El ayudante de Castillo Quero declara que no se explica las muertes del 'caso Almer¨ªa'
El teniente Manuel G¨®mez Torres, ayudante del teniente coronel Carlos Castillo Quero, manifest¨® ayer ante el tribunal que juzga el caso Almer¨ªa que no pod¨ªa explicarse c¨®mo los disparos que iban dirigidos a la rueda trasera derecha del Ford Fiesta en que eran conducidos por la carretera de G¨¦rgal Luis Montero, Luis Cobo y Juan Ma?as, pudieron errar el blanco y producir la muerte de estos tres j¨®venes.
"Este asunto me lleva dando vueltas en la cabeza un a?o y todav¨ªa no me he podido explicar c¨®mo se produjeron los efectos de los disparos", declar¨® a preguntas del fiscal. La sesi¨®n de ayer se inici¨® con el interrogatorio del ayudante del teniente coronel Castillo Quero por el ministerio p¨²blico y termin¨® con el interrogatorio del mismo procesado por parte del acusador particular, Dar¨ªo Fem¨¢ndez.Otra de las sorpresas que el teniente ayudante manifest¨® ante el tribunal haber experimentado en aquella tr¨¢gica madrugada del d¨ªa 10 de mayo de 1981 fue la r¨¢pida combusti¨®n del Ford Fiesta, que produjo la completa carbonizaci¨®n de los j¨®venes que iban en su interior. "Nos quedamos sorprendidos", responde al preguntarle sobre este fen¨®meno el ministerio fiscal.
"Le he dado vueltas durante un a?o"
Los momentos culminantes del caso Almer¨ªa fueron abordados por el ministerio fiscal con un abanico de preguntas mucho m¨¢s amplio que cuando interrog¨® en la primera sesi¨®n del juicio al principal procesado, teniente coronel Castillo Quero.-?Qu¨¦ ocurri¨® all¨ª?, pregunta el fiscal.
-Yo lo que pude ver es que el Ford Fiesta dio un giro anormal hacia la derecha. El Seat 127 que lo segu¨ªa, y que preced¨ªa al Chrysler en que yo iba con el teniente coronel, hizo un giro a la izquierda para no atropellar al conductor del Ford Fiesta que se hab¨ªa arrojado a la calzada. Nosotros llegamos y el teniente coronel dio la orden de fuego a la rueda trasera del Ford Fiesta.
-?Usted tir¨® a la rueda trasera derecha?
-S¨ª, yo estaba en el lado derecho del teniente coronel.
-?Por qu¨¦ no hizo blanco en ese punto?
-No me lo puedo explicar. Cuando yo dispar¨¦ sobre el veh¨ªculo, ¨¦ste estaba en una posici¨®n en que jam¨¢s pod¨ªa lesionar a sus ocupantes. Este tema me viene dando vueltas en la cabeza desde hace un a?o. No me he podido explicar todav¨ªa c¨®mo se produjeron los efectos de los disparos.
-?Tuvo usted intenci¨®n de eliminar a los ocupantes del Ford Fiesta?
-Se?or¨ªa, soy un hombre honrado, limpio de coraz¨®n. Jam¨¢s en la vida har¨ªa eso.
La declaraci¨®n del ayudante de Castillo Quero, m¨¢s distendida que la de su jefe, vers¨¦ sobre los hechos ocurridos entre las 21 horas de la noche del d¨ªa 9 de mayo de 1981, momento en que fueron detenidos en Roquetas de Mar Luis Montero, Luis Cobo y Juan Ma?as, y las 5 de la madrugada del d¨ªa siguiente, en que se produce su muerte en la carretera de G¨¦rgal.
G¨®mez Torres asegura que vio de cerca a los j¨®venes en un pasillo de la comandancia de la guardia civil, en Almer¨ªa, y que su actitud era completamente correcta. A pregunta del acusador particular, precisar¨ªa todav¨ªa m¨¢s esta declaraci¨®n al afirmar que se fij¨® especialmente en uno de ellos, que ten¨ªa la cara redonda y los ojos saltones. M¨¢s tarde, seg¨²n confes¨¦ a otra pregunta del acusador particular, vio en el despacho de Castillo Quero un Documento Nacional de Identidad y se dio cuenta de que su fotograf¨ªa coincid¨ªa con el detenido de cara redonda y ojos saltones (esta descripci¨®n coincide con los rasgos de Luis Montero).
En general, el teniente ayudante de Castillo Quero da a entender a trav¨¦s de sus respuestas que el actu¨® en segundo plano, obedeciendo a su jefe y enter¨¢ndose por ¨¦l de las gestiones realizadas en torno a los detenidos. Esta actitud se acentu¨® en el interrogatorio al que fue sometido por el acusador particular, el cual oblig¨® al procesado a confesar que ¨¦l tampoco pod¨ªa dar una explicaci¨®n racional sobre algunos de los hechos ocurridos en la carretera de G¨¦rgal. El procesado, que reconoci¨® tener el t¨ªtulo de tirador selecto, manifest¨® que no pod¨ªa explicarse el hecho de que los disparos dirigidos a la rueda trasera derecha del Ford Fiesta hubieran ido a dar en la parte de la luneta trasera del veh¨ªculo, y que ninguno hiciera blanco en su objetivo.
El Ford Fiesta estaba par¨¢ndose
-?C¨®mo se explica que ninguno diese en su objetivo?, insiste el acusador particular-No lo s¨¦, pero el hecho est¨¢ ah¨ª.
Al insistir el acusador particular en la ausencia de riesgo -el acusado reconoci¨® antes que no percibi¨® ning¨²n movimiento entre los detenidos- y en el hecho de que el Ford Fiesta estaba par¨¢ndose, y que, por tanto, no es congruente que el motivo de disparar sobre el mismo fuera impedir que se escapase, el teniente G¨®mez Torres se refugia en la creencia como ¨²nico reducto inexpugnable ante el acoso de la acusaci¨®n. Antes, el procesado tambi¨¦n hab¨ªa respondido que "no se lo explicaba", al preguntarle el acusador particular que explicaci¨®n ten¨ªa que el Ford Fiesta diera un giro a la izquierda cuando ya los tres detenidos se hab¨ªan convertido en v¨ªctimas, dado que los disparos produjeron su muerte instant¨¢nea.
El giro a la izquierda del Ford Fiesta, inmediatamente antes de caer a su derecha por el terrapl¨¦n e incendiarse, que habr¨ªa sido la causa de que Castillo Quero y G¨®mez Torres errasen el blanco, fue tambi¨¦n sacado a colaci¨®n por primera vez ante el tribunal por este ¨²ltimo procesado. El teniente G¨®mez Torres se refiri¨® con los mismo t¨¦rminos que el teniente coronel Castillo Quero a este giro, calific¨¢ndolo de brusco e imprevisible, aunque precis¨® que este movimiento no impidi¨® que el veh¨ªculo continuase su marcha hacia la derecha del arc¨¦n hasta precipitarse por el terrapl¨¦n. Cuando el acusador particular le pregunta por qu¨¦ no hizo menci¨®n en su declaraci¨®n sumarial a este giro brusco, el procesado se extra?a de que no conste, y dice que siempre ha querido manifestarlo as¨ª.
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