Nueve civiles y un militar forman el gobierno de Bignone
El presidente designado, general Reynaldo Bignone, complet¨® ayer su gabinete en el que figuran nueve civiles y un militar, el ministro del Interior general Llamil Reston.Se confirm¨® el nombramiento del economista Dagnino Pastore como ministro de Econom¨ªa, y su biograf¨ªa y especulaciones sobre sus posible pol¨ªtica econ¨®mica ocupaban ayer los principales comentarios de los peri¨®dicos. Se mantienen en sus puestos los ministros de Educaci¨®n y de Justicia, y el secretario de Cultura. Las primera reacciones a este gobierno son de escepticismo y de cautela y la mayor¨ªa.
No obstante, el l¨ªder peronista Angel Federico Robledo, dijo ayer que "me temo que en definitiva no estemos m¨¢s que ante un relevo de la misma l¨ªnea que durante siete a?os estuvo conduciendo este proceso con los resultados ya conocidos". Para el representante de Uni¨®n C¨ªvica Radical, Ra¨²l Alfons¨ªn, "aqu¨ª lo que interesa es que se ponga en marcha un proceso de democratizaci¨®n que debe establezca de inmediato la necesidad de operar un giro pol¨ªtico de 180 grados".
Las centrales sindicales principalmente la CGT, que no han sido consultadas para nada en este proceso de formaci¨®n de gobierno, tienen preparado un pliego de reivindicaciones para someter a Bignone si este les pide su opini¨®n, o publicar si no lo hace.
La primera de las demandas de los sindicalistas es, evidentemente, que se levanten las prohibiciones vigentes de los sindicatos, se normalice la vida sindical, y los sindicatos sean consultados en cuestiones pol¨ªticas y socioecon¨®micas.
La Iglesia, la tercera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs, junto con el ej¨¦rcito, partidos y sindicatos, ha expresado ya tambi¨¦n su opini¨®n sobre el momento y en particular monse?or Carralino, obispo de Avellaneda declar¨® "que no es hora de buscar responsabilidades. La vida del pa¨ªs y del pueblo argentino no termina ni se agota en un derecho incuestionable como el que nos asiste, ni en un contraste militar como el que estamos tratando de absorber"
La opini¨®n de la calle, sin embargo, estaba en otro asunto: la retransmisi¨®n del partido de f¨²tbol Argentina-Italia.
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