Reagan y Hassan II negociar¨¢n un acercamiento pol¨ªtico-militar entre Washington y Rabat
La Administraci¨®n norteamericana del presidente Ronald Reagan desea obtener facilidades militares en Marruecos, con la eventual instalaci¨®n de bases, y la participaci¨®n de Rabat en el proceso de paz de Oriente Pr¨®ximo. En contrapartida, Washington estar¨ªa dispuesto a ofrecer mayor cooperaci¨®n econ¨®mica y apoyo militar al reino de Marruecos. Tales son los grandes temas que discuten hoy en la Casa Blanca el presidente Reagan y el rey Hassan II.
El rey de Marruecos, acompa?ado del ministro de Relaciones Exteriores, Mohamed Bucetta, se entrevistar¨¢ tambi¨¦n, durante los tres d¨ªas de su visita oficial a EE UU, con el vicepresidente, George Bush; el secretario de Estado, Alexander Haig; el secretario de Defensa, Caspar Weinberiler, y los principales l¨ªderes pol¨ªticos del Congreso.Desde el punto de vista estrat¨¦gico -en un momento en que hay problemas entre Espa?a y EE UU a prop¨®sito de la utilizaci¨®n de las bases militares para concluir la firma de un nuevo acuerdo-, Estados Unidos concede particular atenci¨®n a Marruecos.
El pasado mes de febrero, en una visita de Haig a Rabat, ambos Gobiernos estudiaron la eventualidad de la negociaci¨®n y la firma de un acuerdo bilateral defensivo. Haig deb¨ªa tambi¨¦n viajar a Marruecos, el pasado d¨ªa 17 de abril, aprovechando una escala de veinticuatro horas en su diplomacia volante entre Buenos Aires y Londres, a prop¨®sito de la crisis de las Malvinas.
Para Washington, la creaci¨®n de estrechos lazos de cooperaci¨®n militar con Marruecos supondr¨ªa la ventaja de contar con bases militares a mitad de camino entre EE UU y Oriente Pr¨®ximo, con facilidades para las fuerzas de despliegue r¨¢pido, preparadas y entrenadas para intervenir en la zona del golfo P¨¦rsico.
El proyecto de bases militares se acompa?ar¨ªa de la concesi¨®n de importantes cr¨¦ditos para la compra de material b¨¦lico (de los treinta millones de d¨®lares actuales se pasar¨ªa a cien millones en una primera fase), junto con el apoyo pol¨ªtico y pr¨¢ctico en la lucha marroqu¨ª contra el Polisario.
Aunque de momento s¨®lo se trata de proyectos, cabe destacar que una importante delegaci¨®n de funcionarios del Pent¨¢gono y del Departamento de Estado visitaron Marruecos el pasado mes de noviembre, estudiando las facilidades que pod¨ªa ofrecer este pa¨ªs norteafricano para el movimiento de tropas norteamericanas. En relaci¨®n con el territorio del Sahara occidental -ex colonia espa?ola hoy disputada entre marroqu¨ªes y saharauis-, Washington apoya las tesis de Rabat, reconociendo los tres puntos de la resoluci¨®n de la OUA sobre la necesidad de un alto el fuego, la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum y el rechazo del Frente Polisario. Por otra parte, la Administraci¨®n Reagan no excluye que en las nuevas relaciones entre Estados Unidos y Marruecos se obtenga a cambio mayor participaci¨®n del rey Hassan ll en el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo. El restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas entre Rabat y El Cairo podr¨ªa ser un primer paso en tal sentido. Aunque observadores diplom¨¢ticos consideran que Washington, quiz¨¢s, espera m¨¢s de lo que realmente Rabat est¨¦ dispuesto a facilitar en ese camino.
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