El teniente coronel Castillo Quero declara en el 'caso Almer¨ªa' que "volver¨ªa a hacer lo mismo"
El teniente coronel Castillo Quero declar¨® ayer que "volver¨ªa a hacer, para cumplir con su deber, lo mismo" que realiz¨® en la madrugada del d¨ªa 10 de mayo de 1981. Esta respuesta correspondi¨® a la ¨²ltima pregunta del interrogatorio al que ha sido sometido por el acusador particular, Dar¨ªo Fern¨¢ndez, en los cuatro d¨ªas de juicio, quien inquiri¨® sobre "si volver¨ªa a reproducir la misma iniciativa y las mismas acciones" que llev¨® a cabo en aquella madrugada.
El relato, en muchos puntos contradictorio, ambiguo, impreciso y evasivo que el teniente coronel de la Guardia civil, Carlos Castillo Quero, est¨¢ ofreciendo al tribunal que juzga el caso Almer¨ªa, entr¨® ayer en la zona de lo aparentemente inexplicable al declarar que el cambio brusco e imprevisible que hizo el Ford Fiesta en que eran conducidos los tres j¨®venes detenidos, debidamente esposados, por la carretera comarcal de G¨¦rgal, inmediatamente antes de caer hacia la derecha por un terrapl¨¦n e incendiarse, se produjo hacia la izquierda en direcci¨®n al interior de la calzada.La declaraci¨®n del procesado, recibida con reacciones de sorpresa en la sala, se produjo cuando explicaba gr¨¢ficamente al Tribunal, ayudado de una silla, el movimiento, repetidamente calificado por ¨¦l de an¨®malo y brusco, que hizo el Ford Fiesta de los detenidos mientras los tres guardias procesados disparaban sobre ¨¦l y que motiv¨® que los numerosos disparos efectuados, cuyo blanco preciso era la rueda trasera derecha del coche, erraran totalmente dicho blanco alcanzar¨¢n por el contrario a los j¨®venes que hab¨ªa en el interior del veh¨ªculo acribill¨¢ndoles, seg¨²n expresi¨®n empleada en un momento de la vista por el representante del Ministerio Fiscal.
Esta declararaci¨®n motiv¨® la pregunta del acusador particular, abogado Dar¨ªo Fern¨¢ndez, sobre c¨®mo podr¨ªa explicarse que si el brusco y an¨®malo cambio direccional del coche de los detenidos fue hacia la izquierda, ganando con ello el coche espacio de la calzada, cayese inmediatamente despu¨¦s por un terrapl¨¦n hacia la derecha, fuera ya de la carretera. El teniente coronel Castillo Quero se limit¨® a contestar que no lo sab¨ªa.
El acusador particular, ante la novedad de lo declarado, solicit¨® nuevamente la reconstrucci¨®n de los hechos, ¨²nica manera, dijo, de que no quede para la historia el total desconocimiento de lo que realmente ocurri¨®. El Tribunal nuevamente se opuso a la pr¨¢ctica de esta diligencia en base a que el dato nuevo revelado constitu¨ªa un problema de valoraci¨®n de prueba que en su momento se resolver¨¢ por el Tribunal.
Disparos a las ruedas
El interrogatorio se inici¨® en la sesi¨®n de ayer con una descripci¨®n gr¨¢fica hecha en una pizarra por el procesado sobre la posici¨®n en que se encontraban los cuatro coches que formaban la caravana en la curva existente en el kilometro 8,400 de la carrtera que va a G¨¦rgal desde la nacio nal Almer¨ªa-Murcia. En resu men, el procesado explic¨® a trav¨¦s de un croquis, que en el momento de iniciarse los hechos que terminar¨ªan con la vida de los tres j¨®venes detenidos, la caravana estaba formada por un Seat 127 seguida del Ford Fiesta en el que iban los detenidos, de otro 127 que le segu¨ªa y finalmente de un Chrysler en el que se encontraba el propio procesado y su ayudante. Castillo Quero manifiesta que observ¨® un movimiento brusco del Ford Fiesta, a la vez que se produc¨ªa la salida de los dos guardias, uno conductor y otro escolta, de dicho veh¨ªculo de lo que dedujo la existencia de una agresi¨®n protagonizada por los detenidos con la intenci¨®n de hacerse con el mando. Al mismo tiempo dice que tambi¨¦n observ¨® c¨®mo el coche Seat 127 que le preced¨ªa hac¨ªa un movimiento hacia la izquierda. El procesado explica que orden¨® acelerar su coche para dar alcance al Ford Fiesta y que en un momento dado se bajaron ¨¦l y su ayudante, hicieron una carrera r¨¢pida y corta hasta un lugar aproximado de dos a cuatro metros del ¨²ltimo veh¨ªculo y que fue entonces cuando orden¨® fuego sobre su rueda trasera derecha. El procesado precisa que el Ford Fiesta estaba en un momento de p¨¦rdida de velocidad, como si estuviese calado y que ni vio a las personas que iban dentro y que tampoco observ¨® ning¨²n movimiento en su interior. En lo que se refiere a las distancias entre unos coches y otros, el procesa do manifiesta que no puede precisarlas con exactitud.-?Exist¨ªa en usted la creencia de que los detenidos pudieran hacerse con el mando del coche? pregunta el acusador particular.
-S¨ª. Yo ten¨ªa creencia racional de que eso podr¨ªa producirse.
-?Iban esposados los detenidos?
-S¨ª, salieron esposados de la comandancia pero yo no los vi.
-?Sabe usted que las esposas aparecieron cerradas despu¨¦s de la combusti¨®n del veh¨ªculo y de la calcinaci¨®n de los cad¨¢veres?
-No lo s¨¦.
-?Qu¨¦ riesgo ten¨ªa usted si en el coche s¨®lo hab¨ªa unas personas esposadas y en las que usted no percibi¨® ning¨²n movimiento?
-Si no disparo y se escapan, el de ser conducido a un consejo de guerra y adem¨¢s eran personas de las que se me dice que son terroristas.
Preguntas sobre la inexistencia de riesgo
Ante la existencia demostrada por el acusador particular a trav¨¦s de varias preguntas sobre la inexistencia de riesgo, el procesado repite una y otra vez que siempre tuvo creencia racional de que se hab¨ªa producido una agresi¨®n por parte de los detenidos. "No s¨¦ lo que ha pasado dentro del veh¨ªculo, no veo a los detenidos, lo ¨²nico que veo es una maniobra extra?a, que el veh¨ªculo contin¨²a en marcha y de ello deduzco que se escapan.En otro momento del interrogatorio se lee un amplio informe del equipo de investigaci¨®n y atestados de la comandancia de la Guardia Civil de Almer¨ªa sobre los hechos ocurridos en el kilometro 8,400 de la carretera de G¨¦rgal y en el que se utilizaron versiones de los mismos dadas por el procesado. Al preguntarle el acusador particular sobre el contenido de este informe el procesado manifiesta no recordar muchos de los datos contenidos en el mismo.
Un punto importante planteado fue el de la autor¨ªa de un impacto aislado, entre las varias decenas que se produjeron, en la parte derecha lateral del Ford Fiesta con trayectoria oblicua de derecha a izquierda y de arriba abajo. Cuando se le pregunta si este disparo se produjo desde la posici¨®n en que se encontraban los que dispararon, el procesado responde que dispararon a la rueda trasera derecha sin que pueda precisar c¨®mo el veh¨ªculo recibi¨® los disparos. El car¨¢cter at¨ªpico de este disparo, seg¨²n expresi¨®n del gabinete central de Identificaci¨®n de Madrid, fue puesto de manifiesto por el acusador particular cuando est¨¢ demostrado que las varias decenas de disparos producidos por los dos subfusiles y por la pistola marca Star de los tres procesados, se concentran en la parte posterior del Ford Fiesta.
-?C¨®mo explica usted que los disparos est¨¦n concentrados en la luneta trasera, en direcci¨®n a zonas vitales de las v¨ªctimas, cuando el blanco era la rueda derecha posterior? insiste el acusador particular.
-No lo puedo precisar, responde el procesado.
-?Oy¨® gritos de las personas que estaban dentro del veh¨ªculo?
-No.
-?Vio usted agitarse a los detenidos tras el torrente de disparos que recibieron ?
-No.
-?Les vio intentar salir ya heridos del veh¨ªculo.
-No.
-?Vio usted a las v¨ªctimas?
-No.
-?Las tres personas que estaban dentro eran para usted Luis Montero, Luis Cobo y Juan Ma?as?
-No lo s¨¦.
-?Necesariamente tuvo usted que hacer uso de las armas?
-Ya dije por qu¨¦ tuve que hacer uso de las armas.
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