Mundial-82: lo que pudo ser y no ser¨¢
Hoy se inaugura con gran solemnidad el Mundial-82, que no es solamente un acontecimiento deportivo, sino tambi¨¦n social.( ... ) La solemnidad del acto, la majestuosidad del marco y la presencia en el Camp Not¨ª de Sus Majestades los Reyes de fspa?a y de los presidentes del Gobierno y de la Generalitat, junto a altas autoridades estatales y auton¨®micas, marcar¨¢n este hecho como un gran acontecimiento en nuestra historia. Por esto nos habr¨ªa gustado, por una parte, una mayor compenetraci¨®n con la realidad colectiva catalana -el problema de la lengua, por ejemplo, no se ha acabado de resolver dignamente-, y por otra, que las sombras y nubarrones surgidos en la preparaci¨®n y en la proyecci¨®n externa del Mundial-82 no se hubiesen producido.
Son verdaderamente lamentables los errores y aun esc¨¢ndalos que han acompa?ado, desde su gestaci¨®n hasta los mismos momentos de su nacimiento, a este Mundial-82. La improvisaci¨®n organizativa, la picaresca comercial y los cuentos de la lechera han sido el pan nuestro de cada d¨ªa casi desde que se supo que le correspond¨ªa a Espa?a ser el pa¨ªs anfitri¨®n de este campeonato. Y as¨ª un acontecimiento mundial que deb¨ªa haberse aprovechado para mejorar nuestra imagen exterior y como motor de promoci¨®n del turismo internacional, parece que tendr¨¢ que contentarse con algo mucho m¨¢s modesto, cuando no un elemento de desprestigio.
El p¨¦simo planteamiento del tema de la venta de las entradas -con exclusivas a una empresa, por paquetes, condicionadas a los gastos de traslado y alojamiento, y con recargos- puede tener como resultado que se vea mucho cemento de tantos estadios para cuyo aumento de capacidad se han invertido muchos miles de millones. Agencias de viajes y hoteles est¨¢n acusando una fuerte desilusi¨®n respecto de las esperanzas que se hab¨ªan alentado. Los m¨²ltiples problemas surgidos en las relaciones con los representantes de los medios de informaci¨®n nacionales y extranjeros, aspecto que en todas partes merece un especial cuidado en los grandes acontecimientos, han creado indignaciones serias cuyos ecos en la Prensa extranjera seguramente no se har¨¢n esperar.
( ... ) ?Y qu¨¦ decir de los abusos en la comercializaci¨®n de objetos relacionados con el Mundial? ?Y del estrepitoso fallo en el c¨¢lculo de los costos y los ingresos que en lugar de un sustancioso super¨¢vit, como se afirmaba, arrojar¨¢n un abultado d¨¦ficit que tendr¨¢ que cubrirse mediante un tercer sorteo de loter¨ªa? Tampoco pueden olvidarse la descoordinaci¨®n,a todos los niveles, de los programas culturales previstos, y algunas ausencias sonadas.
Nos duele en el alma tener que recordar todo esto precisamente a las pocas horas de la solemne ceremonia inaugural ( ... ).
, 13 de junio
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