El Festival Horizonte-82, de Berl¨ªn, rescata la historia de la fotograf¨ªa latinoamericana
El escritor mexicano Juan Rulfo expone sus primeros documentos gr¨¢ficos
ENVIADO ESPECIAL El Festival Horizonte-82 ofrece en Berl¨ªn Oeste una panor¨¢mica de la fotograf¨ªa en Latinoam¨¦rica desde 1860 hasta 1980, que, en las 450 fotos que se exponen, abarca desde los viejos daguerrotipos familiares del siglo pasado hasta las instant¨¢neas de los marginales en la Venezuela actual, de los gauchos en la Pampa a los revolucionarios de Pancho Villa y Emiliano Zapata. En una exposici¨®n especial, Horizonte-82 presenta tambi¨¦n las fotograf¨ªas del escritor mexicano Juan Rulfo, realizadas en la primera mitad de la d¨¦cada de los cuarenta, cuando recorr¨ªa M¨¦xico como viajante.
La exposici¨®n re¨²ne bajo un mismo techo las fotos decadentes de orondas matronas decimon¨®nicas con formas opulentas, que se adivinan bajo el refajo y a la soldadera Adelita en el estribo de un tren. La foto oportunista de El fot¨®grafo estaba all¨ª, que recoge al cantante de tangos Carlos Gardel en el momento de subir al avi¨®n donde encontr¨® la muerte y los restos humeantes del veh¨ªculo siniestrado. No falta la foto-pasqu¨ªn del Che Guevara, el cartel con tonos hagiogr¨¢ficos, acompa?ante inevitable de habitaciones llenas de sue?os de revoluci¨®n perdida, all¨¢ a finales de los sesenta.El pr¨®logo al cat¨¢logo de la exposici¨®n recuerda con acierto la presencia del daguerrotipo en el Macondo de Cien a?os de soledad, cuando Jos¨¦ Arcadio Buend¨ªa desea quedar inmortalizado en los retratos que hac¨ªa Melqu¨ªades y luego ped¨ªa una foto de Dios para demostrar su existencia.
El brasile?o Marc Ferrez es uno de los puntos fuertes de la exposici¨®n. Ferrez naci¨® en R¨ªo de Janeiro y, tras la muerte de sus padres, le llevaron a Par¨ªs, donde vivi¨® hasta los diecisiete a?os, edad a la que regres¨® a Brasil. Ferrez aprendi¨® la t¨¦cnica fotogr¨¢fica con un ingeniero alem¨¢n y fotografi¨® desde el trabajo en las minas hasta la bah¨ªa de Botafogo y la fiebre del oro.
Con el mexicano Agust¨ªn V¨ªctor Casasola la fotograf¨ªa adquiere mayor¨ªa de edad en Latinoam¨¦rica y se convierte en documento period¨ªstico y testimonio al mismo tiempo de la revoluci¨®n mexicana. Casasola era reportero gr¨¢fico y acert¨® a captar con su c¨¢mara el proceso hist¨®rico de la revoluci¨®n mexicana, que qued¨® registrada en miles de negativos: Pancho Villa en su rancho, las soldaderas, Zapata vivo y Zapata asesinado. Fotos de los pelotones de ejecuci¨®n. Del tiro de gracia y del gesto c¨ªnico e indiferente a la muerte de un falsificador de moneda ante el pelot¨®n de ejecuci¨®n. Son fotos que evocan la perenne problem¨¢tica de la inhumanidad de una profesi¨®n, de los "buitres de la Prensa", pero se trata de documentos ¨²nicos para reflejar una ¨¦poca.
El venezolano Luis Felipe Toro, Torito, deja constancia de los tiempos de Juan Vicente G¨®mez, el dictador de los a?os treinta. El indio peruano Mart¨ªn Chambi qued¨® fascinado a sus catorce a?os, a principios de siglo, cuando vio a un fot¨®grafo que trabajaba para una compa?¨ªa inglesa de miner¨ªa. Chambi aprendi¨® la t¨¦cnica y se dedic¨® a fotografiar fiestas familiares y religiosas, indios y la arquitectura de Cuzco.
La revoluci¨®n cubana se refleja en la exposici¨®n berlinesa en las fotograf¨ªas de Ra¨²l Corrales, que logra dar a sus trabajos alta calidad est¨¦tica, con encuadres y composiciones muy cuidadas hasta conseguir combinaciones de gran originalidad.
El otro fot¨®grafo de la revoluci¨®n cubana, Alberto Korda, aparece en sus trabajos expuestos en Berl¨ªn m¨¢s bien como fot¨®grafo de corte, como autor del santoral revolucionario. En muchas de las fotograf¨ªas de la ¨¦poca actual se advierte la contradicci¨®n entre una tem¨¢tica triste y s¨®rdida y la belleza est¨¦tica del producto fotogr¨¢fico final, que llega a dar una nueva cualidad al contenido, que queda as¨ª transformado en objeto de contemplaci¨®n est¨¦tica. As¨ª, pasa a un segundo plano, e incluso al olvido la realidad reflejada. La fotograf¨ªa del venezolano Roberto Fontana podr¨ªa entrar en esta categor¨ªa de "estetizar la miseria" con sus fotos de seres marginales.
La exposici¨®n de Juan Rulfo
Paralelamente a la exposici¨®n de toda la fotograf¨ªa latinoamericana se exponen en Berl¨ªn Oeste Las fotos de Juan Rulfo. El escritor explic¨® al enviado especial de EL PAIS que son trabajos realizados en sus tiempos de "viajante, cuando representaba a una marca de llantas de coche. Empleaba una c¨¢mara alemana de 6x6, que tiene un negativo mucho mejor, porque permite cortarlo, por ser mucho m¨¢s grande".
Rulfo recorr¨ªa M¨¦xico con la misi¨®n de meterse por todos los caminos y vericuetos para registrarlos en un trabajo cartogr¨¢fico. Esto le permiti¨® acceder a muchos puntos, que luego quedaron reflejados en sus fotograf¨ªas. Hoy d¨ªa, Rulfo no hace fotograf¨ªa, "porque sale muy caro".
Entre las fotograf¨ªas expuestas de Rulfo abundan los monumentos y los paisajes, lo que da un cierto tono de frialdad a su estilo fotogr¨¢fico. Entre las fotos de Rulfo figuran algunos retratos, la actriz Mar¨ªa F¨¦lix y el actor Pedro Armend¨¢riz, y, detalle picante y curioso, una foto del escritor Octavio Paz. Un Octavio Paz joven -eran otros tiempos-, cuando Rulfo no echaba pestes contra el ganador del Premio Cervantes.
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