La CEE inicia un estudio sobre los costes de la adhesi¨®n espa?ola

El presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, obtuvo ayer del Consejo Europeo un respaldo mayoritario, incluido el de la RFA, a sus tesis de que la ampliaci¨®n de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) es imposible hasta que la Comunidad no haya culminado su reforma interna. Los diez decidieron encargar a la Comisi¨®n un estudio de los costes que representa la adhesi¨®n de Espa?a y Portugal para el resto de los miembros, lo que puede suponer un retraso de la entrada espa?ola hasta despu¨¦s de 1985.

La evaluaci¨®n de los costes de la adhesi¨®n espa?ola para la CEE hab¨ªa sido solicitada por Mitterrand en la cumbre de jefes de Estado o Gobierno de los diez, en un esfuerzo por interesar y responsabilizar a todos los miembros en el problema que supone, no s¨®lo para Francia, dar entrada a nuevos miembros en una Comunidad que atraviesa dificultades en la financiaci¨®n de su pol¨ªtica com¨²n, especialmente la agr¨ªcola.El encargo sin fecha fija a la Comisi¨®n Europea de este estudio supone, de hecho, un retraso del ritmo de negociaciones con Espa?a, aunque tanto el presidente de la Comisi¨®n, el luxemburgu¨¦s Gaston Thorn, como el presidente del Consejo, el belga Wilfred Martens, trataron de quitar importancia a este hecho. "Las negociaciones con Espa?a seguir¨¢n de forma paralela", manifest¨® Thorn.

Tanto los responsables de turno de la CEE como el presidente Mitterrand insistieron en que la decisi¨®n de realizar un estudio sobre los costes de la ampliaci¨®n no supone un "veto pol¨ªtico" a la ampliaci¨®n, sino una toma de conciencia del problema. Pero en otros medios comunitarios se precisaba que, tras cinco a?os de negociaciones con Espa?a, resulta harto sospechoso que la CEE se preocupe s¨®lo ahora de evaluar lo que supone para sus miembros la entrada de Espa?a y Portugal.

Por otro lado, los diez analizaron, en discusiones especialmente agitadas, el impacto de las recientes medidas norteamericanas sobre la Comunidad en el frente comercial, lo que ha supuesto el inicio de un hist¨®rico enfrentamiento en el terreno econ¨®mico entre los aliados atl¨¢nticos. El Consejo Europeo, en lugar de adoptar medidas de rechazo, decidi¨® recomendar a Washington que recapacite y levante la prohibici¨®n de vender a la URSS material tecn¨®logico para el gasoducto siberiano.

Los diez reiteraron su oposici¨®n a la pol¨ªtica monetaria practicada por EEUU, que provoca una fuerte apreciaci¨®n del d¨®lar y el mantenimiento de los altos tipos de inter¨¦s. Asimismo rechazaron la pol¨ªtica norteamericana de limitar los cr¨¦ditos a los pa¨ªses socialistas.

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