Misi¨®n ante los aliados: cambiar su im¨¢gen de 'cowboy'
No es ning¨²n secreto que Ronald Reagan no se caracteriza por ser un presidente experto en temas de relaciones exteriores. La pol¨ªtica interior, las relaciones con el Congreso, son asuntos en los que Reagan se mueve con mayor agilidad. Pero la gira europea ha sido minuciosamente preparada para que sea un ¨¦xito total para el veterano pol¨ªtico, de 71 a?os de edad.Entre las fotograf¨ªas de Versalles y Bonn se intercalar¨¢n las no menos populares del jinete Ronald Reagan paseando a caballo por los jardines del castillo de Windsor con la reina Isabel II. En el Vaticano, la foto Reagan-Juan Pablo II, ambos v¨ªctimas de atentados, ser¨¢ una buena imagen para los cat¨®licos electores norteamericanos. Un c¨¢ntico contra las "tiran¨ªas" del comunismo tendr¨¢ lugar ante el muro de Berl¨ªn para el presidente Ronald Reagan. La Casa Blanca espera mucho de este viaje por Europa occidental. Tanto en el plano internacional como en el de pol¨ªtica interior, el denominado gran comunicador en Washington, por sus virtudes para difundir el mensaje pol¨ªtico al p¨²blico, deber¨ªa haber mejorado su imagen al t¨¦rmino del periplo europeo por Par¨ªs, Roma, Londres, Bonn y Berl¨ªn.
En realidad le hace buena falta, a juzgar por los recientes sondeos de popularidad (constantemente en baja) y los conflictos con el Congreso en su batalla para conseguir que acepte las l¨ªneas generales del presupuesto para 1983 presentado por la Casa Blanca. Un reciente sondeo del Instituto Gallup explicaba que, de celebrarse hoy elecciones presidenciales en EE UU -las habr¨¢ en noviembre de 1984-, los norteamericanos elegir¨ªan al dem¨®crata Edward Kennedy si se presentara frente a la aceptaci¨®n o el rechazo de la presidencia de Ronald Reagan.
Washington se queja con frecuencia de la imagen de cowboy que la opini¨®n p¨²blica europea tiene del ex gobernador de California y actual presidente de Estados, Unidos. Espera que las im¨¢genes de televisiones, las entrevistas actual presidente Ronald Reagan.
Pero, mucho antes de 1984, el Partido Republicano del presidente Ronald Reagan tiene importantes citas electorales en noviembre de este a?o. La elecci¨®n para renovar la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado se avecina como una primera prueba de la concedidas a corresponsales de televisiones europeas de los pa¨ªses que visitar¨¢, junto con la habitual gracia del ex actor de Hollywood, sirvan para cambiar un poco la opini¨®n europea respecto a Ronald Reagan. El presidente norteamericano cuenta con la ventaja respecto a la anterior cumbre econ¨®mica de Ottawa (Canad¨¢), en julio de 1981, que todos sus colegas de la cumbre econ¨®mica de Versalles y la mayor¨ªa de los de la cumbre atl¨¢ntica de Bonn han desfilado por Washington, creando ciertos lazos de relaciones personales con Reagan.
En relaci¨®n con los problemas de seguridad que conlleva todo viaje presidencial norteamericano, y en particular cuando se trata de pa¨ªses extranjeros, con anuncios previos de grandes manifestaciones anti-Reagan, los agentes del cuerpo especialmente dedicado a la protecci¨®n de personalidades oficiales rodear¨¢n en todo momento al presidente, limitando sus apariciones en p¨²blico.
Acusaciones de "Reagan, traidor de la paz"; "Reagan, cowboy nuclear"; bombas en Roma contra varias compa?¨ªas norteamericanas, detenciones en Francia, rumores de atentado suicida por parte de miembros de la banda Baader-Meinhof y unos 200.000 manifestantes que protestar¨¢n en la Republica Federal de Alemania por la presencia de Reagan son elementos que no han sido tomados a la ligera por los responsables de la seguridad personal de Ronald Reagan. De ah¨ª que la imagen popular de Reagan ser¨¢ vendida solamente a trav¨¦s del televisor, en el esfuerzo de los estrategas de la Casa Blanca de mejorar su imagen ante el p¨²blico europeo.
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