El defensor del teniente coronel Castillo Quero prest¨® escasa atenci¨®n al desarrollo de los hechos del 'caso Almer¨ªa'

Con apenas media docena de preguntas, el defensor del teniente coronel de la Guardia Civil Carlos Castillo Quero, letrado Juan Jos¨¦ P¨¦rez G¨®mez, despach¨® su turno de interrogatorio a su defendido en lo que se refiere a la concreta actuaci¨®n de ¨¦ste en el fat¨ªdico punto kilom¨¦trico 8,400 de la carretera comarcal de G¨¦rgal, lugar donde se sit¨²an los hechos culminantes del llamado caso Almer¨ªa, que han sido calificados provisionalmente como tres delitos de homicidio o de asesinato por el ministerio fiscal y el acusador particular, respectivamente.

La quinta jornada de la vista del juicio oral sobre el caso Almer¨ªa ha significado, sin duda, un respiro para el teniente coronel Castillo Quero, tras el intenso y meticuloso interrogatorio a que ha sido sometido a lo largo de las cuatro jornadas anteriores por ¨¦l acusador particular, abogado Dar¨ªo Fern¨¢ndez. Si el m¨¦todo utilizado por este ¨²ltimo, de acuerdo a los fines acusatorios, fue abordar los hechos con preguntas muy concretas desde todas las perspectivas posibles, la t¨¢ctica empleada por el defensor del teniente coronel Castillo. Quero ha sido, por el contrario, plantear preguntas generales tendentes a demostrar la correcta realizaci¨®n del servicio efectuado por su defendido, desde el momento de la detenci¨®n de las tres j¨®venes v¨ªctimas en Roquetas de Mar, y pasar como sobre ascuas por la forma concreta en que se desarrollaron los hechos en la carretera de G¨¦rgal, durante las horas de la madrugada, el d¨ªa. 10 de mayo de 1981.

Historia profesional del acusado

De las dos horas escasas que el letrado Juan Jos¨¦ P¨¦rez G¨®mez ha dedicado al interrogatorio de su defendido, al que en todo momento s e dirigi¨® con el trato de teniente coronel, una parte importante fue destinada a relatar su historia profesional, desde su ingreso en la Academia General Militar, en 1953, hasta su nombramiento como jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Almer¨ªa, en 1979, y su cese de dicho cargo, en mayo de 1981.El tribunal y el p¨²blico que asiste a la vista han podido informarse con detalle sobre los distintos destinos cubiertos, por el procesado y los diversos cursos realizados a lo largo de su carrera militar.

El interrogatorio, propiamente dicho, con preguntas relacionadas con los hechos que se desarrollaron desde la detenci¨®n de las tres v¨ªctimas hasta el momento en que el Ford Fiesta en que eran conducidos cae por un terrapl¨¦n y se incendia, se centr¨® en cuestiones como la orden de traslado a Madrid de los detenidos, la formaci¨®n de la caravana que deb¨ªa conducirlos hasta esta ciudad, la adecuaci¨®n de dicha conducci¨®n a las normas legales existentes y la frecuencia de las fugas de presos y detenidos que parece haber en Espa?a en los ¨²ltimos tiempos, incluso esposados y conducidos en el interior de veh¨ªculos policiales.

Los hechos desarrollados en el kil¨®metro 8,400 de la carretera de G¨¦rgal, que dieron como resultado la muerte de Luis Montero, Luis Cobo y Juan Ma?as, merecieron escasa atenci¨®n del defensor del teniente coronel Castillo Quero. Lleg¨® a afirmar antes de preguntar sobre ellos que iba a ser muy conciso en este tema.

En realidad, la ¨²nica cuesti¨®n planteada por el defensor en relaci¨®n con los hechos fue la de que su defendido precisase en qu¨¦ consisti¨® el brusco y an¨®malo cambio direccional del Ford Fiesta de los detenidos que motiv¨® que los procesados, seg¨²n su versi¨®n, errasen el blanco al que iban dirigidos los disparos y, por el contrario, alcanzasen a los ocupantes en sus partes vitales. El procesado repite lo ya o¨ªdo en el largo interrogatorio del acusador particular, e insiste en que fue un movimiento que se produjo hacia la izquierda de la calzada mientras disparaban sus armas.

Respecto al comportamiento de sus subordinados, el teniente coronel Castillo Quero indic¨® que el teniente ayudante G¨®mez Torres, procesado en la misma causa, y el guardia Manuel Fern¨¢ndez Llamas dispararon despu¨¦s de recibir la orden de abrir fuego y de no haberlo hecho hubieran incurrido en desobediencia.

El presidente del tribunal anunci¨® que se suspend¨ªa la vista hasta el pr¨®ximo lunes, a las once de la ma?ana. En la sesi¨®n de ese d¨ªa, el ministerio fiscal proceder¨¢ al interrogatorio del procesado teniente G¨®mez Torres, y a continuaci¨®n realizar¨¢n el mismo tr¨¢mite el acusador particular y las defensas.