Promover los toros desde la base
El mayor acierto del equipo de gobierno de la biputaci¨®n de Madrid fue percibir un hecho objetivo: el arrendamiento de la plaza de Las Ventas hab¨ªa dejado de ser desde hac¨ªa ya muchos a?os la m¨¢s importante fuente de recaudaci¨®n de fondos para cubrir las obligaciones asistenciales de la Corporaci¨®n. Hab¨ªa, y hay, otros intereses en juego, tanto privados como p¨²blicos. Se hab¨ªa convertido la fiesta en otra cosa, sin posibilidad de vuelta atr¨¢s, en virtud de un proceso hist¨®rico irreversible.Por eso, la primera tarea consisti¨® en racionalizar la explotaci¨®n del inmueble, propiedad de la Diputaci¨®n. Y, sin renunciar a obtener unos ingresos razonables, se situ¨® en plano de igualdad la atenci¨®n a las leg¨ªtirrias exigencias de otros sectores populares relacionados con la fiesta o su promoci¨®n. En otros t¨¦rminos, el hecho taurino se elev¨® a la categor¨ªa de servicio p¨²blico.
Este cambio cualitativo en la gesti¨®n no es f¨¢cil. Pero, con todos sus altibajos, se ha revelado como el ¨²nico camino para, en un futuro m¨¢s o menos lejano, pasar a la gesti¨®n directa, aspiraci¨®n esta irrenunciable para un gobierno provincial de la izquierda.
Esta transformaci¨®n en la concepci¨®n de la fiesta de los toros entra?a tambi¨¦n un nuevo estilo en la gesti¨®n: la fiesta taurina deja de ser un mero espect¨¢culo de consumo para reconvertirse en un hecho cultural vivo, merecedor de promoci¨®n, exigi¨¦ndose la calidad y dignidad de la categor¨ªa art¨ªstica tradicional en los festejos celebrados en la plaza de Las Ventas.
Y para que de verdad fuera ese hecho cultural vivo era necesario sacarlo de ese templo anquilosado en que se hab¨ªa convertido la plaza de Las Ventas y acercarlo al pueblo, difundirlo, promocionarlo. En eso estamos.
Para ello no ser¨¢ suficiente la organizaci¨®n de actividades m¨¢s o menos acad¨¦micas, como conferencias y coloquios sobre temas de la fiesta, exposiciones y concursos de pintura, la potenciaci¨®n y remodelaci¨®n del Museo Taurino, la edici¨®n de tauromaquias y otros libros relacionados con la fiesta, sin que ello signifique negar su importancia.
La promoci¨®n de la fiesta debe hacerse en su base: capeas, encierros, festejos en los barrios. En este sentido, hay que ver como positivas las recientes disposiciones de la Administiraci¨®n central autorizando actividades de este tipo y recogiendo aspiraciones de hace tiempo expresadas por la afici¨®n.
No es casual, que se registre una vuelta y un creciente inter¨¦s por lo taurino por parte de los intelectuales. Siempre ocurre cuando el hecho cultural es algo l¨²dico y colectivo, cuando se buscan y encuentran las ra¨ªces hist¨®ricas de los fen¨®menos culturales.
Hay otro hecho de enorme importancia, tanto por su novedad como por su significaci¨®n futura, que no debemos pasar por alto: la creaci¨®n del Patronato de la Escuela Taurina, Se trata, en esencia, de la dignificaci¨®n de la profesi¨®n taurina.
Este es, a grandes rasgos, el camino emprendido por la Diputaci¨®n de Madrid. Somos conscientes de que: para llegar a buen puerto se necesita la participaci¨®n de todos los estamentos representativos de la fiesta. Y estamos estudiando los mecanismos que permitan arbitrar tal participaci¨®n porque sabemos que hacer avanzar el proceso iniciado hace tres a?os no puede ni debe ser resultado de una labor individual.
Por eso, la llamada gran corrida de la Beneficencia, cuya organizaci¨®n empe?a una vez m¨¢s a la Diputaci¨®n Provincial, aun siendo, por su significaci¨®n hist¨®rica y ampl¨ªsimas resonancias, el acontecimiento m¨¢s destacado del quehacer tauiino de la Corporaci¨®n, no es ya, sin embargo, en esta su 126? edici¨®n, un hecho aislado, sino que forma parte del amplio e importante papel que en la fiesta de los toros viene jugando este organismo desde que hace tres a?os pasa a ser gobernado por una mayor¨ªa pol¨ªtica de izquierda.
Cr¨®nica de la corrida en la ¨²ltima p¨¢gina.
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