Se inicia una semana, decisiva para el futuro de UCD
Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) emprende hoy, lunes, la recta final de su prolongada crisis interna: la reuni¨®n que el llamado triunvirato -Adolfo Su¨¢rez, Leopoldo Calvo Sotelo y Landelino Lavilla- celebra hoy en el Palacio de La Moncloa marcar¨¢ el principio del acuerdo o de la ruptura.Ma?ana martes, los miembros del ejecutivo debatir¨¢n la propuesta de los tres l¨ªderes; para el d¨ªa siguiente, est¨¢ prevista la presentaci¨®n en el registro del Partido Dem¨®crata Popular, animado por el diputado democristiano Luis Vega Escand¨®n, hombre totalmente identificado con Oscar Alzaga.
Este hecho hace pensar a los centristas que ser¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles el d¨ªa elegido por los democristianos para abandonar el partido por la derecha, en busca de la proximidad con Manuel Fraga.
Por ¨²ltimo, la probable convocatoria para el pr¨®ximo d¨ªa 10 del Consejo Pol¨ªtico de UCD cerrar¨¢ una semana que se presenta decisiva para el partido.
Durante el mes de reflexi¨®n que el presidente Calvo Sotelo fij¨® para analizar el fracaso electoral andaluz y las posibles soluciones a la crisis del partido, UCD ha sido un c¨²mulo incesante de rumores, contrarrumores, amenazas de escisi¨®n, llamadas al acuerdo, intentos de conciliaci¨®n entre los tres l¨ªderes del partido, Calvo Sotelo, Landelino Lavilla y Adolfo Su¨¢rez, fracaso de ¨¦stos y, sobre todo, incertidumbre entre los diputados y responsables provinciales centristas sobre lo que pudiera estarse negociando en la c¨²pula.
Este confuso panorama puede quedar esta semana en v¨ªas de clarificaci¨®n.
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Editorial en p¨¢gina 10
Calvo Sotelo propuso a Suarez y Lavilla ser vicepresidentes de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico
Viene de la primera p¨¢ginaEn una de las reuniones que celebr¨® el triunvirato en La Moncloa Calvo Sotelo lleg¨® a proponer a sus interlocutores la siguiente f¨®rmula de conciliaci¨®n: ¨¦l seguir¨ªa como presidente del partido, y crear¨ªa dos vicepresidencias que ser¨ªan ocupadas por Su¨¢rez y Lavilla, seg¨²n se inform¨® a este peri¨®dico en fuentes de Arlab¨¢n, sede central del partido. Ambos rechazaron la oferta del presidente y fijaron la fecha de una pr¨®xima reuni¨®n a la que no acudi¨® Su¨¢rez.
A partir de este episodio, y ante la falta de acuerdo, Su¨¢rez decidi¨® hacer p¨²blicas, aunque de manera indirecta, sus condiciones para el "retorno": no participar¨ªa en una UCD entornada hacia Fraga, ni aceptar¨ªa que el Grupo Parlamentario continuara siendo un foco permanente de conflictos. Tampoco admitir¨ªa que siguieran detentando una fuerte parcela de poder en el partido los barones, especial mente Rodolfo Mart¨ªn Villa y P¨ªo Cabanillas. Junto a ello, Su¨¢rez dej¨® caer que estaba dispuesto a dejar UCD y fundar otro partido.
Esta primera contraofensiva del expresidente encon¨® los ¨¢nimos en UCD. Los agraviados comenzaron a sugerir a Calvo Sotelo la conveniencia de efectuar un pacto interno lo suficientemente s¨®lido como para hacer frente a Su¨¢rez. La negativa sistem¨¢tica de este ¨²ltimo a asistir a las reuniones del partido y a las llamadas de Calvo Sotelo, y, muy especialmente, su anunciada votaci¨®n favorable a Ruiz-Gim¨¦nez como candidato a Defensor del Pueblo, en contra de la disciplina del Grupo Centrista, aceler¨® el pacto entre los azules y Calvo Sotelo. La operaci¨®n fue planeada por Rodolfo Mart¨ªn Villa -candidato, en este contexto, a la secretar¨ªa general del partido-, P¨ªo Cabanillas, Juan Jos¨¦ Ros¨®n y, tal vez, Jaime Lamo de Espinosa. El suarista S¨¢rraga y el democristiano Rup¨¦rez est¨¢n convencidos de que el portavoz centrista se aline¨® con los azules.
Tras las "ocho horas de ofensiva del pacto azul-Moncloa", en palabras de Fernando Abril, producidas en primer d¨ªa de la reuni¨®n de la ejecutiva del viernes, qued¨® patente que la resistencia de los dem¨¢s sectores del partido al pacto era m¨¢s fuerte de lo que sus promotores hab¨ªan previsto. Democristianos y liberales hicieron frente com¨²n de rechazo. Y los suaristas, una de la variables con las que no contaban los cerebros de la ofensiva azul, no se mostraron tan dispuestos a dejar el partido como miembros (le este sector daban a entender. Tras las doce horas de enconado debate interno, y de una primera reuni¨®n en la ma?ana del pasado s¨¢bado entre Su¨¢rez, Calvo Sotelo y Lavilla, que concluy¨® sin acuerdo, las distintas familias centristas han firmado un documento que, de ser refrendado por todos y traducido en cambios de personas en la direcci¨®n del partido, puede devolver UCD a sus or¨ªgenes: un partido de centro-centro, liderado por los suaristas, y en el que convivan democristianos, liberales, independientes y, en segunda fila, los azules.
Una de las diferencias entre este intento de recuperaci¨®n de UCD y el partido fundado en 1977 por Adolfo Su¨¢rez estriba en que los socialdem¨®cratas m¨¢s pr¨®ximos al PSOE que a la idea de centro -Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y sus seguidores- ya no est¨¢n en el partido que los democristianos m¨¢s identificados con Fraga que con UCD -Miguel Herrero, Ricardo de la Cierva, Manuel Diaz Pin¨¦s, Oscar Alzaga...- se han marchado ya o est¨¢n a punto de hacerlo. Y, final mente, los liberales identificado antes con Antonio Garrigues que con las siglas centristas, parecen igualmente obligados a seguir lo pasos del fundador de los Clube Liberales.
Una UCD saneada
Con esta UCD "saneada" como manifestaba hace poco Fernando Abril, se puede conseguir, en su opini¨®n, un peque?o partido, "de treinta o cuarenta esca?os, pero disciplinado y capaz de ser una oposici¨®n constructiva para el . OE". La otra gran diferencia entre las dos uced¨¦s es que ¨¦sta tiene que remontar una imagen p¨²blica muy deteriorada, lo que dificulta en gran medida su carrera electoral y cuenta, a diferencia del 77, con un c¨²mulo de rencores mutuos entre los diversos l¨ªderes centristas, fruto de las actuaciones de unos y otros durante los ¨²ltimos cinco a?os. Estas heridas abiertas se reflejar¨¢n, sin duda, en la confecci¨®n de las listas electorales.
El documento que asumieron los miembros de la ejecutiva de UCD, tras doce largas horas de debate, repartidas entre el pasado viernes y s¨¢bado, significa, en opini¨®n de la mayor¨ªa de sus integrantes, un importante paso hacia la clarificaci¨®n del partido. De la comparaci¨®n entre este documento y el que present¨® Calvo Sotelo el primer d¨ªa de la reuni¨®n de la ejecutiva surgen, sin embargo, notables diferencias, entre ellas, la sustituci¨®n de la palabra nacional, suscrita por Calvo Sotelo, por la frase "todas las circunscripciones electorales" referido a la negativa a formar coaliciones previas a las elecciones.
En el ¨²ltimo punto del documento, que se incluye ¨ªntegro en esta misma p¨¢gina, UCD se compromete a que "si fuesen precisos acuerdos poselectorales (...) se mantendr¨¢ la unidad del partido en torno a sus principios ideol¨®gicos y program¨¢ticos esenciales definidos en los congresos de UCD", entendiendo como esenciales "el mantenimiento de la integridad de la Constituci¨®n", y la consideraci¨®n del Estado de las Autonom¨ªas "desde una concepci¨®n nacional espa?ola". El secretario de informaci¨®n, Javier Rup¨¦rez, interpreta esta frase, al igual que otros miembros de la ejecutiva, como una negativa al pacto con AP.
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