Una carrera por las calles de la capital del autom¨®vil

Las calles de Detroit, la capital del mundo del autom¨®vil, ser¨¢n escenario ma?ana por la tarde de la s¨¦ptima carrera del campeonato del mundo de Formula 1. El Circo se instalar¨¢, una vez m¨¢s, en un circuito urbano, en el que las medidas de seguridad son muy precarias. Unicamente la lentitud del trazado juega a favor de la seguridad de los pilotos. Pero el aspecto econ¨®mico, que ha sido capaz de incluir en el calendario la carrera de Detroit sin que hubiera cumplido los requisitos que -a otros- exige la Federaci¨®n Internacional, sigue primando sobre cualquier otro.

Ser¨¢, as¨ª una especie de Montecarlo a la americana, donde las mec¨¢nicas sufrir¨¢n especialmente y los motores con turbocompresor estar¨¢n en desventaja frente a los de admisi¨®n convencional. En los cuatro kil¨®metros de trazado por las calles de Detroit, veinte curva -con una horquilla-, dos t¨²nele y hasta un paso elevado forman este especial circuito. La mayor¨ªa de las curvas son cruces de las calles, en la ciudad donde est¨¢n instaladas las oficinas de la direcci¨®n y las f¨¢bricas de General Motors Ford y Chrysler. Estos cruces, en ¨¢ngulo recto, tendr¨¢n que abordarse con la primera o segunda en la caja de cambios y a una velocidad inferior a cien kil¨®metros por hora. Esto, unido al hecho de que el asfalto nunca es tan regular, ni adherente, ni limpio como el de un circuito permanente, convierten al trazado urbano de Detroit en un rompecoches.En este tipo de trazados, los motores turboalimentados est¨¢n en desventaja frente a los de admisi¨®n convencional. El turbo entra en acci¨®n a un r¨¦gimen de revolu ciones del motor bastante alto, por debajo del cual no hace ning¨²n efecto. Como las curvas del circui to de Detroit, en los cruces de las calles, son en ¨¢ngulo recto y, por tanto, muy lentas, y entre curva y curva no queda mucho espacio para acelerar a fondo, el motor de un F¨®rmula 1 no puede mantener un r¨¦gimen elevado de revoluciones durante mucho tiempo. La ve loc¨ªdad m¨¢xima no superar¨¢ en Detroit los 250 kil¨®metros por hora, mientras que el promedio rondar¨¢ los 140 kil¨®metros por hora.

Potencia Inferior

Eso impide que este tipo de motores den toda su potencia en este tipo de trazados. Su mayor peso y superior consumo, y el que la respuesta al acelerador no sea tan inmediata como en los de admisi¨®n convencional, que son las desventajas que tienen los motores turboalimentados, dif¨ªcilmente se compensan con una potencia, tambi¨¦n superior, que rara vez pueden exprimir los pilotos al m¨¢ximo.

Sin embargo, la buena actuaci¨®n de los Renault Turbo en Montecarlo, en un circuito de parecidas condiciones al de Detroit, parece demostrar que los dise?adores de este tipo de motores han llegado ya al dif¨ªcil punto de equilibrio. Ahora son capaces de ofrecer una cifra de potencia superior a las de los motores convencionales, sin por ello estar demasiado penalizados en las desventajas de peso, consumo, lentitud de respuesta y agilidad mec¨¢nica. En Detroit podr¨ªa ocurrir algo semejante. Pese a no tratarse del trazado id¨®neo para un motor con turbocompresor, los Renault podr¨ªan dominar la carrera.

Por su parte, la escuder¨ªa italiana Ferrari ha fichado ya al franc¨¦s Patrick Tambay para sustituir al tr¨¢gicamente desaparecido Villeneuve. Tambay se hab¨ªa alejado del Circo asqueado por el deterioro de todo lo que rodea a la F¨®rmula 1, pero volver¨¢ por el atractivo que supone para todos los pilotos correr para el m¨ªtico equipo italiano. Su incorporaci¨®n ser¨¢ despu¨¦s de Canad¨¢, hasta donde Ferrari quiere seguir con un ¨²nico piloto para mantener el luto.

A esta ausencia hay que a?adir la de equipos como Toleman, que no estar¨¢n en Detroit por problemas econ¨®micos. Por eso, las posibilidades del espa?ol Emilio de Villota de llegar a tomar parte en la carrera aumentar¨¢n sensiblemente. Pero Villota no tendr¨¢ un material que le permita tomar parte en la competici¨®n en condiciones de igualdad con otros. Eso, unido a su falta de preparaci¨®n t¨¦cnica y risica -al no contar con apoyo econ¨®mico suficiente y tener que pagar por correr, el espa?ol no puede entrenar lo suficiente para estar en perfectas condiciones-, alejan a Emilio de Villota de cualquier posibilidad de alcanzar puestos de honor. Clasificarse en los entrenamientos para poder incluirse en la parrilla de salida, aunque m¨¢s f¨¢cil en Detroit por las ausencias, ser¨¢ ya un logro para el espa?ol.