"La teor¨ªa de Freud sigue siendo fundamental en nuestra experiencia"
A finales del mes de mayo se inaugur¨® en Malgrat de Mar (Barcelo.na) el nuevo edificio de la comunidad terap¨¦utica de Malgrat, hecho que coincidi¨® con la presentaci¨®n del proyecto de asistencia psiqui¨¢trica integrada para el sub¨¢rea del Maresme. Coincidiendo con ambos actos se organiz¨® un ciclo de discusiones sobre dicho proyecto y la situaci¨®n de la psiquiatr¨ªa en general. Al mismo ha asistido, junto con otros especialistas, Patric Delaroche.
Delaroche, m¨¦dico psicoanalista, dirige actualmente un hospital psiqui¨¢trico situado a las afueras de Par¨ªs, dedicado fundamentalmente al tratamiento de adolescentes en edad escolar. Delaroche, que fue disc¨ªpulo de Jacques Lacan, afirma haberse separado del maestro al observar divergencias importantes entre las teor¨ªas y las ense?anzas de Lacan y su pr¨¢ctica institucional psicoanal¨ªtica. Ha estudiado especialmente la situaci¨®n del sector psiqui¨¢trico en Francia, tema de su tesis doctoral.
Pregunta. ?Cu¨¢l fue el motivo de su separaci¨®n de Lacan?
Respuesta. Es necesario distinguir entre la teor¨ªa y las ense?anzas lacanianas y sus pr¨¢cticas institucionales. Estas no coincid¨ªan con aqu¨¦llas en el sentido de que los grupos de trabajo tend¨ªan a mantener en el paciente una dependencia del analista. No hace mucho Le Monde public¨® un estudio sobre el estallido de la Escuela Freudiana de Par¨ªs tras su disoluci¨®n; la gente que se mantuvo fiel a Lacan se ha agrupado ahora en lo que se llama Escuela de la Causa Freudiana. All¨ª se ponen en pr¨¢ctica las ense?anzas de Lacan de una forma verdaderamente literal; no es que lo desapruebe, pero esto es muy delicado porque a¨²n hay partes del an¨¢lisis que deben ser aclaradas por el propio an¨¢lisis.
P. Una de las cr¨ªticas que m¨¢s frecuentemente se ha hecho al psicoan¨¢lisis es su car¨¢cter de hip¨®tesis imposible de verificar, al operar con nociones como la de subconsciente, metaconsciente o consciente que no son emp¨ªricas. ?Qu¨¦ opina usted al respecto?,
R. De hecho el dispositivo psicoanal¨ªtico es un dispositivo abierto que no impone limitaci¨®n alguna a la palabra. Vemos que en el resto de los m¨¦todos terap¨¦uticos, especialmente en el m¨¦todo americano, siempre hay alg¨²n tipo de limitaci¨®n a la palabra libre; eso no ocurre en el psicoan¨¢lisis porque no es dogm¨¢tico. Se trata de una teor¨ªa que explica bien determinados fen¨®menos, mejor que las precedentes; si hubiera otra que lo hiciera mejor, los psicoanalistas ser¨ªan felices porque har¨ªa progresar al psicoan¨¢lisis, pero no la hay. En realidad ni siquiera los psicoanalistas han aportado cosas nuevas respecto a Freud, y la teor¨ªa freudiana sigue siendo fundamental en nuestra experiencia.
P. ?Cu¨¢les son a su juicio esas lagunas?
R. Puede que la psicosis. Freud no habla mucho de ella, aunque s¨ª bastante; pero no tanto como de las perversiones, por ejemplo. Quiz¨¢ la laguna m¨¢s amplia sean las enfermedades psicosom¨¢ticas, pero ese campo permanece a¨²n hoy casi inabordable para los psicoanalistas. No hemos llegado a comprender bien cu¨¢l es el mecanismo definitivo que opera en los procesos psicosom¨¢ticos.
P. Esta es la segunda vez que viene usted a Espa?a para intervenir en una mesa redonda. ?C¨®mo ve usted la psiquiatr¨ªa en nuestro pa¨ªs?
R. Muy bien. Cada vez que he venido he encontrado interlocutores v¨¢lidos que me han hecho trabajar mucho. He constatado que se est¨¢ muy al corriente de la teor¨ªa psicoanal¨ªtica y del pensamiento de Lacan.
P. Esto a nivel de investigadores, pero ?c¨®mo ve el sector?
R. Parece que se est¨¢ intentando poner en marcha una pol¨ªtica sectorial importante. Al respecto puedo aportar mis estudios sobre Francia, donde se empez¨® en 1960, aunque el empuje definitivo se diera unos a?os m¨¢s tarde. Lo primero que hay que decir es que el tratamiento de psic¨®ticos es muy caro, pero que a largo plazo lo m¨¢s conveniente es una pol¨ªtica de tratamiento abierto, mucho m¨¢s efectiva y barata que la de encerrar a los enfermos. El psiqui¨¢trico cerrado es un pozo sin fondo, y en el plano de la eficacia terap¨¦utica s¨®lo consigue transformar a los enfermos en cr¨®nicos y evitarles la posibilidad de vuelta a una vida normal.
P. ?Acepta usted a este respecto las propuestas de la antipsiquiatr¨ªa?
R. No, aquello fue un inicio, importante por lo que represent¨® de cr¨ªtica a las instituciones tradicionales, pero sus esperanzas se han visto luego defraudadas. Cuando yo digo que soy contrario a la hospitalizaci¨®n de determinados psic¨®ticos lo hago pensando en que el tratamiento abierto es a veces mejor e incluso disminuye la peligrosidad de los enfermos, adem¨¢s de que resulta imposible encerrar a todos los psic¨®ticos porque hay muchos y en general son gente adaptada a la vida normal a quienes no beneficiar¨ªa una pol¨ªtica segregacionista.
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