Malos augurios en la pr¨®xima ronda de negociaciones entre Espa?a y la CEE
El pr¨®ximo d¨ªa 21 se celebrar¨¢ en Luxemburgo una de las m¨¢s importantes sesiones de negociaci¨®n entre Espa?a y la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) desde que hace m¨¢s de cuatro a?os nuestro pa¨ªs solicit¨® el ingreso en el Mercado Com¨²n. Sobre la mesa en torno a la cual se sentar¨¢n los ministros de Asuntos Exteriores de los diez y su colega espa?ol, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, se colocar¨¢n cuatro cap¨ªtulos, uno de los cuales, la uni¨®n aduanera, es esencial para el futuro de la ampliaci¨®n de la CEE. Siete d¨ªas antes de la reuni¨®n, todo indica que los resultados pueden ser escasos y que las posiciones comunitarias se mantendr¨¢n con gran dureza.
La sesi¨®n ministerial del d¨ªa 21 est¨¢ rodeada de numerosas inc¨®gnitas. Los jefes de la diplomacia europea se reunir¨¢n la noche anterior no para discutir sobre los problemas que plantean los informes espa?oles, sino sobre cuestiones internas de envergadura, como la interpretaci¨®n del compromiso de Luxemburgo o regla de la unanimidad, el informe Colombo-Genscher sobre la uni¨®n europea o la situaci¨®n internacional y sus repercusiones en Europa. Por parte espa?ola, la sesi¨®n de negociaci¨®n se celebra veinticuatro horas antes de que llegue a Madrid, en visita oficial, el presidente de la Rep¨²blica Francesa, Fran?ois Mitterrand, y cuando la crisis pol¨ªtica de UCD amenaza con provocar una convocatoria anticipada de elecciones generales.Los cuatro cap¨ªtulos sobre los que, te¨®ricamente, deber¨ªa llegarse a un acuerdo son los siguientes: fiscalidad, uni¨®n aduanera, Comunidad Econ¨®mica del Carb¨®n y el Acero (CECA) y relaciones exteriores. Un quinto cap¨ªtulo, el Eurotrom, inicialmente previsto para esta sesi¨®n, ha sido descartado completamente ante la imposibilidad de aproximar posiciones. Los diez exigen a Espa?a si no la firma del tratado de proliferaci¨®n nuclear, lo que no pueden hacer porque no forma parte del acquis comunitario, s¨ª el respeto a una directiva de la CEE que supone, al fin y al cabo, lo mismo que el tratado.
El hecho de que se mantengan los otros cuatro cap¨ªtulos no quiere decir, en absoluto, que nadie, ni espa?oles ni comunitarios, tenga la menor esperanza de cerrarlos o incluso de realizar avances considerables.
En el caso del cap¨ªtulo de fiscalidad, el escollo m¨¢s importante, la exigencia de la CEE de que Espa?a implantar¨¢ el Impuesto sobre el Valor A?adido desde el mismo momento de la adhesi¨®n, ha sido salvado mediante su aceptaci¨®n por parte del Gobierno espa?ol. EL proyecto de ley ha sido ya remitido al Congreso de los Diputados, y puede ocurrir que sea aprobado incluso antes de que se celebre la reuni¨®n de Luxemburgo. Espa?a intenta convencer a la CEE del gran esfuerzo que ha supuesto esta decisi¨®n -esfuerzo que debe ser compensado en el cap¨ªtulo de la uni¨®n aduanera con un per¨ªodo transitorio largo-, pero los diez no se han dejado impresionar porque, afirman, el Gobierno espa?ol estaba obligado a implantar el IVA no ya por la exigencia comunitaria, sino porque Estados Unidos lo plante¨® tambi¨¦n como ultim¨¢tum dentro del GATT (Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio). En cualquier caso, Espa?a ya no puede utilizar el argumento IVA como instrumento de presi¨®n. De las dos excepciones al r¨¦gimen comunitario de fiscalidad que solicita Espa?a, una -la no inclusi¨®n de empresas con un volumen de negocios inferior al mill¨®n de pesetas- ser¨¢ aceptada, y otra -la excepci¨®n de la llamada ganader¨ªa sin suelo- no ser¨¢ aceptada por los diez.
El periodo transitorio
La discusi¨®n b¨¢sica se plantea en lo relacionado con el cap¨ªtulo de uni¨®n aduanera. En sus primeros documentos, Espa?a solicit¨® un per¨ªodo transitorio de cinco a diez a?os (per¨ªodo transitorio ¨²nico, aplicable tambi¨¦n a la agricultura, si es que alg¨²n d¨ªa la CEE s decide a comenzar a negociar con Espa?a este cap¨ªtulo). La aceptaci¨®n del IVA desde el primer d¨ªa de la adhesi¨®n ha llevado a los espa?oles a precisar su postura inicial, y en el ¨²ltimo documento negociador se pide ya claramente un per¨ªodo de nueve a?os ("lo m¨¢s pr¨®ximo posible a diez").
Pero los comunitarios siguen teniendo en la cabeza la propuesta inicial espa?ola y recuerdan la cifra nefasta de cinco a?os, que es el per¨ªodo transitorio que propone la Comisi¨®n Europea. Y si Espa?a en su d¨ªa estaba dispuesta, de propia iniciativa, a aceptar cinco a?os, l¨®gicamente -piensan algunos de los diez- se puede apretar un poco y exigir s¨®lo tres, con la idea de llegar a los cuatro o cinco. La posici¨®n comunitaria deja l¨ªvidos a los negociadores espa?oles. Por el momento, lo m¨¢s probable es que en la sesi¨®n del d¨ªa 21 se opte por no hablar de ninguna cifra, aunque ser¨¢ interesante saber cu¨¢les son los argumentos de cada uno y hasta qu¨¦ punto se puede calcular que cada uno variar¨¢ su techo. De lo que se puede estar seguro es de que el cap¨ªtulo no quedar¨¢ cerrado. Una dificultad adicional ser¨¢ tambi¨¦n el per¨ªodo transitorio no ya para el desarme arancelario, sino para el contingentario, que para la CEE suele ser m¨¢s corto que el primero. "Pero si pretenden darnos un per¨ªodo corto en el arancelario, ?qu¨¦ va a proponernos en el contingentario, seis meses?", ironizaba un experto espa?ol.
Nunca se deja un s¨®lo,punto sin cerrar, seg¨²n las normas de la CEE, as¨ª que adem¨¢s de la cifra sobre el per¨ªodo transitorio -que quedar¨¢, para el ¨²ltimo d¨ªa de negociaciones- la cifra de tomas sin soluci¨®n en este cap¨ªtulo de uni¨®n aduanera ser¨¢ m¨¢s larga. Imposible decir cu¨¢les tienen m¨¢s posibilidades de pasar o de permanecer abiertos, seg¨²n la terminolog¨ªa CEE; quiz¨¢ el grado de nacionalizaciones de la industria del autom¨®vil o el r¨¦gimen de zonas francas. En todo caso, lo que ya es seguro es que no se hablar¨¢, al menos por parte espa?ola, ni de Canarias ni de Ceuta y Melilla, como tampoco del r¨¦gimen de los monopolios (CAMPSA, Tabacalera, etc¨¦tera).
Como la negociaci¨®n con la CEE es parecida a una madeja, si no hay acuerdo sobre uni¨®n aduanera, dif¨ªcilmente lo habr¨¢ sobre el cap¨ªtulo CECA (siderurgia y carb¨®n), para el que Espa?a pide el mismo per¨ªodo transitorio.
Tampoco cabe esperar acuerdo en el ¨²ltimo cap¨ªtulo, relaciones exteriores, y aqu¨ª la CEE tiene un pretexto l¨®gico: el documento espa?ol, muy completo, ha sido entregado hace escasamente diez d¨ªas, y es imposible que los distintos servicios de la CEE tengan tiempo antes del 21 para preparar la contrapropuesta adecuada.
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