Juicio contra los presuntos asesinos de Yolanda Gonz¨¢lez
Dos a?os y cuatro meses despu¨¦s del asesinato de Yolanda Gonz¨¢lez, joven militante de un peque?o partido de izquierdas, en un camino pr¨®ximo a la carretera que une las localidades madrile?as de Alcorc¨®n y San Mart¨ªn de Valdeiglesias, los presuntos autores del mismo comparecen a juicio tras una laboriosa investigaci¨®n sumarial impulsada, fundamentalmente, por los abogados de los padres de la v¨ªctima y del partido pol¨ªtico al que aqu¨¦lla pertenec¨ªa.
Seis personas comparecen esta semana ante la secci¨®n primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, acusadas del asesinato de Yolanda Gonz¨¢lez, militante de un partido de izquierda radical, perpetrado en Madrid en febrero de 1980. Entre los acusados se encuentran Emilio Hell¨ªn e Ignacio Abad, presuntos autores materiales del crimen; David Garc¨ªa Loza, que era jefe nacional de seguridad de Fuerza Nueva, y el polic¨ªa nacional Juan Carlos Rodas.Pasa a la p¨¢gina 27
Los integrantes del 'Comando 41' ser¨¢n juzgados esta semana, acusados de la muerte de Yolanda Gonz¨¢lez
La vista oral y p¨²blica del juicio est¨¢ se?alada para los primeros d¨ªas de la semana entrante, ante la secci¨®n primera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, la misma que en febrero de 1980 juzg¨® y conden¨® al grupo ultraderechista que caus¨® la matanza de abogados laboralistas en el despacho de la calle de Atocha, de Madrid.Ante el tribunal comparecer¨¢n los integrantes del grupo ultraderechista Comando 41: Emilio Hell¨ªn e Ignacio Abad, en primer lugar, acusados de ser los autores materiales del asesinato; F¨¦lix P¨¦rez Ajero, Jos¨¦ Ricardo Prieto y Juan Carlos Rodas, este ¨²ltimo polic¨ªa nacional, que ejercieron funciones de vigilancia durante el secuestro de la v¨ªctima en su domicilio de la calle Tembleque, en el madrile?o barrio de Aluche, y, finalmente, David Mart¨ªnez Loza, que era jefe nacional de seguridad de Fuerza Nueva cuando se cometieron los hechos. Los cinco primeros fueron procesados en los primeros d¨ªas de marzo de 1980, un mes despu¨¦s del asesinato de Yolanda, mientras que el ¨²ltimo lo fue en octubre pasado, tras una ardua batalla procesal de los abogados de la acusaci¨®n particular mediante los correspondientes recursos contra las decisiones del juez instructor, Ricardo Var¨®n Cobos.
La secci¨®n primera de lo penal de la Audiencia Nacional, tribunal ante el que comparecer¨¢n los acusados, llev¨® pr¨¢cticamente la iniciativa de la investigaci¨®n sumarial no s¨®lo procesando a David Mart¨ªnez Loza contra los criterios del juez instructor, sino tambi¨¦n ordenando la pr¨¢ctica de toda una serie de pruebas indispensables para esclarecer los hechos, a juicio de la acusaci¨®n particular.
La fase instructora del proceso, deteriorada por su larga duraci¨®n, seg¨²n la propia secci¨®n primera de lo penal de la Audiencia Nacional, se cerr¨® en diciembre pasado, pas¨¢ndose a continuaci¨®n a la calificaci¨®n provisional de los hechos por el fiscal, los abogados de la acusaci¨®n particular y los defensores de los procesados. A lo largo de la fase sumarial declararon ante el juez instructor destacados miembros de Fuerza Nueva, partido al que pertenecen o pertenec¨ªan los procesados, que fueron citados a instancias de los abogados de la acusaci¨®n particular con el fin de investigar otras posibles complicidades, y, muy fundamentalmente, el apoyo econ¨®mico del grupo y el origen de las armas y del material electr¨®nico que utilizaban.
Sin embargo, la investigaci¨®n sobre estos puntos fue declarada legalmente impertinente" en varias ocasiones por la secci¨®n primera de lo penal de la Audiencia Nacional.
Cambio de actuaci¨®n
El ministerio fiscal, que en los primeros meses mantuvo una actitud pasiva muy criticada en los medios de la acusaci¨®n particular, y que lleg¨® en un primer momento a calificar los hechos de homicidio, cambi¨® radicalmente su actuaci¨®n posteriormente, solicitando tambi¨¦n el procesamiento de David Mart¨ªnez Loza y calificando la muerte de Yolanda Gonz¨¢lez de asesinato al elevar su escrito de conclusiones provisionales al tribunal.
La muerte de Yolanda Gonz¨¢lez es relatada as¨ª por el ministerio fiscal: "Una vez en el autom¨®vil, los procesados Hell¨ªn y Abad, y su v¨ªctima, Yolanda Gonz¨¢lez, se dirigieron a la carretera de Alcorc¨®n a San Mart¨ªn de Valdeiglesias y, al llegar al kil¨®metro tres, se desviaron por un camino y detuvieron el veh¨ªculo a unos 125 metros, lugar carente de edificaciones y de todo g¨¦nero de alumbrado, donde Abad sali¨® del autom¨®vil, mientras Hell¨ªn, en su interior, intentaba m¨¢s informaci¨®n de Yolanda.
Por ¨²ltimo, tambi¨¦n salieron ¨¦stos, quedando todos en el camino, en cuyo momento Yolanda se separ¨® de los otros dos, sin que haya podido acreditarse si pretend¨ªa huir, sacando entonces los procesados Hell¨ªn y Abad las pistolas que llevaban y disparando a corta distancia, de modo imprevisto, sobre Yolanda, dos disparos Hell¨ªn y uno Abad, que alcanzaron a Yolanda; los de Hell¨ªn, ambos en la regi¨®n temporal derecha, con sendos orificios de salida en la regi¨®n occipital izquierda, y el de Abad, en la cara externa del antebrazo derecho, con orificio de entrada y salida que posteriormente produjo contusi¨®n erosiva en la mano izquierda. De resultado de los disparos se produjo la muerte inmediata de Yolanda Gonz¨¢lez".
Por este hecho, el fiscal pide sendas penas de 28 a?os de reclusi¨®n mayor para Emilio Hell¨ªn e Ignacio Abad, para los que tambi¨¦n solicita alrededor de catorce a?os m¨¢s por los delitos de coacciones, allanamiento de morada, dep¨®sito de armas y tenencia de explosivos,
Para F¨¦lix P¨¦rez Ajero y Jos¨¦ Ricardo Prieto solicita un total de once a?os y cuatro meses por los delitos de coacciones, dep¨®sito de armas de guerra y tenencia de explosivos, y para David Mart¨ªnez Loza, procesado por los delitos de coacciones y de omisi¨®n del deber de poner en conocimiento de la autoridad la comisi¨®n de un delito contra la vida, un total de ocho meses de privaci¨®n de libertad.
Sobre este ¨²ltimo, la Audiencia Nacional declar¨®, cuando lo proces¨®, que no existe "por ahora ning¨²n indicio suficiente para suponer que tuviera intenci¨®n ni pretendiera se diera muerte a Yolanda, sino simplemente que la obligaran a declarar sus actividades".
La muerte de Yolanda Gonz¨¢lez es relatada de manera similiar a la del fiscal por los acusadores privados, Jos¨¦ Mariano Ben¨ªtez de Lugo, en representaci¨®n de los padres de Yolanda, y de Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano, en representaci¨®n del Partido Socialista de los Trabajadores, al que pertenec¨ªa la v¨ªctima, si bien ambos rechazan cualquier duda sobre la posibilidad de huida de la v¨ªctima respecto de sus secuestradores. La versi¨®n de los acusadores privados, que en general piden penas superiores a las del fiscal, se distancia de la de este ¨²ltimo, fundamentalmente, en la descripci¨®n de la conducta de David Mart¨ªnez Loza, para el que piden entre 16 y 18 a?os por los delitos de asociaci¨®n il¨ªcita, detenci¨®n ilegal, allanamiento de morada y omisi¨®n del deber de impedir la comisi¨®n de un delito.
El acusador privado, Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano hace hincapi¨¦, en su escrito de conclusiones provisionales, en los lazos organizativos de los componentes del grupo que particip¨® en la muerte de Yolanda Gonz¨¢lez, los cuales, dice, "unidos por sus comunes v¨ªnculos ideol¨®gicos y por su activa militancia en el partido pol¨ªtico legalizado Fuerza Nueva, constituyeron en los primeros meses de 1979 un comando o grupo organizado, secreto, ilegal y armado, que se autodenominaba Grupo 41, y que unas veces actuaba por su propia cuento. e iniciativa, y otras, bajo las ¨®rdenes e instrucciones del tambi¨¦n procesado David Mart¨ªnez Loza, quien, a su vez, era el jefe nacional de seguridad del partido pol¨ªtico Fuerza Nueva".
Por parte de los procesados, sus abogados defensores, salvo el de Ignacio Abad, niegan su participaci¨®n en los hechos y piden la absoluci¨®n. Emilio Hell¨ªn, al que defiende de oficio un abogado tras la dificultades surgidas en las primeras semanas con los abogados de Fuerza Nueva, ya declar¨® ante el juez instructor los d¨ªas 9 y 10 de abril de 1981 -declaraci¨®n que supuso un giro de 180 grados respecto de las anteriores- que ¨¦l no fue el autor de los disparos que acabaron con la vida de Yolanda, sino que ¨¦sta fue entregada, tras raptarla en su domicilio, en la calle de Tembleque, de Madrid, a los ocupantes de un Renault 5, uno de ellos apodado el Chino, militante de Fuerza Nueva, y el otro llamado Antonio, funcionario de Polic¨ªa.
El defensor de Ignacio Abad reconoce los hechos y su participaci¨®n en los mismos de su patrocinado, pero afirma que ¨¦ste obr¨® condicionado por "el gran ascendiente" que ejerc¨ªa Emilio Hell¨ªn sobre ¨¦l".
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