M¨¢laga, algo m¨¢s que un lugar al sol
Pese a los sucesivos ¨¦xodos de campesinos malague?os a Europa, a la capital y a la costa, la agricultura sigue siendo, porcentualmente, el sector que proporciona mayor empleo en la provincia de M¨¢laga. 55.600 personas, que suponen pr¨¢cticamente el 20%. de la poblaci¨®n activa, trabajan en su mayor parte, en las 325.000 hect¨¢reas de secano que se extienden por la franja norte?a de la provincia, con Antequera como n¨²cleo central. Una amplia comarca que basa su econom¨ªa en el cultivo de los cereales y el olivar.Las ¨²nicas tierras de regad¨ªo existentes en M¨¢laga, se concentran en 46.000 hect¨¢reas localizadas en las comarcas conocidas como la Vega del Guadalhorce y la Hoya de M¨¢laga. Ricas en c¨ªtricos y hortalizas, constituyeron durante a?os la despensa de la provincia. Situada en la parte m¨¢s septentrional de la provincia, lindante con Granada, la comarca de La Axarqu¨ªa ha iniciado un notable despegue en su producci¨®n agr¨ªcola a partir de los cultivos extratempranos o "de primor" en invernadero. Un ejemplo m¨¢s de lo que, con respecto a las provincias costeras andaluzas, podr¨ªa ya calificarse como "s¨ªndrome de Almer¨ªa" o "la euforia del plasticultivo".
Las posibilidades para el cultivo temprano de hortalizas y frutos tropicales en la zona, parecen seguras siempre y cuando se solucione la escasez de agua. La construcci¨®n en el t¨¦rmino de V¨¦lez-M¨¢laga de la proyectada presa de la Vihuela, puede proporcionar el agua suficiente para permitir una explotaci¨®n masiva de ese tipo de cultivos. Ello podr¨ªa significar una aut¨¦ntica revoluci¨®n en la econom¨ªa de la zona, basada fundamentalmente en la producci¨®n de almendra.
"La Axarqu¨ªa re¨²ne todas las condiciones para convertirse en el polo m¨¢s importante de riqueza agr¨ªcola de la provincia, pero su futuro depende de la forma en que se produzca la comercializaci¨®n de sus productos, que ya empiezan a controlar los murcianos y alicantincis", afirma Rafael Esparza, economista y soci¨®logo, profesor de la Universidad de M¨¢laga. "Su producci¨®n podr¨ªa perfectamente cubrir todo el consumo interno, y abastecer cumplidamente el mercado que se mueve en torno al turismo de la costa, en el que se recurre frecuentemente a la importaci¨®n".
"Es fundamental controlar, a trav¨¦s de cauces propios, todo el proceso de producci¨®n, clasificaci¨®n y distribuci¨®n de los productos de la zona, para que no suceda como en Almer¨ªa, y pueda generarse suficiente capital como para afrontar, en una segunda fase, la industrializaci¨®n de las frutas y hortalizas".
La Axarqu¨ªa puede ser la excepci¨®n en el panorama sombrio de la agricultura malague?a, que tiene su principal defecto en la extraordinaria parcelaci¨®n de la tierra cultivable. En M¨¢laga no existe el latifundio y s¨ª multitud de pequeflos minifundios, tan reducidos en muchos casos, que son incapaces de cubrir las necesidades m¨ªnimas de sus propietarios. Muchos de ellos abandonaron los aperos de labranza y em¨ªgraron a otras regiones de Espa?a o a la propia capital de la provincia.
M¨¢laga macroc¨¦fala
En los a?os sesenta, muchos miles de malague?os de las comarcas del norte y de la Axarqu¨ªa llegaron a la ciudad de M¨¢laga buscando un medio de vida. Estaba en todo apogeo el sector de la construcci¨®n y hab¨ªa expectativas de que el desarrollismo industrial propicia do por el franquismo en otras pro vincias se repitiera en torno a la capital. En unos pocos a?os la capital lleg¨® a ¨¢bsorver al 50% de la poblaci¨®n de la provincia. En la actualidad hay censados 162.000 personas no nacidas en el municipio de M¨¢laga.
Las espectativas de las primeras avalanchas de inmigrantes se vieron defraudadas bastante pronto. S¨®lo el sector de la construcci¨®n ser¨ªa capaz de absorber esa mano de obra barata. M¨¢laga, que fue pionera y avanzadilla en la industrializaci¨®n de Esparla a finales de siglo, es hoy, con Ja¨¦n, la provincia menos industrializada de Andaluc¨ªa.
Capital de la inform¨¢tica
"A finales del siglo pasado coincidieron en M¨¢laga todas las cala.midades posibles", -explica Rafael Esparza. "La filoxera arras¨® las vides de la Axarqu¨ªa y arruin¨® las empresas exportadoras de pasas y vino, el c¨®lera acab¨® con una buena parte de la poblaci¨®n y, luego, se produjo el auge de las industrias siderometal¨²rgicas vascas y textiles catalanas. No ten¨ªamos posbilidad de competir industrialmente y nos quedamos convertidos en una provincia agr¨ªcola".
De aquel esplendor del siglo pasado, poco queda hoy en el sector secundario, que supone el 18,6% de la producci¨®n provincial y ocu pa a 35.000 trabajadores (17% de la poblaci¨®n activa). La mayor parte de la poblaci¨®n industrial se reparte en medianas y peque?as industrias de la provincia y en las ubicadas en tomo a la capital. Las empresas de envergadura se reducen a media docena y podr¨ªan incluirse en la denominada "industria limpia" o de manipulaci¨®n. Las factorias de Citesa, Siemens y Secoinsa han convertido a M¨¢laga en una de las primeras provincias espa?olas en la industria de la inform¨¢tica.
El dem¨¢grafo Dami¨¢n L¨®pez, profesor tambi¨¦n de la Universidad de M¨¢laga, se muestra pesimista al referise a las posibilidades de que M¨¢laga recobre alg¨²n dia su pasado industrial. "Est¨¢ claro. Cuando se pusieron en marcha los planes desarrollistas del r¨¦gimen anterior, a M¨¢laga la condenaron a vivir del turismo. Nos rodearon de provincias con polos de desarrollo, que absorbieron la industria que pod¨ªa haberse instalado aqu¨ª. Se explica as? que las inversiones industriales realizadas en la provincia en el per¨ªodo comprendido entre 1966-1974 constituyeran ¨²nicamente el 8,3% de todas las realizadas en Andaluc¨ªa".
Hoy, la necesidad de un desarrollo industrial como alternativa o complemento a una econom¨ªa basada en un turismo todav¨ªa estacional, preocupa en la Diputaci¨®n de M¨¢laga. Hace ya m¨¢s de un a?o que se cre¨® un Patronato de Desarrollo Industrial (Padima), que se ha propuesto explotar al m¨¢ximo las posibilidades industriales de la provincia. En una primera etapa, Padima se ha dedicado a promocionar el suelo industrial malague?o con publicidad empresarial y reuniones con representantes de la Confederaci¨®n de Empresarios de diversas provincias espa?olas.
Para hacer no solo te¨®rica su actuaci¨®n, se ha dispuesto que el Patronato cuente con mecanismos de promoci¨®n suficientes para canalizar subvenciones y pr¨¦stamos, en condiciones favorables, a la adquisici¨®n del suelo industrial preciso para localizaci¨®n de nuevas empresas. En opini¨®n de los responsables de PADINA, la canalizaci¨®n de las nuevas inversiones en actividades industriales complementarias del sector tur¨ªstico, puede ser un elemento de equilibrio en la economi¨¢ de M¨¢laga. En esta l¨ªnea tendr¨ªa prioridad la instalaci¨®n en la provincia de peque?as y medianas industrias dedicadas a producir todo aquello que diariamente se consume en el importante complejo hotelero de la Costa del Sol: conservas y congelados de verduras, pescados y carnes, industria del desayuno, transformaci¨®n de pl¨¢sticos y celulosa y textil de uso hotelero, entre otras cosas.
En definitiva, se tratar¨ªa de crear empleos estables en una provincia en la que los dos subsectores en los que ha descansado la econom¨ªa en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, hosteler¨ªa y construcci¨®n, se han mostrado incapaces de hacerlo por su car¨¢cter de ¨¢ctividad estacional y coyuntural y fuerte dependencia de las oscilaciones de la demanda.
Pese a denotar algunos s¨ªntomas de reactivaci¨®n, el sector de la construcci¨®n, con 20.000 parados, pasa en M¨¢laga su peor momento desde el comienzo de los a?os seseta. Muchas de las 300 empresas que se crearon en la euforia constructora tur¨ªstica, que colaps¨® la recesi¨®n econ¨®mica iniciada a partir de 1974, se mantienen gracias a la construcci¨®n de viviendas sociales. En la Costa del Sol quedaron paralizadas inversiones por valor de 50.000 millones de pesetas y ¨²nicamente Marbella se ha salvado de la quema. "All¨ª", afirma un alto directivo de la Caja Provincial de Ahorros, "permanece un turismo de elite y se maneja mucho dinero. A Warbella no ha llegado la recesi¨®n, se sigue construyendo y se sigue vendiendo".
Tampoco el turismo ha sido capaz de absorver el ¨¦xodo del campo ni convertirse en una fuente de ingresos estable, pese a ser la m¨¢s importante. Y ello porque no ha podido superarse la estacionalidad en una Costa del Sol donde localidades como Fuengirola elevan en julio y agosto su poblacion de 30.000 a 125.000 habitantes. Convertir en permanente un turismo que solo en los meses de verano ocupa las 250.000 camas y d¨¢ trabajo temporal a 30.000, es la preocupaci¨®n mas acuciente.
"La soluci¨®n parcial del problema", afirma el portavoz de la Caja Provincial de Ahorros, "pasar¨ªa por atraer a la Costa del Sol un 'turismo de tercera edad' que, a precios bajos, permita cubrir los costes de mantenimiento, lo que permitir¨ªa que no se cerraran los hoteles y una estabilidad en el empleo, que fuera de temporada desciende a la mitad".
"La infraestructura est¨¢ hecha", opina Rafael Esparza. "Ahora lo que hay que hacer para ampliar la temporada hostelera en la zona es ir hacia un turismo de calidad; ofrecer calidad en las instalaciones, en la limpieza de las playas, en la comida y en el servicio, y en ese sentido parece ?l¨®gico que hoy no exista todavia en M¨¢laga una Escuela de Turismo. Todos los puestos de recepcionistas, conserjes y similares los han estado cubriendo gentes de otras provincias.
Pero paral¨¦la a la aspiraci¨®n de ver convertida a la Costa del Sol en un lugar de turismo no estacional, se plantea la necesidad de encontrarle una rentabilidad mayor. En este sentido Dami¨¢n L¨®pez considera que los poderes p¨²blicos malague?os deben constituir una especie "cinturon sanitario fiscal" en torno al turismo de la Costa del Sol. "Se trata de que quede en las arcas de la provincia la mayor cantidad de plusval¨ªa. El turismo debe de servir de sector de acumulaci¨®n de capital para poder proceder al desarrollo de otros sectores y muy especialmente a la industrializaci¨®n de los productos del campo malague?o".
Malaga "roja"
Es precisamente en la zona tur¨ªstica de la Costa del Sol donde a partir de las primeras elecciones legislativas ha cimentado el PSOE su hegemon¨ªa en la provincia de Malaga. Con anterioridad a aquella consulta la provincia hab¨ªa tenido cierta fama popular de reducto de falangistas, acaso por la influencia de hombres se?alados como Gir¨®n, residente en Fuengirola, o Utrera Molina. Sin embargo pronto se desmostr¨® que su peso pol¨ªtico no pasaba de ser simb¨®lico entre una poblaci¨®n que en tiempo de la Republica se gan¨® el calificativo de "Malaga roja". Jos¨¦ Utrera Molina, que se presentaba en la candidatura de A.P para el senado qued¨® muy lejos de su designaci¨®n.
Un a?o antes hab¨ªa muchos utreristas, o que dec¨ªan serlo, en M¨¢laga. Lo era el gobernador civil que consigui¨® forzar unas eleccioles para la renovaci¨®n de la presidencia de la Diputaci¨®n, que finalmente ocup¨® otro utrerista, Francisco Cabezas. Este, tras un empate a votos, derrot¨® al que hasta entonces hab¨ªa estado al frente de la corporaci¨®n provincial, Francisco de la Torre hoy diputado y presidente de la UCD de M¨¢laga.
Ligado al sinclicato vertical-, diputado de las cortes franquistas, De la Torre hab¨ªa evolucionado en los ultimos a?os del anterior regimen y por ello se convierte en el introductor y representante en la provincia de Malaga de Reforma Democr¨¢tica, el partido que se trajo Fraga de Londres. Tras alejarse del actual lider de A.P, Francisco de la Torre encontr¨® hueco en la socialdemocr¨¢cia de Fern¨¢ndez Ordo?ez. El fue quien en 1977 logr¨® aglutinar a la primera UCD de Malaga despu¨¦s de tender puentes con los representantes en la provincia del PSLA de Clavero. En las elecciones de junio de 1977 encabez¨® la candidatura al Congreso, situando en la misma a Ignacio Huel¨ªn y a Jos¨¦ Garc¨ªa P¨¦rez.
La victoria del PSOE en aquella primera consulta fu¨¦ contundente. Logr¨® el 39% por ciento de los votos y cuatro esca?os en el Congreso y tres del senado. La UCD obtuvo el 27% de sufragios, tres diputados y un senador. Los comunistas iban a ser desde entonces la tercera fuerza en M¨¢laga. Con el 1251. de los votos, les, correspondi¨® un diputado.
La correlaci¨®n de fuerzas se repiti¨® en las elecciones del 1 de marzo de 1977, en las que el PSOE (36% de los votos) perdi¨® un esca?o, que fue a parar a Miguel Angel Arredonda, del PSA, que sum¨® el 12% de sufragios. UCD (29%) y PCA (12%) vieron reelegidos a sus diputados.
En las elecciones municipales volvieron a ganar los socialistas que, con el 31,5% de los votos, controlaron 33 de los 100 muncipios de la provincia. UCD (25%) se hizo con 26 alcald¨ªas, el PCA (13%) con 18 y el PSA(1 1,5%) con 5.
Pese a que desde 1977, el PSOE de M¨¢laga ha estado controlado por los diputados de las dos legislaturas, Rafael Ballesteros, presidente, y Carlos S an Juan, hoy es el alcalde de la capital, Pedro Aparicio, quien con el apoyo del aparato federal, aparece hoy como el hombre m¨¢s carisin¨¢tico, y el ¨²nico capaz capaz de tomar el relevo en la direcci¨®n del partido.
En UCD de M¨¢laga la pol¨ªtica seguida por el Gobierno con respecto a la autonom¨ªa andaluza provoc¨® una crisis interna. El diputado Jos¨¦ Gairc¨ªa P¨¦rez, considerado siempre como andalucista, abandon¨® el partido y se pas¨® a las filas del PSA, que inesperadamente consegu¨ªa un esca?o m¨¢s en el Congreso.
La designaci¨®nde Luis Merino, vicepresidente segundo de la UCD de Malaga, como candidato a la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa provoc¨® malestar en amplios sectores de los centristas malague?os, no tanto por su personalidad o signficaci¨®n pol¨ªtica, como por la forma en que fue decidida. Alcalde en el ¨²ltimo ayuntamiento franquista de M¨¢laga, de Luis Merino no se recuerdan actuaciones especialmente significativas. En estas elecciones han contado con el apoyo de "las pe?as"', entidades recreativo-folkloricas, con mucho arraigo en los barrios de la capital. Curiosamente "las pe?as" apoyaron en las elecciones municipales al PSA, que incluy¨® en las listas a uno de sus representantes, Pedro Garc¨ªa Barcenas, hoy teniente de alcalde de la capital.
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