El Reino Unido teme perder la guerra de la propaganda en el conflicto de las Malvinas
Con las tropas brit¨¢nicas estrechando su cerco sobre Port Stanley (Puerto Argentino), el Reino Unido puede estar ganando -con dificultades- la guerra de las Malvinas, pero parece estar perdiendo la batalla de la informaci¨®n. El Gobierno est¨¢ m¨¢s profundamente dividido sobre la guerra y sobre el futuro del archipi¨¦lago de lo que se dec¨ªa hasta ahora. Pese a todo, Margaret Thatcher est¨¢ considerando realizar una visita a las Malvinas cuando termine la guerra. As¨ª lo ha manifestado en una respuesta por escrito a una pregunta formulada por un diputado del Partido Conservador.
El Ministerio de Defensa no s¨®lo informa poco, sino que informa mal. Se mantiene el silencio oficial sobre las bajas brit¨¢nicas en los buques de desembarco Sir Tristam y Sir Galahad. Fuentes bien informadas han indicando que habr¨ªa habido entre cuarenta y 65 muertos y un n¨²mero mucho m¨¢s elevado de heridos. Esta es una cifra pol¨ªtica y humanamente desastrosa, pero que no justifica las razones del ministro de Defensa, John Nott, de no querer proprocionar informaci¨®n ¨²til al enemigo, un argumento que la propia primera ministra Margaret Thatcher no ha utilizado. Al parecer, son los militares en Londres los que han insistido en el silencio.Otras fuentes han apuntado al recelo mutuo entre la oficina de la primera ministra, el Ministerio de Defensa y el Foreign Office, que reconoce la necesidad de implicar a Argentina en el futuro a larzo plazo de las Malvinas. Thatcher rechaza esta actitud y ayer, en respuesta a una carta del l¨ªder laborista Michael Foot, se?al¨® que ser¨ªa impensable negociar con los argentinos despues de los desembarcos y de las bajas brit¨¢nicos. Ser¨ªa una traici¨®n a los que han muerto, replic¨® Thatcher.
Uno se puede preguntar, como el comentarista Simon Jenkins, en The Times, por el significado de la palabra traici¨®n estos d¨ªas. Pero el Parlamento se calla sobre la guerra en s¨ª.
La amenaza de ser calificados de traidores -la pu?alada por la espalda a las tropas- ha hecho tragarse muchas lenguas. Y ya se levantan voces de traici¨®n en la Prensa por las huelgas de enfermeras o la amenaza de una paralizaci¨®n de los ferrocarriles el 28 de junio, todo por motivos salariales.
Un buen ejemplo del tipo de informaci¨®n facilitada por el Ministerio de Defensa es el comunicado al mediod¨ªa de ayer. Todos los datos, escasos, se refer¨ªan al mi¨¦rcoles y al jueves. Las fuerzas brit¨¢nicas siguen consolidando sus posiciones y avanzando. Los buques han ca?oneado las instalaciones militares argentinas. "Las patrullas agresivas y de reconocimiento se han proseguido", dec¨ªa el Ministerio.
El asalto final sobre Port Stanley sigue siendo inminente, si no est¨¢ ya en marcha. Los brit¨¢nicos han perdido grandes cantidades de materiales en los ataques a¨¦reos argentinos. El fr¨ªo sigue siendo un importante enemigo. Brian Barrow, enviado especial de la BBC a Punta Arenas (Chile) dijo ayer haber interceptado un mensaje -sin c¨®digo- a Buenos Aires del general Mario Men¨¦ndez, gobernador argentino de las Malvinas:
"Si las cosas siguen as¨ª, nuestra situaci¨®n podr¨¢ derrumbarse r¨¢pidamente", habr¨ªa dicho el general..
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