Miguel de la Madrid y el PRI tienen asegurada su victoria en las elecciones mexicanas

Con una discreta asistencia de votantes madrugadores dieron comienzo a las ocho de la ma?ana de ayer las elecciones presidenciales y legislativas de M¨¦xico. Siete candidatos optan a la presidencia, mientras que nueve partidos se disputan los 64 esca?os del Senado y los cuatrocientos de la C¨¢mara de los Diputados. El gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene asegurada la victoria por ampl¨ªsimo margen.

El censo oficial de electores incluye a 31,5 millones de mexicanos mayores de dieciocho a?os. Todos los contendientes coinciden en afirmar que ¨¦sta ser¨¢ la votaci¨®n m¨¢s alta en la historia del pa¨ªs. El derechista Partido de Acci¨®n Nacional (PAN) ha anticipado que, seg¨²n sus encuestas, m¨¢s de veintid¨®s millones de votantes acudir¨¢n a las urnas, lo que equivaldr¨ªa a un 70% del electorado.La propaganda final de la campa?a se ha destinado precisamente a combatir el abstencionismo desde todos los frentes. Miguel de la Madrid, candidato a la presidencia por el PRI, ha llegado a decir que prefiere un voto en contra que una abstenci¨®n.

El presidente de su partido, Pedro Ojea, dio instrucciones terminantes a los cuadros priistas en el sentido de que s¨®lo quer¨ªa triunfos leg¨ªtimos como resultado de "un limpio proceso democr¨¢tico". A sus representantes en las casillas electorales recomend¨® que act¨²en de conformidad con la ley: "C¨²mplanla y h¨¢ganla cumplir".

Pedro Ojea expres¨® su confianza en que el PRI iba a conseguir ayer dos triunfos inobjetables: sobre el abstencionismo y sobre los dem¨¢s candidatos.

Aunque nadie espera sorpresas en el sentido de que el PRI pueda ser desbancado de su lugar de privilegio, esta primera participaci¨®n de la izquierda en unos comicios presidenciales ha despertado cierta expectaci¨®n. No debe olvidarse que en 1976 los mexicanos s¨®lo pudieron elegir entre Jos¨¦ L¨®pez Portillo (51%) y la abstenci¨®n (49%). En las elecciones de ayer pod¨ªan hacerlo entre dos candidatos de la derecha, el PRI y cuatro de la izquierda marxista.

A un aumento de la participaci¨®n electoral contribuir¨¢ tambi¨¦n el hecho de que en esta ocasi¨®n el fraude ser¨¢ m¨¢s dificil, ya que al menos dos partidos de oposici¨®n, el PSUM (comunista) y el PAN, estar¨¢n presentes pr¨¢cticamente en las 50.000 urnas de todo el pa¨ªs para vigilar cualquier intento de manipulaci¨®n de los representantes priistas.

A falta de publicidad partidista, prohibida por la ley, desde todos los medios de comunicaci¨®n se manten¨ªa a¨²n ayer la campa?a de incitaci¨®n al voto. Incluso si uno trataba de saber la hora por tel¨¦fono, se tropezaba con una orden perentoria: "El 4 de julio, vota".

Polic¨ªa y ej¨¦rcito se reparten la vigilancia del proceso electoral. Hasta el mediod¨ªa de ayer no se hab¨ªa registrado ning¨²n incidente de orden p¨²blico.

La reforma pol¨ªtica instrumentada por el actual presidente es la que ha hecho posible estas elecciones mexicanas, que por primera vez en su historia son homologables a las de cualquier pa¨ªs democr¨¢tico occidental, aunque aqu¨ª la ¨²nica duda sea qui¨¦n va a ocupar el segundo lugar, porque el primero, aun sin fraude, es para el PRI.