El Papa reafirm¨® la "solidaridad sin fronteras" en la Conferencia Internacional del Trabajo
Claro, preciso, contundente, fueron algunos de los comentarios expresados, a trav¨¦s de una ya habitual terminolog¨ªa pol¨ªtica, por miembros de la diplomacia occidental sobre la intervenci¨®n, ayer, del papa Juan Pablo II ante la Asamblea de la 68? Conferencia Internacional del Trabajo y la diplomacia mundial en pleno, acreditada ante las Naciones Unidas en Ginebra. Tambi¨¦n se escuch¨® decir en t¨¦rminos m¨¢s a tono con la investidura del orador, que se trat¨® de un "gran mensaje", sin que faltaran algunas comparaciones positivas y negativas en relaci¨®n con anteriores discursos del Papa en Brasil, M¨¦xico o m¨¢s reciente en Oporto (Portugal).
Por su parte, delegaciones de trabajadores de origen cristiano, que asisten a la conferencia, coincidieron en se?alar que la enc¨ªclica papal Laborem exercens, que data de septiembre de 1981, y cuyo contenido se relaciona exclusivamente con el mundo del trabajo, sit¨²a m¨¢s claramente el papel del trabajador en la sociedad, que lo sostenido ayer en la conferencia.Medida en aplausos y visibles sentimientos de respeto por este jefe de la Iglesia Cat¨®lica que es capaz de viajar en pocos d¨ªas a dos pa¨ªses en guerra, el Reino Unido y Argentina, la visita del Papa result¨® un ¨¦xito entre cristianos y no cristianos, que consideraron su presencia en la Conferencia Internacional del Trabajo como un m¨¢ximo honor para ¨¦sta y, en consecuencia, para el mundo del trabajo y del trabajador.
El concepto de solidaridad se constituy¨® en la columna vertebral de la alocuci¨®n de Juan Pablo II, acu?ando la idea de un nuevo orden social basado en la "solidaridad sin fronteras". "La solidaridad que nace y deriva su fuerza de la naturaleza del trabajo humano y la primac¨ªa del ser humano sobre las cosas sabr¨¢ crear instrumentos de di¨¢logo y de concertaci¨®n que permitan resolver los conflictos sin destruir al contrincante".
Calific¨® la misi¨®n de la OIT como la "sublime aventura" en la b¨²squeda de la humanizaci¨®n del trabajo, afirmando que el intento de armonizar las fuerzas de los trabajadores, los empleadores y los Gobiernos, caracter¨ªstica tripartita de la OIT, constituye un ejemplo del esp¨ªritu de solidaridad, basado en la creencia de que toda acci¨®n y todo progreso deben supeditarse al prop¨®sito de beneficiar al hombre. Al respecto cabe recordar que Juan Pablo II, en su enc¨ªclica Laborem exercens, menciona espec¨ªficamente a la OIT.
Y sobre esto declar¨® que, para juzgar el progreso humano, es preciso saber si el trabajo sirve verdaderamente al hombre y respeta su dignidad. "El progreso exige", afirm¨®, "un juicio de valor y debemos interrogarnos si es suficientemente humano y al mismo tiempo suficientemente universal. Debemos preguntarnos constantemente si el trabajo da sentido a la vida humana".
Juan Pablo II sostuvo que, "a pesar de las mejoras efectuadas desde el siglo pasado, a pesar del respeto mayor y m¨¢s efectivo de los derechos fundamentales del trabajador en muchos pa¨ªses, diversos sistemas fundados en la ideolog¨ªa y en el poder han dejado perdurar injusticias flagrantes o han creado otras nuevas. Adem¨¢s", dijo, "la conciencia m¨¢s aguda de la justicia social hace descubrir nuevas situaciones de injusticia que, por su extensi¨®n geogr¨¢fica o por su desprecio de la dignidad inalienable del ser humano, son verdaderos desaf¨ªos a la humanidad". Y record¨® que en la enc¨ªclica Laborem Exercens se refiere a una "justa reacci¨®n social" al evocar la reacci¨®n de los obreros, en el siglo pasado, sobre todo, de la industria, que "reaccionaron, descubriendo al mismo tiempo, m¨¢s all¨¢ de la com¨²n miseria, la fuerza que representan las acciones concertadas".
Sobre el grave problema de? desempleo, y especialmente del desempleo juvenil, que calific¨® de "triste realidad", Juan Pablo II expres¨® que una de sus causas debe buscarse en el perfeccionamiento de la tecnolog¨ªa que limita progresivamente la parte directa que cabe al hombre en el proceso de producci¨®n. "La soluci¨®n", agreg¨®, "hay que buscarla en la aceptaci¨®n del principio de la primac¨ªa del trabajo humano sobre los medios de producci¨®n y la primac¨ªa del trabajador sobre las exigencias de la producci¨®n o las leyes puramente econ¨®micas: la persona humana constituye el criterio primero y ¨²ltimo de la planificaci¨®n del empleo", y dijo no creer que la humanidad contempor¨¢nea, capaz de semejantes proezas cient¨ªficas y t¨¦cnicas, sea incapaz de encontrar soluciones justas y eficaces a trav¨¦s de un esfuerzo de creatividad.
Al afirmar que "el trabajador debe asumir ¨¦l mismo la defensa de la verdad y de la verdadera dignidad de su trabajo", se refiri¨® al derecho de asociarse libremente como cosa fundamental para que todos los que integran el mundo del trabajo encuentren el medio de una participaci¨®n activa guiada por el af¨¢n del bien com¨²n.
El Papa visit¨® durante su estancia en Ginebra la sede del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja, donde fue recibido por el presidente de este organismo, Alexander Hay, y otros directores de la instituci¨®n. Asimismo, Juan Pablo II recorri¨® el Centro Europeo para la Investigaci¨®n Nuclear, donde trabajan m¨¢s de 2.000 t¨¦cnicos provenientes a m¨¢s de 140 universidades y laboratorios nacionales de todo el mundo, estudian los problemas planteados por el ¨¢tomo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.