La recuperaci¨®n de la econom¨ªa norteamericana ser¨¢ m¨¢s modesta de lo que anticipa Washington, seg¨²n la OCDE
La esperada recuperaci¨®n de la econom¨ªa norteamericana se producir¨¢ en los comienzos del cuarto trimestre de 1982, pero ser¨¢ sensiblemente inferior a la pronosticada por la Administraci¨®n Reagan, seg¨²n el informe anual sobre la econom¨ªa estadounidense que la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) hizo p¨²blico ayer. La organizaci¨®n, con base en Par¨ªs, sit¨²a el crecimiento del producto nacional bruto (PNB) en 1983 en, torno al 2,4% (frente al 5,2% de las autoridades norteamericanas) y disiente tambi¨¦n en las estimaciones que Washington ha adelantado sobre el alcance del d¨¦ficit presupuestario, que la OCDE estima que ser¨¢ un 20% superior durante este a?o fiscal, y un 50% m¨¢s elevado en el correspondiente a 1983, frente a las cifras facilitadas por la Casa Blanca.
La OCDE resalta el aspecto positivo que significa el hecho de que la Administraci¨®n Reagan, pese a sus optimistas predicciones, haya puesto en marcha el primer esfuerzo claro y decidido de romper con el binomio inflaci¨®n y estancamiento en los ¨²ltimos a?os, mediante la aplicaci¨®n de "una mezcla de medidas pol¨ªticas tradicionales y nuevas". "El ¨¦xito de la pol¨ªtica econ¨®mica norteamericana no s¨®lo ser¨¢ importante para la Administraci¨®n. Ser¨¢ tambi¨¦n un acontecimiento de gran importancia para los socios de Estados Unidos en el ¨¢rea de la OCDE, a la hora de afrontar sus propios problemas de estagflaci¨®n". Otro efecto importante se producir¨¢ en la cotizaci¨®n del d¨®lar, cuya evoluci¨®n est¨¢ estrechamente vinculada a la pol¨ªtica econ¨®mica y monetaria estadounidense.En su an¨¢lisis, los t¨¦cnicos de la OCDE admiten como probable el buen funcionamiento de la pol¨ªtica de Reagan, pero son mucho m¨¢s cautos que el equipo de asesores econ¨®micos de la Casa Blanca a la hora de pronosticar resultados concretos. As¨ª, la OCDE predice que el crecimiento del PNB ser¨¢ de s¨®lo el 0,3% en el per¨ªodo anual comprendido entre el cuarto trimestre de 1981 y el de 1982 (frente al 3% previsto por Wasgington), mientras que en el mismo per¨ªodo de 1982-1982 el crecimiento ser¨¢ tan s¨®lo del 2,4% frente al 5,2% adelantado por la Casa Blanca.
Optimismo en la inflaci¨®n
Por esta menor actividad, la OCDE es m¨¢s optimista que la Casa Blanca en cuanto a las expectativas inflacionistas. En 1982 la inflaci¨®n norteamericana se habr¨¢ reducido al 4,6%. (7,2%. en la versi¨®n oficial estadounidense), y en 1983, por el contrario, se habr¨¢ elevado al 6% (5,5% seg¨²n Estados Unidos) por el efecto sobre los precios que tendr¨¢ el fuerte incremento del d¨¦ficit fiscal. Aqu¨ª la organizaci¨®n econ¨®mica occidental es muy realista al pronosticar que, incluso asumiendo la posibilidad de que Reagan consiga del Congreso la aprobaci¨®n a sus recortes presupuestarios, el d¨¦ficit se disparar¨¢ a 118.000 millones de d¨®lares a finales de este a?o y a 147.000 millones en 1983. Los datos oficiales de Washington son sensiblemente inferiores.En el frente del desempleo, la OCDE estima, a su vez, un crecimiento importante de las personas que se quedar¨¢n sin trabajo este a?o y el pr¨®ximo. En 1982 el ¨ªndice de paro en Estados Unidos ascender¨¢ al 10% de la poblaci¨®n activa, y en 1983 este ¨ªndice ser¨¢ pr¨¢cticamente el mismo, es decir, un 9,8%.
La evoluci¨®n del sector exterior norteamericano, cuya importancia va en funci¨®n del efecto que tiene en la cotizaci¨®n del d¨®lar, es presentada por la OCDE de la siguiente manera: en 1982 el super¨¢vit de la balanza por cuenta corriente se incrementar¨¢ a 12.000 millones de d¨®lares (frente a los 7.000 millones de 1981) para convertirse en un d¨¦ficit del orden de los 5.000 millones de d¨®lares a finales de 1983. La tendencia decreciente del excedente exterior se debe a la p¨¦rdida de competitividad de la industria estadounidense y a la disminuci¨®n de los ingresos de las subsidiarias en el extranjero, consecuencia a su vez de la crisis econ¨®mica en los pa¨ªses donde est¨¢n basadas.
Seg¨²n los expertos de la OCDE, el programa econ¨®mico norteamericano se basa en tres pilares: restricci¨®n monetaria para contrarrestar la inflaci¨®n; un cambio en las prioridades fiscales para favorecer la inversi¨®n relativa sobre el consumo, y una reducci¨®n del grado de intervenci¨®n del Estado en asuntos econ¨®micos. Los patrocinadores de este planteamiento, seg¨²n la OCDE, contemplan el programa como un todo en el sentido de que los tres hechos son concurrentes. A juicio de los t¨¦cnicos de la organizaci¨®n, "este es un planteamiento arriesgado, cuyos peligros han sido evidentes en el primer a?o de estancia de Reagan en la Administraci¨®n".
As¨ª, los objetivos fiscales se quedaron cortos, los impuestos fueron rebajados mucho m¨¢s de lo deseado y los resultados fueron m¨¢s modestos que las expectativas creadas. Hubo, efectivamente, una disminuci¨®n de la tasa inflacionista, pero la reducci¨®n se debi¨® a la ca¨ªda en la actividad econ¨®mica y de la demanda. Simult¨¢neamente, el desempleo se fue a niveles r¨¦cords y la econom¨ªa se hundi¨® de nuevo en una recesi¨®n.
Si la pol¨ªtica monetaria es la primera arma antiinflacionista del programa Reagan, los resultados han sido inciertos a la vista del comportamiento de la inflaci¨®n, cuya moderaci¨®n se ha podido deber a otras causas. El comportamiento de la pol¨ªtica monetaria, en cualquier caso, ha sido err¨¢tico y existe la impresi¨®n, seg¨²n la OCDE, de que s¨®lo una actuaci¨®n decidida en el frente fiscal puede traer soluciones estables y duraderas. La suerte del programa descansa ahora en el compromiso que negocian la Casa Blanca y el Congreso para el presupuesto fiscal de 1983, y, a menos que se alcance un r¨¢pido acuerdo, las elecciones de noviembre de 1982 pueden aplazar la adopci¨®n de unas medidas urgentes en este campo.
El an¨¢lisis de los expertos de la OCDE termina se?alando el peligro que supone para el resto de la econom¨ªa mundial la incertidumbre que conlleva la ausencia de soluciones en EE UU. "El excepcional mantenimiento de los tipos de inter¨¦s, tanto nominales como reales, durante la presente recesi¨®n est¨¢ teniendo consecuencias negativas para el resto del mundo.
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