La eficaz sutileza de un conjunto

Dentro de su II Festival de Opera Pro M¨²sica ha programado dos conciertos sinf¨®nicos a cargo de una de las agrupaciones sovi¨¦ticas de mayor prestigio, la Orquesta Filarm¨®nica de Leningrado.El primero de ellos, que tuvo lugar el pasado domingo d¨ªa 13 de junio, fue dirigido por Evgueni Mravinsk¨ª, quien desde 1938 es director titular del famoso conjunto. En el segundo concie rto sinf¨®nico, celebrado el pasado lunes, la direcci¨®n estaba a cargo de un joven director nacido en Estonia, Peeter Lilie, de tan s¨®lo 32 a?os de edad, y que caus¨® una gran impresi¨®n. El concierto tuvo lugar en el gran teatro del Liceo, marco ideal para la ¨®pera, pero no tanto para conciertos sinf¨®nicos mientras la orquesta deba situarse por completo dentro del escenario.

A pesar de ello, el famoso conjunto sovi¨¦tico nos conmovi¨® y consigui¨® un ¨¦xito enorme. Est¨¢ bien claro que para alcanzar una sonoridad tan bella, perfecta y llena de sutilezas expresivas como posee la mencionada agrupaci¨®n, ello es debido, antes que nada, a la exigencia de un alt¨ªsimo nivel individual, que luego, tras un eficaz trabajo de conjunto, lograr¨¢ esta cumbre de perfecci¨®n.

El programa se inici¨® con la Sinfon¨ªa n? 82 en do mayor, El oso, de Haydn, autor no demasiado id¨®neo a las maneras rusas, pero que en este caso ¨¦licontr¨® un fiel traductor capaz de acomodarse al estilo haydiano con extrema pureza y adecuadas y ¨¢giles transparencias.

El violinista V¨ªctor Tratyakov fue otro de los alicientes de lavelada. Disc¨ªpulo del famoso pedagogo ruso Y. Yankelevich -fallecido hace pocos meses-, nos hizo una versi¨®n del po¨¦tico Concierto n? 1 en re mayor, de Prokofiev, extraordinariamente atractivo. Se trata de un violinista muy completo que no s¨®lo domina el instrumento con perfecci¨®n, sino que sabe expresarse con musicalidad. Sus brazos y manos, totalmente flexibles, le permiten extraer con la mayor naturalidad cuantos acentos y detalles expresivos, as¨ª como cuantos alardes t¨¦cnicos se propone. De magistral podemos calificar el acompa?amiento de la orquesta en esta obra. Nunca hab¨ªamos o¨ªdo este concierto con una in.terpretaci¨®n orquestal tan cuidada, m¨¢gicamente refinada y de tan sutil vuelo l¨ªrico.

Peeter Lilie culmin¨® su labor con una versi¨®n conmovida e inteligentemente controlada de la c¨¦lebre Pat¨¦tica, de Chaikovski.