El mundo entero 'esp¨ªa' a Fahd
Desde el pasado domingo, el mundo entero esp¨ªa los menores gestos y las palabras m¨¢s inocuas de Fahd ibn Abdelazis, cabeza del clan de los siete sudeiris y sexto entre los m¨¢s de 42 hijos del fallecido rey Abdel Aziz de Arabia Saud¨ª, pa¨ªs que es un aut¨¦ntico campo de petr¨®leo que reporta al Estado m¨¢s de 120.000 millones de d¨®lares anuales.Esta preocupaci¨®n se entiende: Occidente depende del petr¨®leo saud¨ª en gran medida, y m¨¢s de medio centenar de pa¨ªses del Tercer Mundo se reparten los 5.000 millones de d¨®lares anuales que dispensa el reino en ayudas econ¨®micas. Pero tambi¨¦n porque Fahd ibn Abdel Aziz no es un pr¨ªncipe ocioso m¨¢s subido a un trono, sino un hombre de Estado, un reformador moderado y, un entusiasta de la utilizaci¨®n de las rentas del petr¨®leo para desarrollar econ¨®micamente a Arabia Saud¨ª.
Su tarea no ser¨¢ f¨¢cil. El nombramiento del pr¨ªncipe Abdallah ibn Abdel Aziz, cabeza del ala tradicional y conservadora de la familia real saud¨ª, como pr¨ªncipe heredero parece sugerir las aprensiones que despierta en un amplio sector de la corte y de la sociedad tradicional saud¨ª, fuertemente impregnada a¨²n del conservadurismo tribal, una modernizaci¨®n demasiado acelerada y un desarrollo econ¨®mico que sin duda modifica desde hace a?os las constantes del reino.
La carrera de Fahd ibn Abdel Aziz, considerado como un incondicional pronorteamericano, est¨¢ marcada por un claro progresismo -en el contexto saud¨ª-, que comienza con la extensi¨®n de la educaci¨®n obligatoria a las ni?as, cuando era ministro de Educaci¨®n, entre 1958 y 1960.
En estos primeros momentos de su reinado, el rey Fahd ha desempe?ado una importante pero discreta actividad en dos de los temas cruciales para los pa¨ªses del golfo Ar¨¢bigo: la invasi¨®n que ha sufrido L¨ªbano por parte de Israel y la reintegraci¨®n de Egipto en la familia ¨¢rabe.
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