecto para una peque?a capital, pero no para una ciudad como Madrid con m¨¢s de tres millones de habitantes y sin un festival de jazz digno de tal nombre.
Es perfectamente posible contratar directamente con los apoderados personales de los grandes m¨²sicos e incluso, si se hace con tiempo y se toma contacto con otras ciudades espa?olas, garantizar un m¨ªnimo de actuaciones que abaraten los gastos fijos de un traslado desde USA:
Presencia de extranjeros
Es tambi¨¦n posible echar mano de los m¨²sicos europeos que, desde hace ya muchos a?os est¨¢n haciendo parte del jazz m¨¢s interesante que puede escucharse y que jam¨¢s han pisado nuestro pa¨ªs.Todo lo anterior no tiene por qu¨¦ resultar mucho m¨¢s caro que pagar la comisi¨®n de los susodichos promotores internacionales. Y en todo caso es de suponer que Madrid puede permit¨ªrselo y que la afluencia de p¨²blico recompensar¨ªa, social y econ¨®micamente, estas: iniciativas.
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