Hell¨ªn mantiene su acusaci¨®n contra Mart¨ªnez Loza e imputa el asesinato de Yolanda Gonz¨¢lez a un polic¨ªa y a un miembro de FN
Emilio Hell¨ªn, para quien el fiscal pide 28 a?os por el asesinato de Yolanda Gonz¨¢lez, militante de un peque?o partido de izquierdas, mantuvo ayer ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga este hecho que David Mart¨ªnez Loza orden¨®, cuando era jefe nacional de Seguridad de Fuerza Nueva, el interrogatorio de la militante izquierdista y que ¨¦l la entreg¨® todav¨ªa viva a un tal Antonio, funcionario de la Brigada Central de Informaci¨®n, cuya placa de identificaci¨®n lleva el n¨²mero 8.000, y a un militante del partido Fuerza Nueva, apodado El Chino.
Con aparente aplomo y seguridad, dando la impresi¨®n de que conoc¨ªa a fondo las actividades de la organizaci¨®n en Madrid del partido de Blas Pi?ar, Hell¨ªn implic¨® a dirigentes de este partido en la financiaci¨®n de compra de armas y manifest¨® que de ellos proced¨ªa la mayor parte del importante arsenal descubierto por la polic¨ªa en el s¨®tano de la calle Libertad, de Madrid. Por el contrario, David Mart¨ªnez Loza, el ¨²ltimo procesado interrogado, neg¨® cualquier tipo de participaci¨®n en los hechos y a?adi¨® que Fuerza Nueva no es ning¨²n grupo terrorista.La primera jornada del juicio por el asesinato de Yolanda Gonz¨¢lez, hecho producido en la madrugada del d¨ªa 2 de febrero de 1980, se prolong¨® hasta ¨²ltimas horas de la tarde de ayer con el interrogatorio de los seis procesados ante la secci¨®n primera de lo penal de la Audiencia Nacional. El magistrado Gonzalo de la Concha, presidente del tribunal, que tambi¨¦n presidi¨® el juicio por la matanza de Atocha, dirigi¨® el interrogatorio con autoridad y dominio, cortando a los abogados cuando hac¨ªan preguntas poco concretas e interrogando ¨¦l mismo cuando lo juzgaba procedente. En la sala de audiencia, la de m¨¢xima seguridad dedicada a los juicios por terrorismo en la Audiencia Nacional, siguieron el desarrollo de la vista numerosos periodistas, los padres de Yolanda Gonz¨¢lez, algunos familiares de los procesados y j¨®venes militantes del partido al que pertenec¨ªa la v¨ªctima.
Los procesados en situaci¨®n de prisi¨®n preventiva, es decir, Emilio Hell¨ªn, Ignacio Abad, Jos¨¦ Ricardo Prieto y F¨¦lix P¨¦rez Ajero, llegaron ante el tribunal esposados y fueron introducidos en un m¨®dulo de seguridad, mientras que los dos procesados en libertad: David Mart¨ªnez Loza y Juan Carlos Rodas, polic¨ªa nacional, fueron colocados en un banquillo.
A las seis en punto de la tarde comenz¨® el interrogatorio de Emilio Hell¨ªn, tras haberse procedido en las horas anteriores al de Juan Carlos Rodas, Ignacio Abad, Felix P¨¦rez Ajero y Jos¨¦ Ricardo Prieto. La versi¨®n dada por Hell¨ªn al tribunal es la misma que dio al juez instructor en abril de 1981, catorce meses despu¨¦s de producidos los hechos, y que signific¨® un giro de 180 grados respecto de la ofrecida hasta entonces, primero a la polic¨ªa, y, despu¨¦s, ante el propio juez. Cuando el fiscal le pregunt¨® ayer el motivo de este cambio Hell¨ªn manifest¨®:" Yo me hech¨¦ la culpa desde los primeros momentos porque estando en los calabozos de la DGS un inspector me di¨® una nota del abogado Antonio Mu?oz Perea, en la que se me dec¨ªa que asumiese yo el hecho y que no me preocupase por ello. La propia polic¨ªa me dijo que no merec¨ªa la pena implicar a m¨¢s personas porque dado el volumen de las armas que ya hab¨ªan sido intervenidas me corresponder¨ªa una pena muy elevada. Esperaba con ello ayuda de mi partido Fuerza Nueva, ya que mi mujer hab¨ªa sido echada de su trabajo y mis hijos expulsados del colegio". Posteriormente, y a preguntas del acusador Jos¨¦ Mariano Ben¨ªtez de Lugo, Hell¨ªn manifest¨® que hab¨ªa estado esperando cerca de a?o y medio la ayuda de su partido. "Cuando me encontraba en la c¨¢rcel de Carabanchel -dijo- vino a verme Pedro Herr¨¢iz para decirme que si no implicaba a Fuerza Nueva se me ayudar¨ªa. Estuve esperando a?o y medio. En este tiempo estoy sujeto a amenazas y por ello no he tenido libertad para informar a la justicia de todo lo que s¨¦".
Durante el interrogatorio que le hizo el fiscal Emilio Hell¨ªn cont¨® al tribunal que el interrogatorio de Yolanda Gonz¨¢lez y la colocaci¨®n de un explosivo en la agencia Cinco Cero, distribuidora de la revista Interviu, fueron acciones preparadas con antelaci¨®n. La fecha para ejecutar esta ¨²ltima era el 1 de febrero, pero hubo contraorden y se decidi¨® proceder al interrogatorio de Yolanda.
-?Qui¨¦n le di¨® la orden?, pregunta el fiscal.
-David Mart¨ªnez Loza. La decisi¨®n fue adoptada porque ese d¨ªa hab¨ªan sido asesinados seis guardias civiles y ten¨ªamos noticias que Yolanda pod¨ªa formar parte de un comando de informaci¨®n de ETA en Madrid. Yo y Abad fuimos en un coche, y F¨¦lix P¨¦rez Ajero, Jos¨¦ Ricardo Prieto y el polic¨ªa nacional Juan Carlos Rodas en otro, con la misi¨®n ¨¦stos ¨²ltimos, de vigilar los alrededores.
-?Qu¨¦ hicieron en el domicilio, de Yolanda Gonz¨¢lez?
- Nada m¨¢s abrir la puerta, yo la tir¨¦ al suelo y orden¨¦ a Abad que la vigilase mientras registraba el piso. Nos fuimos r¨¢pido por miedo a que pudieran venir las personas que conviv¨ªan con Yolanda. Montamos en el coche y nos dirigimos a una casa abandonada, en la carretera de Alcorc¨®n a San Mart¨ªn de Valdeiglesias, donde hab¨ªamos quedado con Antonio y El Chino para entregarles a Yolanda.
Mientras Emilio Hell¨ªn implicaba en su declaraci¨®n ante el tribunal a dirigentes y militantes de Fuerza Nueva y a funcionarios de la propia polic¨ªa, Ignacio Abad, que declar¨® por la ma?ana, dio la impresi¨®n de echar sobre Hell¨ªn toda la responsabilidad de los hechos y de defender a David Mart¨ªnez Loza de cualquier presunta implicaci¨®n. Abad manifest¨® que se sinti¨® enga?ado por Hell¨ªn y lleg¨® un momento en que "ya no pod¨ªa m¨¢s". Narr¨® con detalle -pr¨¢cticamente fue la versi¨®n del fiscal- c¨®mo fue asesinada Yolanda Gonz¨¢lez, dispar¨¢ndole dos tiros en la cabeza Hell¨ªn a menos de un metro de distancia, y luego, ¨¦l, otro tiro, por orden de Hell¨ªn. "Cuando vi caer a Yolanda me qued¨¦ atontado y no me di cuenta de que disparaba", dijo a preguntas del fiscal.
-Pero usted dispar¨® al cuerpo de Yolanda cuando ¨¦sta ya estaba en el suelo, no al aire o al coche, terci¨® el presidente del tribunal.
-Bueno, si, pero no s¨¦ como pude darle.
El primer interrogatorio fue el del polic¨ªa nacional Juan Carlos Rodas, que intent¨® exponer al tribunal que su ¨²nica preocupaci¨®n era que el grupo de Hell¨ªn obtuviese informaci¨®n de Yolanda para luego ofrec¨¦rsela ¨¦l a sus superiores. F¨¦lix P¨¦rez Ajero y Jos¨¦ Ricardo Prieto, por su parte, intentaron quitar importancia a su tarea de vigilancia. Los tres cre¨ªan que estaban haciendo un servicio y confesaron que no pensaban que hac¨ªan algo ilegal. Las sesiones del juicio continuar¨¢n hoy con las pruebas pericial y testifical.
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